Cada vez son más las personas que en un momento determinado de su vida sufren una crisis de ansiedad. La causa principales el estrés, ya sea por trabajo o por otras circunstancias. Es una reacción desproporcionada del cuerpo que se dispara ante un suceso determinado.
También se considera ansiedad a los ataques de pánico desencadenados por una fobia o miedo específico, o a trastornos obsesivos en los que un pensamiento persistente desencadena un comportamiento obsesivo
compulsivo, como las personas que se lavan mucho las manos después de haber tocado cualquier objeto.
Una experiencia traumática puede desencadenar también una hiperreactividad.
El síntoma más conocido es la hiperventilación cuando hay un ataquede pánico; pero hay otros muchos como: los calambres y la tensión muscular, los calambres de estómago, los dolores de cabeza, la falta de sueño,
la micción frecuente.
Suele aparecer por la preocupación excesiva ante actividades o eventos de la vida cotidiana que la persona vive como algo extremo. En algunos casos se puede confundir con depresión, aunque también puede ir
acompañada de ella.
Hay varios tipos de ansiedad, y los síntomas más frecuentes son: sentirse muy nervioso y tenso, con sensación de peligro o pánico. El aumento de la frecuencia cardíaca, lo que conlleva una respiración más rápida y
aumento de la transpiración porque el sistema nervioso autónomo simpático se dispara. Temblores en todo el cuerpo, sensación de cansancio y debilidad. Problemas gastrointestinales como diarreas, vómitos, calambres
o dolor muy fuerte. Problemas para concentrarse o memorizar. Insomnio porque hay una gran dificultad para controlar la preocupación y la cabeza no para.
Hoy en día el mayor causante de los trastornos de ansiedad es el estrés, ya sea en el trabajo, en la escuela si se trata de niños, en la relación de pareja, por la pérdida de un ser querido, por una pérdida financiera, por una enfermedad grave, etc.
Son varias las opciones de tratamiento para este tipo de trastorno: la psicoterapia, los medicamentos específicos y las terapias alternativas.
Dentro de estas últimas, la reflexoterapia podal es capaz de regular muchos de los síntomas que produce. Hace
unos años diseñé una forma específica de tratamiento a la que llamé reflexoterapia antiestrés, y últimamente al trabajar con la liberación fascial a través de los puntos reflejos, estoy viendo que el del chakra de plexo solar
es capaz de relajar todo el sistema entérico o digestivo a un nivel más profundo, reduciendo muchos de los síntomas.
El chakra de plexo solar (manipura) es el que se ve más afectado durante la crisis de ansiedad, ya que al haber una hiperventilación la persona retrae el diafragma para quedarse en una respiración superficial alta y
rápida lo que conlleva un aporte excesivo de oxígeno hacia el cerebro que puede producir incluso desmayos.
Este chakra está asociado al elemento fuego y, se localiza en la columna vertebral aproximadamente entre la última vértebra dorsal y las primeras lumbares. Su proyección hacia delante se sitúa a la altura del ombligo
o un poco más arriba, según los autores.
Es el generador de prana, la energía vital que ayuda a mantener la vida. Se relaciona con el fuego digestivo, el plexo solar y las cápsulas suprarrenales. Esto nos da una idea de porqué se desatan las crisis de ansiedad
cuando una persona vive en una situación constante de estrés. Entre el chakra manipura y los pies existe también una relación ya que éste se sitúa en la zona de la columna de la que salen las cadenas de ganglios simpáticos (neurovegetativos) que inervan los pies.
Durante la respiración se hace un control del sistema nervioso autónomo gracias a una estructura que se localiza en la zona interna de las fosas nasales y que regula los iones del aire que entran (positivos o negativos), alimentando de energía los dos nadis Ida y Pingala, canales que a su vez nutren al canal central Sushumna que sube desde el primer chakra en la base del coxis, hasta la cabeza.
Quién practica yoga sabe la importancia de estos canales y cómo la respiración los mantiene en equilibrio. En esta disciplina milenaria, el sol y la luna simbolizan la principal dualidad de fuerzas que actúan en nosotros. Pingala está representado por el sol y conduce la fuerza vital. Ida está representado por la luna y conduce la fuerza mental.
Ambos actúan en intervalos de dos horas a lo largo del día, que están marcados por la respiración. Ida está ligado a la fosa nasal izquierda, al sistema nervioso parasimpático y controla el hemisferio derecho del cerebro. Pingala está ligado a la fosa nasal derecha, al sistema nervioso simpático y controla al hemisferio cerebral izquierdo. Es muy importante que ambos se mantengan en equilibrio.
Uno de los puntos reflejos del pie que más influye en el tratamiento de las crisis de ansiedad es donde se sitúa el chakra de plexo solar. Se localiza en la planta, donde también situamos duodeno y páncreas en reflexoterapia. Presionarlo con fuerza e ir permitiendo que el pie se mueva suavemente, liberando la fascia,
ayuda a que la persona sienta como todo su sistema digestivo también se libera a un nivel profundo.
Cuando utilizo esta técnica en los tratamientos me describen muy bien lo que perciben, cómo cede la tensión en toda la zona de estómago, permitiendo que la energía ascienda como una ola hasta la cabeza. Danilo Hernández lo describe en su libro “Claves del yoga” cuando explica que en el tercer chakra se produce un ascenso de la energía hacia los centros superiores.
 
Carmen Benito
Bióloga, reflexóloga y terapeuta de masaje metamórfico