La mieloterapia es un tratamiento que se realiza principalmente con miel
pura de abejas y es aplicada directamente sobre la piel. La miel tiene
importantes cualidades y múltiples propiedades antisépticas, nutritivas,
antinflamatorias, antimicrobianas y bactericidas. La miel de forma ingerida se
utiliza en muchos tratamientos naturales para combatir y mejorar, afecciones
bucales, digestivas, intestinales, expectoraciones etc.
Su uso a modo corporal es un excelente cicatrizante, exfoliante y máximo
nutriente para pieles semisecas, secas o
escamadas. Disminuyendo notablemente el envejecimiento prematuro de la piel,
aportando brillo, elasticidad y frescura.
La mieloterapia profesional es realizada específicamente en centros de
belleza y spas. No obstante, existe la alternativa de poder realizarse a modo
casero, con la misma efectividad a nivel de nutrientes, salvando lógicamente
las diferencias profesionales (masajes y tratamientos complementarios
añadidos). Es recomendable realizarlo unas dos veces al año por un profesional
y una vez cada 40 días a modo casero. De este forma, no dejaremos de disfrutar de los
complementos (masajes etc...) que exclusivamente tenemos en los centros
profesionales y a su vez también ahorraremos notablemente si por otra parte
se realiza periódicamente en casa.
Preparación:
*Dependiendo de la complexión de la persona, se necesitan de 2 a 3kg.
de miel natural (sin aromas). Para una persona de 1,75cm y de complexión
media con 2kg. de miel es suficiente.
* Aceite de oliva virgen (de 150 a 300 ml.)
*Se mezcla enérgicamente hasta que su textura permita extenderse con facilidad,
que aun siendo "enganchosa", se deslice bien por la piel. No utilizar
agua, ya que se harían grumos y rebajaría la calidad.
*Calentaremos dos toallas medianas (ha de cubrir todo el cuerpo).
Hemos de hervir agua en una olla grande. Seguidamente se retira la olla y se
coloca en su base una tolla, y a continuación se tapa la olla con la otra
toalla. Se dejan que se templen, hasta que las necesitemos. ( situada
cerca de la camilla, etc..).
*Dispondremos de una sábana impermeable grande que nos permita envolver todo
nuestro cuerpo (exceptuando cabeza).
Técnica:
Nos preparamos creando un ambiente agradable a nuestro gusto personal
(música, incienso, etc...).
Utilizamos una superficie lisa y cómoda (esterilla, colchoneta, camilla o
cama). La cubrimos con la sábana impermeable (hacia arriba) dejando colgando la
parte con la que nos cubriremos posteriormente el cuerpo.
Si dispones de compañía y que te puedan ayudar en la zona de la
espalda perfecto, de lo contrario has de untar la camilla, esterilla
etc... con la miel para cuando te tumbes
la espalda y piernas se impregnen.
Seguimos con la parte delantera del cuerpo, remarcando las zonas más ásperas
(rodillas, codos). Cuando nuestro cuerpo ya está untado de la miel,
recogemos las toallas ya templadas y las envolvemos rápidamente en papel de
aluminio (para no perder el calor). Nos tumbamos en la camilla etc.. y nos tapamos
con la parte restante de la sábana impermeable. Dejando los brazos fuera concluimos
cubriendo la sábana con las toallas.
Durante unos 20 minutos (mínimo) vamos a desconectar y nos relajamos
tranquilamente para disfrutar conscientemente de la placentera sensación que
nos ofrece esta terapia casera.
Finalizamos retirando la miel restante con una ducha (sin jabón)
o si lo prefieres con toallas húmedas. Nuestra piel habrá quedado bien
nutrida, fresca y con brillo.
Pruébalo y descubrirás agradables sensaciones y muchos beneficios para
tu piel.
http://misticaluz.blogspot.com.es/ |
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