viernes, 8 de agosto de 2014

Sauco: El frescor sanador del verano

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sauto
Entre mayo y junio este bello arbolito se engalana de flores blancas cual delicados ramilletes de novia, flores que se disponen cual paneles solares sobre el árbol, para así poder recibir toda la luminosidad de los cada vez más largos días en este tiempo del año que precede al Solsticio de Verano. El aroma delicado de sus flores nos envuelve en una sensación de calidez, paz y calma y una vez reconocido es imposible de olvidar.
El saúco gusta del frescor y la humedad, por lo que crece cerca de cauces de ríos y arroyos. En verano podemos encontrarlo en aquellos lugares, que aún sin agua, indican que allí aunque oculta, el agua está presente.
El saúco es un auténtico árbol sanador rodeado de misterio, ritos y leyendas, pero sobre todo siempre ha sido considerado un árbol protector por lo que es frecuente que se buscase su compañía cercana. Así podemos encontrarlo al lado de una pequeña ermita, dando sombra en los jardines de casas de piedra, o pegado a las ruinas de las casas de los pueblos abandonados.
Con ramas de madera de saúco se elaboraban pequeñas cruces atadas con cuerda que se ponían en el interior de las casas como protectoras frente a los rayos. Flores de saúco formaban parte del ramo de San Juan junto con otras plantas como hipérico y verbena a modo también de protección del hogar.
Ramas de saúco, avellano o fresno eran recogidas por San Juan para elaborar varas mágicas o varas de poder que eran después pasadas por los fuegos de la noche de San Juan, a modo de talismán para magos y sacerdotes de las antiguas religiones, o bien como un resonante de fuerza interior y de la capacidad interior para actuar.
Pero sobre todo el Sauco es un gran árbol medicinal, y en muchos pueblos hay múltiples recetas que conocen las personas más ancianas a base de sus flores y sus frutos, unas de uso interno, sobre todo para las afecciones respiratorias y otras de uso externo, para cuidar y tratar los problemas de la piel.
Las flores de sauco se han utilizado desde tiempo inmemorial para tratar afecciones de las vías respiratorias: catarros, faringitis, tos. Es además sudorífico y diurético por lo que ayuda a rebajar la fiebre. Su efecto diurético y ligeramente laxante ayuda a limpiar nuestro organismo y a eliminar toxinas internas, mejorando la función hepática. Debido a ello se verán mejoradas patologías de piel y otras de tipo reumático. El sauco crece como hemos visto en lugares fríos y húmedos donde se agravan estas patologías (vías respiratorias y procesos reumáticos) y justo son mejoradas por él. Posee además un ligero efecto relajante y un agradable sabor que nos hará disfrutar de su infusión.
En uso externo calma y repara piel y las mucosas por lo que es útil en acné, eccemas y dermatitis. Muy recomendado también en uso cosmético para pieles con tendencia acnéica y con impurezas, en pieles sensibles y secas.
Bebida de saúco:
infusion
Es una bebida refrescante y muy agradable para tomar en verano. Ae prepara a partir de un concentrado de saúco y después se diluye al tomarla con agua y limón. Tiene un sabor único y muy especial que le aportan las flores de este árbol tan singular. Nada tiene que envidiar a los refrescos comerciales llenos de azúcar y aditivos con unos efectos tan poco saludables para nuestro organismo: acidificación, desmineralización, etc.
Para prepararla se recogen flores de sauco y se ponen en fresco y recién cortadas y se cubren con agua. La proporción de flores oscila en torno al 10%. Se dejan macerar toda una noche, por la mañana se calientan hasta temperatura de infusión, cuando rompe el agua a hervir se corta el fuego y se dejan reposando dos o tres horas. Después se cuelan exprimiéndolas con una tela de algodón. Del líquido obtenido añadimos azúcar integral de caña o panela en una proporción de un 64% junto al zumo de un limón. Se remueve hasta total disolución del azúcar y una vez disuelta se envasa en botes de cristal previamente esterilizados.
Esta receta también se puede elaborar con flores secas pero pierde parte de su aroma y sabor.
Para tomarlo se pondrán dos cucharadas soperas de este concentrado en un vaso de agua fría al que añadimos un buen chorro de limón y listo para disfrutar.
Esta bebida nos aporta todas las cualidades del sauco: refrescante, depurativo, suaviza y protege las mucosas, de acción antiinflamatoria, ligeramente laxante y relajante. Una bebida muy agradable y original para sorprender y compartir con nuestros amigos y para disfrutar en verano.
Palmira Pozuelo
(Farmacéutica Naturista)
www.alkemila.com
alkemila@gmail.com

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