Cada vez hay más personas que son conscientes de la importancia de mantener nuestra energía vital aprendiendo a no perderla. Si estamos en niveles bajos de energía nos sentimos cansados, sin ganas de nada, y nuestro rendimiento y felicidad se ven mermados. Una persona sana mantiene su energía en unos niveles óptimos la mayor parte del tiempo.
1) Es importante vivir en el presente, el famoso aquí y ahora nos ofrece la posibilidad de no ir derrochando energía elucubrando acerca de un futuro inquietante. Cuando entramos en un bucle de pensamientos repetitivos sin darnos cuenta estamos perdiendo gran parte de nuestra energía.
2) La ansiedad es todo lo opuesto a la tranquilidad. Para no perder la energía es necesario que equilibremos nuestras tareas con nuestras capacidades. Forzar más de la cuenta trae consigo una pérdida gradual de energía.
3)Una respiración cortada, tensa, hace que nuestros niveles de energía permanezcan bajos. Es importante si queremos tener más vitalidad que aprendamos a respirar cómoda y profundamente. Para ello existen cientos de técnicas que nos permiten desarrollar esta capacidad.
4) Un sobreesfuerzo físico acompañado de poco descanso o mal dormir hace que no demos la oportunidad a nuestro cuerpo de recuperarse.
5) La ingesta de sustancias que hacen trabajar en exceso a nuestro organismo debido su difícil descomposición y eliminación. No es lo mismo llevar una dieta saludable basada en legumbres, frutas y verduras, que abusar de grasas.
El alcohol, el tabaco y todo tipo de drogas tienen un efecto demoledor en nuestro organismo.
6) ¿Quién no ha sentido que al estar con ciertas personas acaba agotado y de mal humor?. Estar rodeado de personas con mucha neurosis puede hacer que permitamos que entren en nuestro sistemas las malas vibraciones que nos llegan del exterior.
7) Un tipo de apego dependiente hace que sobrevaloremos a otra persona y creamos un vínculo negativo que hará que nos volquemos tanto en otra persona que le estemos entregando nuestra energía, quedándonos nosotros agotados.
8) La sexualidad es una de las mejores maneras de generar energía en nosotros. Pero una sexualidad mal entendida, sin amor, con alguien patológico, puede hacer que nosotros nos veamos afectados.
9) En mayor o menor medida todos tenemos una máscara que mostramos al exterior. A partir de las experiencias y retroalimentaciones que nos da el entorno, nos creamos un personaje que intentamos mantener. Cuando este personaje irreal ocupa todo nuestro tiempo y no nos permitimos ser nosotros mismos, se convierte en algo patológico. La preocupación y ansiedad que genera el mantener una imagen idealizada o disfuncional hace que perdamos toda nuestra energía en ello.
10) Toda enfermedad biológica tiene un componente o determinante psicológico. Cuando tenemos enfermedades nuestro organismo se encuentra en un estado de poca energía. Si nos mantenemos con una energía vital alta la mayor parte de nuestro tiempo es menos probable que suframos cualquier tipo de enfermedad.
Cada vez el entorno demanda más de cada uno de nosotros. Parece que la evolución nos está llevando a perder los momentos de calma y relajación que tanto necesitamos. Es muy importante ser conscientes de cómo perdemos y cómo recuperamos nuestra energía antes de que nos traiga consecuencias negativas para nuestra salud.
Los diez puntos de arriba son los sucesos principales que hacen perder nuestra energía aunque seguramente habrá cosas que a cada uno personalmente le hace perder la energía y que no se encuentran en este listado.
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