La recuperación del alma —una práctica terapéutica contemporánea enraizada en la tradición chamánica— está atrayendo significativamente la atención cuando el impulso del milenio se enfoca en la asistencia sanitaria holística.
En los últimos años ha sido considerada por mucha gente como una poderosa alternativa a la psicoterapia. Todo el mundo, desde financieros sometidos a altas presiones hasta fatigados obreros con dolor de espalda, está acudiendo a practicantes chamánicos para que le ayude. A pesar de su nombre, la llamada recuperación del alma es una técnica intensamente práctica que, sorprendentemente, produce inmediatos y poderosos resultados.
Hay poco análisis en la recuperación del alma, todo es acción y resultados. El modelo psicoterapéutico de Occidente se puede comparar con el lento fluir de una persona que cava y cava en su pasado de dolor y culpa pasando por antiguas heridas, mientras la recuperación del alma desnuda la herida y la culpa como una serpiente que muda su piel.
Sin embargo, el intenso enfoque en el cliente no explica totalmente por qué esta técnica trabaja tan efectivamente. Sea lo que sea lo que le sucede al cliente durante la recuperación, parece claro que entra en otra esfera de entendimiento donde sus preocupaciones se ponen en contexto frente a mayores, más profundas imágenes de realidad, donde, por primera vez, ve su verdadero papel y su único lugar en el Universo.
La explicación de los practicantes es sencilla: Cada vez que nosotros somos traumatizados, maltratados, heridos o abandonados —dicen— partes de nuestra alma se separan y refugian o llegan a perderse o quedarse bloqueadas en lo que los chamanes llaman “otros mundos”. Accidentes físicos, traumas emocionales, abusos, malos tratos en la infancia, agresiones y violación, son algunas de las razones más comunes para visitar a un practicante de la recuperación del alma.
La parte del alma, encarada con esta herida, huye. En sí mismo, esto es una acción de curación positiva o autoprotección. Sólo cuando la pérdida de esta energía empieza a tener efectos perjudiciales, la parte perdida del alma necesita volver.
Así, la función del chamán en todas las culturas ha sido buscar los otros mundos para encontrar esos fragmentos y reunirlos con la persona que los ha perdido, o guiar al cliente de manera que él pueda encontrarlos por sí mismo.
Esto es el retorno de esas partes del alma, lo cual explica el inmediato sentimiento de la totalidad por parte del cliente, aseguran los practicantes. El cliente es (-re) unido con su yo, con él mismo, y así por primera vez, realmente puede ver su verdadera situación y lugar en la naturaleza.
LA AYAHUASCA: Pócima hecha con lianas de la Banisteria caapi, planta trepadora común en la Amazonia. Contiene dos potentes alcaloides, la harmina y la dimetiltriptamina, que producen efectos alucinatorios.
LA BELLADONA: La Atropa belladonna era usada por los brujos y chamanes europeos para fabricar ungüentos. Contiene altas concentraciones de alcaloides como hiosciamina, escopolamina y atropina.
EL PEYOTE: Medicina visionaria mexicana por excelencia, se extrae de un pequeño cáctus sin espinas, el Lophophora williamsii. Fue el primer enteógeno en tener su principio activo aislado químicamente.
En los últimos años ha sido considerada por mucha gente como una poderosa alternativa a la psicoterapia. Todo el mundo, desde financieros sometidos a altas presiones hasta fatigados obreros con dolor de espalda, está acudiendo a practicantes chamánicos para que le ayude. A pesar de su nombre, la llamada recuperación del alma es una técnica intensamente práctica que, sorprendentemente, produce inmediatos y poderosos resultados.
Hay poco análisis en la recuperación del alma, todo es acción y resultados. El modelo psicoterapéutico de Occidente se puede comparar con el lento fluir de una persona que cava y cava en su pasado de dolor y culpa pasando por antiguas heridas, mientras la recuperación del alma desnuda la herida y la culpa como una serpiente que muda su piel.
Sin embargo, el intenso enfoque en el cliente no explica totalmente por qué esta técnica trabaja tan efectivamente. Sea lo que sea lo que le sucede al cliente durante la recuperación, parece claro que entra en otra esfera de entendimiento donde sus preocupaciones se ponen en contexto frente a mayores, más profundas imágenes de realidad, donde, por primera vez, ve su verdadero papel y su único lugar en el Universo.
La explicación de los practicantes es sencilla: Cada vez que nosotros somos traumatizados, maltratados, heridos o abandonados —dicen— partes de nuestra alma se separan y refugian o llegan a perderse o quedarse bloqueadas en lo que los chamanes llaman “otros mundos”. Accidentes físicos, traumas emocionales, abusos, malos tratos en la infancia, agresiones y violación, son algunas de las razones más comunes para visitar a un practicante de la recuperación del alma.
La parte del alma, encarada con esta herida, huye. En sí mismo, esto es una acción de curación positiva o autoprotección. Sólo cuando la pérdida de esta energía empieza a tener efectos perjudiciales, la parte perdida del alma necesita volver.
Así, la función del chamán en todas las culturas ha sido buscar los otros mundos para encontrar esos fragmentos y reunirlos con la persona que los ha perdido, o guiar al cliente de manera que él pueda encontrarlos por sí mismo.
Esto es el retorno de esas partes del alma, lo cual explica el inmediato sentimiento de la totalidad por parte del cliente, aseguran los practicantes. El cliente es (-re) unido con su yo, con él mismo, y así por primera vez, realmente puede ver su verdadera situación y lugar en la naturaleza.
PLANTAS DE ENSUEÑO
El uso de enteógenos (sustancias capaces de revelar lo que de divino hay dentro de las personas) es habitual entre los chamanes. A través de los estados alterados de conciencia, los chamanes pueden sanar y ayudar a los demás. La naturaleza nos proporciona plantas como…LA AYAHUASCA: Pócima hecha con lianas de la Banisteria caapi, planta trepadora común en la Amazonia. Contiene dos potentes alcaloides, la harmina y la dimetiltriptamina, que producen efectos alucinatorios.
LA BELLADONA: La Atropa belladonna era usada por los brujos y chamanes europeos para fabricar ungüentos. Contiene altas concentraciones de alcaloides como hiosciamina, escopolamina y atropina.
EL PEYOTE: Medicina visionaria mexicana por excelencia, se extrae de un pequeño cáctus sin espinas, el Lophophora williamsii. Fue el primer enteógeno en tener su principio activo aislado químicamente.
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