Apenas tenemos un miligramo de este oligoelemento en todo el cuerpo, pero su actividad antioxidante, inmunitaria y anticancerígena lo convierten en un micronutriente imprescindible para la salud. Se encuentra en cantidades mínimas en los alimentos, dependiendo de la concentración de este mineral en la tierra donde crecen. El mayor problema estriba en que los fertilizantes artificiales, la cloración del agua y la expansión de las lluvias ácidas, al dificultar su absorción, reducen aún más el contenido de selenio existente en las plantas. Por otra parte, casi el 60% de la dosis ingerida es eliminada de nuestro organismo, por eso es recomendable una suplementación con complementos dietéticos.
Destaca especialmente como antioxidante, ya que resulta imprescindible para activar la glutation peroxidasa, una enzima muy potente que evita la degeneración y destrucción celular al neutralizar el peróxido de hidrógeno. Aunque no es propiamente un radical libre, el peróxido de hidrógeno actúa como tal, ya que provoca graves daños en las estructuras orgánicas que lo contienen. La glutation peroxidasa coopera con otras enzimas encargadas de eliminar los radicales libres. El selenio se encuentra asimismo en los músculos, donde interviene en la producción de energía.
El miocardio es el músculo que contiene mayor cantidad de selenio, de ahí su importancia en la prevención de dolencias cardiovasculares. Otras propiedades reconocidas de este mineral son:
- Activa la formación de anticuerpos protegiendo de las infecciones víricas.
- Combate las enfermedades de la piel: eccemas, dermatitis, hiperqueratosis…
- Aumenta la producción de semen y la movilidad de los espermatozoides.
- Participa en las funciones metabólicas de las células hepáticas y pancreáticas.
- Eleva los niveles de colesterol bueno.
- Reduce la toxicidad de los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio).
- Colabora en el tratamiento de la hipertensión arterial.
- Alivia los reumatismos articulares.
- Ayuda a eliminar urea y ácido úrico.
- Mejora el estado del cristalino y frena el desarrollo de cataratas.
- Regula la permeabilidad capilar y retrasa el encanecimiento del cabello.
La forma más efectiva de ingerir la dosis diaria de selenio recomendada para un adulto (de 50 a 200 mcg al día) son los suplementos dietéticos. Éstos se pueden adquirir en forma de cápsulas o comprimidos, cuya dosificación oscila precisamente entre los 50 y los 200 mcg/u. Existen presentaciones compuestas que combinan el selenio con otros antioxidantes como la vitamina A, el betacaroteno o las vitaminas C y E. La toxicidad por exceso de selenio es muy rara, pues se establece en 25 veces la cantidad recomendada.
Fuentes naturales de selenio
ALIMENTOS | CONTENIDO | NECESIDADES DIÁRIAS | |||
Nueces del Brasil (50 g) | 200 mcg | Lactantes | 10-15 mcg | ||
Melaza (100 g) | 130 mcg | Niños | 20-30 mcg | ||
Anacardo tostado (100 g) | 99 mcg | Adolescentes | 30-50 mcg | ||
2 rebanadas (Pan integral) | 30 mcg | Hombres | 70 mcg | ||
1 huevo mediano | 15 mcg | Mujeres | 55 mcg | ||
Legumbres cocidas (100 g) | 5 mcg | Embarazadas | 65 mcg | ||
Judías cocidas (200 g) | 4 mcg | Madres que dan el pecho | 75 mcg | ||
Calabacín crudo (100 g) | 3 mcg | ||||
Rosa Guerrero
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