CHLORELLA, RÁBANO NEGRO, CARDO MARIANO Y ALCACHOFA
El organismo humano tiene que tratar con diferentes tipos de toxinas; las procedentes del medio ambiente y las que produce el cuerpo humano durante su funcionamiento normal. Para la eliminación de estos compuestos tóxicos, el cuerpo está dotado de vías metabólicas específicas que procesan dichos productos, no deseados, conduciéndolos hacia los órganos encargados de su eliminación. Cuando los sistemas naturales de eliminación no están funcionando bien, o se encuentran sobrecargados, las toxinas pueden acumularse en el cuerpo conllevando efectos potencialmente nocivos para la salud.
4 FITO-NUTRIENTES QUE PUEDEN AYUDARNOS:
EL ALGA CHLORELLA es una microalga verde usada tradicionalmente en Asia por su capacidad para unirse a algunos contaminantes y eliminarlos de forma natural del cuerpo, constituyendo un refuerzo natural para los mecanismos de desintoxicación del cuerpo.
Diferentes estudios muestran que el alga verde CHLORELLA, es un eficiente descontaminante de aguas residuales contaminadas con metales pesados como el mercurio, el cadmio, el níquel o el zinc. Bien sea, gracias a la acumulación intracelular o a la adsorción en su superficie. Estos procesos de captura de metales pesados pueden ocurrir potencialmente en el tracto digestivo con la ingestión de Chlorella.
Los estudios han demostrado que Chlorella puede contribuir a la prevención de la absorción gastrointestinal y potenciar la excreción fecal del plomo en modelo animal. También puede aumentar la eliminación del mercurio a través de las heces y la orina en en 24h, y en el transcurso de tres semanas; actuaría reduciendo al mismo tiempo la acumulación de metales pesados en los tejidos, incluyendo el cerebro, e incluso se ha evidenciado su intervención en la supresión de la transferencia de metales pesados hacia el feto en modelo animal, favoreciendo su eliminación vía fecal y urinaria.
El rábano negro facilita el vaciado de la vesícula biliar, favoreciendo el drenaje de los residuos que se eliminar a través de la vesícula, todo ello gracias a su contenido en compuestos azufrados y glucosinolatos. Además estos compuestos le confieren también, una acción hepatoprotectora, y diurético-depurativa.
El cardo marioano y la silimarina se han utilizado tradicionalmente en el tratamiento y mejora de la de la función hepática y biliar. En su composición destaca la presencia de un grupo de compuestos, denominados flavolignanos, inicialmente denominados como silimarina (silibina, silicristina, silidianina), responsables de los efectos hepatoprotectores atribuidos al cardo mariano, confiriéndole además un efecto hipocolestrerolemiante, colerético y colagogo, puesto que incrementa la síntesis de sales biliares y su secreción.
La alcachofa se considera también un buen protector de la función hepática y posee además una acción antioxidante. Aumenta la eliminación de bilis, lo que tiene un efecto coadyuvante y facilita el drenaje de colesterol. Su toma reduce el valor de colesterol total y LDL. Además de prevenir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”).
Maribel SAIZ.
El organismo humano tiene que tratar con diferentes tipos de toxinas; las procedentes del medio ambiente y las que produce el cuerpo humano durante su funcionamiento normal. Para la eliminación de estos compuestos tóxicos, el cuerpo está dotado de vías metabólicas específicas que procesan dichos productos, no deseados, conduciéndolos hacia los órganos encargados de su eliminación. Cuando los sistemas naturales de eliminación no están funcionando bien, o se encuentran sobrecargados, las toxinas pueden acumularse en el cuerpo conllevando efectos potencialmente nocivos para la salud.
4 FITO-NUTRIENTES QUE PUEDEN AYUDARNOS:
EL ALGA CHLORELLA es una microalga verde usada tradicionalmente en Asia por su capacidad para unirse a algunos contaminantes y eliminarlos de forma natural del cuerpo, constituyendo un refuerzo natural para los mecanismos de desintoxicación del cuerpo.
Diferentes estudios muestran que el alga verde CHLORELLA, es un eficiente descontaminante de aguas residuales contaminadas con metales pesados como el mercurio, el cadmio, el níquel o el zinc. Bien sea, gracias a la acumulación intracelular o a la adsorción en su superficie. Estos procesos de captura de metales pesados pueden ocurrir potencialmente en el tracto digestivo con la ingestión de Chlorella.
Los estudios han demostrado que Chlorella puede contribuir a la prevención de la absorción gastrointestinal y potenciar la excreción fecal del plomo en modelo animal. También puede aumentar la eliminación del mercurio a través de las heces y la orina en en 24h, y en el transcurso de tres semanas; actuaría reduciendo al mismo tiempo la acumulación de metales pesados en los tejidos, incluyendo el cerebro, e incluso se ha evidenciado su intervención en la supresión de la transferencia de metales pesados hacia el feto en modelo animal, favoreciendo su eliminación vía fecal y urinaria.
El rábano negro facilita el vaciado de la vesícula biliar, favoreciendo el drenaje de los residuos que se eliminar a través de la vesícula, todo ello gracias a su contenido en compuestos azufrados y glucosinolatos. Además estos compuestos le confieren también, una acción hepatoprotectora, y diurético-depurativa.
El cardo marioano y la silimarina se han utilizado tradicionalmente en el tratamiento y mejora de la de la función hepática y biliar. En su composición destaca la presencia de un grupo de compuestos, denominados flavolignanos, inicialmente denominados como silimarina (silibina, silicristina, silidianina), responsables de los efectos hepatoprotectores atribuidos al cardo mariano, confiriéndole además un efecto hipocolestrerolemiante, colerético y colagogo, puesto que incrementa la síntesis de sales biliares y su secreción.
La alcachofa se considera también un buen protector de la función hepática y posee además una acción antioxidante. Aumenta la eliminación de bilis, lo que tiene un efecto coadyuvante y facilita el drenaje de colesterol. Su toma reduce el valor de colesterol total y LDL. Además de prevenir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”).
Maribel SAIZ.
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