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Estamos en tiempos interesantes, donde la realización del trabajo sanador se torna activo e intenso y por esta misma razón, caemos sin razón aparente. Es importante que entendamos la razón principal del trabajo sanador, el cual es mantener el equilibrio en este plano tridimensional elevando la vibración tanto de la persona como del entorno. Por ende, no se puede estar en ninguno de los extremos, ni el de la luz, ni el de la oscuridad. No podemos crear una burbuja y evadir los sucesos externos, pues estos son la valiosa información que nos indica hacia dónde dirigir la sanación. Ni tampoco podemos, conectarnos con la energía compasiva y lastimera de tomar posesión de una vida y encauzarla aun en contra de su voluntad.
Por otra parte, también está la maravillosa experiencia de ser un humano normal, el cual tiene que pasar por sus procesos evolutivos. Que quiero decir con esto? Que tu, sanador, también tienes todo el derecho de disgustarte, de sentir rabia, impotencia, sentir cansancio, de gritar a los cuatro vientos que estas harto y que quieres mandar todo a donde no moleste a nadie y salir corriendo. Que sientas esto, no te alejara de tu Ser interno, de tus ángeles, de tu Dios, ni de nada de lo que has aprendido hasta hoy. Al contrario, te llevara a entender mas a quienes esperan por tu ayuda.
Es tu trabajo conseguir tu propio equilibrio, pero también es tu trabajo expresarte, sincerarte contigo mismo y si es posible darte tus pausas, donde solo disfrutes de ser quien eres. Sentir alguno síntoma de enfermedad o malestar físico, no es malo, porque este es un importante llamado a que algo en ti, te necesita.
Una cosa es estar alerta a los eventos externos desde la observación y otra muy diferente hacer caso omiso a lo que sucede. Muchos sanadores dicen yo no oigo las noticias, yo no me conecto con X o Y energía, pero esto no es así. La noticias y sucesos están en cada sitio que llegamos, y las energías discordantes están regadas en todo el planeta, es aquí cuando el Sanador entra en conflicto porque no quiere ver, no quiere ir, no quiera aceptar nada que perturbe el nivel vibracional que ha alcanzado por estudios, por meditación, por lo que sea. Que sucede? El sentimiento le dice lo contrario y su parte inconsciente se conecta, sin que este se dé cuenta, haciendo que este conflicto se aloje en el, ocasionado un problema corporal. He visto sanadores que han tenido problemas, por ejemplo, en su sistema intestinal, más específicamente, el recto.
De que nos habla esta área, de sacar lo que ya no sirve, desechar. El sanador está reteniendo una energía que por considerarla impropia a los conocimientos que posee, la oculta, no la expresa y por ende, el cuerpo reacciona. Por esta razón, se hace necesario sincerarnos con nuestras rabias, con nuestra parte humana que nos dice que está bien perder el control de vez en cuando y más interesante, retomarlo con nuevas fuerzas, después de descargar aquello que nos produce tanta molestia.
Aparte de Sanador, Coach, Terapeuta, etc., eres ser humano, eres ciudadano, eres habitante del planeta Tierra y tienes todo el derecho a disgustarte, a sentirte mal, triste o desesperanzado. Tienes derecho a enterarte de los sucesos y transcenderlos. Siéntelo con toda su intensidad y luego retoma tu camino, en ese instante incluso llegara nuevas formas de sanar. No esperes que el cuerpo te pase factura. Eres luz en un cuerpo de carne y hueso y eres ejemplo de la dicotomía divina, alégrate por eso y manifiesta tus emociones. @addais
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