Sus vibraciones brindan un flujo positivo de vibraciones que se sienten en todo el cuerpo, estimulando particularmente la glandula hipófisis. En el sistema Yóguico este poderoso mantra o sonido místico es el “bija” o semilla del chakra ajña, y por medio de su repetición mental y la fijación de la mente en este chakra es activado, quedando la mente suspendida. Las corrientes vitales dejan de funcionar de forma dual, se disuelve la ilusión de separatividad e individualidad. El Yogui se vuelve como una taza sumergida en el océano, llena por dentro y por fuera de agua.
¿Cuándo practicarlo?
Les recomiendo recitar el Om para aumentar la energía del cuerpo sutil, luego de una intensa meditación. Esta semilla se sembrará en tu mente iluminada por la meditación y mantendrá a Bodhichitta (mente clara de los budistas tibetanos), permeable y alerta.Al pronunciarlo sentirás la apertura del centro ajna, que revelará su color azul índigo violeta. Déjate bañar por la vibración sonora y cromática. Observa cómo en el interior de tu frente manchas de color violeta suspenden los pensamientos y te abres hacia la mente sin límites, al espacio del chidakash dharana.
Permanece y profundiza en ese espacio ilimitado . Abre tu mente, capa , tras capa, libera tus condicionamientos mentales, para recibir en tus manos ,la sabiduría de tu mente intuitiva, que a partir de hoy será la compañera de tu mente mente racional.
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