Voy a empezar por lo último,… están en el agua “potable” de nuestros
grifos.
Así de sencillo!!
Los THM se incorporan en nuestro
organismo por varias vías: la principal, la ingesta de agua de grifo. Pero igualmente
se inhalan vía respiratoria en la ducha, sobre todo en aquellos sistemas de
ducha donde se “atomiza” el agua para hacerla más fina, así como por vía
dérmica. Las piscinas, yacuzzis y otros sistemas de “batido y agitación” de las aguas tratadas, facilitan su
liberación.
Y ya una vez localizados, voy
intentar explicar lo que son, de donde provienen, que es lo que pueden afectar
a nuestro organismo…. Y lo más importante,
como evitarlos!!
Los Trihalometanos, son
compuestos orgánicos muy volátiles, y son el resultado de la reacción de tratar
las aguas con materias orgánicas con un tipo de cloro que emplean nuestras potabilizadoras. Se
detectaron en los años 70 con el uso de identificadores químicos, como la cromatografía
de gases y espectrómetro de masas. Entre estos THM, resultado de la cloración
de las aguas, destacan especialmente: el cloroformo, bromodiclorometano,
dibromoclorometano y bromoformo, causantes,
precursores o incentivadores de diversas dolencias y enfermedades.
Para asegurarse la desinfección
optima de las aguas, se debe de aplicar cloro suficiente para asegurar la oxidación de estos compuestos
orgánicos, de bacterias presentes (en esto se basa la acción desinfectante del
cloro) y además, que quede cantidad suficiente
de cloro residual para continuar desinfectando el agua desde que sale de la
planta potabilizadora hasta que llegue a nuestras casas. Es por ello que se ven
en la necesidad de aplicar un exceso de cloro en las aguas: aproximadamente 2
mg/l.
Es principalmente ese cloro
residual, el que queda en exceso, el que lleva a la producción de THM, al
reaccionar con compuestos orgánicos presentes en el agua.
Nadie duda del tratamiento de las
aguas para el consumo humano, evitando cargas microbianas perjudiciales para la
salud, máxime, sabiendo de donde partimos en la obtención del agua…de cómo
están las aguas de nuestros ríos, pantanos y presas de captación, para el
abastecimiento de pueblos y ciudades.
Y es aquí donde ya empieza la
cosa mal. La calidad de las aguas en origen es el principal determinante de la
cantidad de subproductos de la cloración generados y explica las diferencias
observadas entre las áreas de España estudiadas.
La desinfección del agua está
relacionada con beneficios incuestionables para la salud. Entre ellos la reducción
drástica de diversas enfermedades producidas por bacterias y virus y parásitos
diversos.
El uso del cloro como desinfectante,
está extendido de manera universal para la potabilización de las aguas públicas.
Pero tanto la calidad de las aguas de captación, como la precloración, y sobre todo el tipo de cloro que se usa, es
lo que da como resultado los indeseables Trihalometanos.
¿De qué manera nos afectan estos
compuestos orgánicos volátiles a nuestra salud?
Intentaré ser breve, claro y conciso.
Abundantes y diversos estudios,
concluyen que están íntimamente relacionados con el cáncer de vejiga, así como daños
serios en el hígado y riñón. Por tanto, la salud de todo nuestro organismo, va
a estar afectada, por tratarse de órganos de vital relevancia fisiológica.
Del mismo modo, incrementa el
índice de cáncer de colon y que puede incidir en otros tipos de tumores.
Además, estas exposiciones también pueden afectar al embarazo, provocando
abortos espontáneos, peso bajo al nacer, crecimiento intrauterino retardado,
talla pequeña al nacer y defectos en el tubo neural.
Asumiendo una exposición
intermedia en el ámbito español, el riesgo atribuible a los THM sería superior
al 20% y el de muertes anuales en España por cáncer de vejiga atribuible a esta
exposición ambiental se situaría alrededor de 600 fallecimientos
aproximadamente. (1)
La Agencia Internacional de
Investigación sobre el Cáncer (IARC), clasifica el cloroformo y el
bromodiclorometano, como posibles carcinógenos humanos
Los expertos nos dirán aquello de
que estas sustancias, se encuentran en ínfimas concentraciones en el agua, y
que no se pueden precisar los efectos de dichos compuestos, a no ser, y leerlo
bien!!, que sea de “uso prolongado”,
tal como lo comenta el Dr. García Gómez (Catedrático de Química Orgánica de la
Universidad del Pais Valenciano).
La pregunta me surge rápido al
leer esto: Es el agua de traída publica,
acaso es un producto de uso ocasional…
circunstancial ?!! No creo que haga mucha falta que sea yo quien
conteste a esto. Estoy más que seguro de vuestra capacidad de análisis.
Llegados a este punto,
seguramente estaréis pensando en el uso de agua embotellada para evitar tal
problemática. Pues nada más lejos de la realidad!!... desgraciadamente, el agua
embotellada, que si bien está exenta de tal sustancia, es poseedora de otras sustancias resultantes de estar “envueltas” en
plásticos.
Yo las denomino “aguas
plastificadas” y en otro trabajo que publicaremos, me
extenderé sobre el tema, pero ahora solo diré que igualmente acarrean serios problemas de salud
en su uso.
Sin olvidar que muchas “aguas
plastificadas” , no dejan de ser aguas tratadas de igual manera que la pública (más
de ¼ parte de las que se venden son así) y son de igual o aun más triste, de
peor calidad, ya que a lo comentado sobre su potabilización, se añaden las sustancias
de dicho envoltorio.
Está claro, que si se
desprestigia el agua de uso público, el resultado es la explotación comercial
de las aguas embotelladas, donde nos encontraremos con las multinacionales de
turno, por todos conocidos del mundo de la “alimentación” y de los refrescos…
que casi monopolizan dichos productos y lo que para mí es más grave, de la
propiedad de la mayor parte de los manantiales naturales.
El triste resultado, es que
nuestro futuro queda pues, hipotecado a
ellos, en este sentido, como en otros muchos.
Cuál es pues la solución?!!....
Cómo podemos evitar los Trihalometanos, sin caer en las garras de la industria
de las embotelladoras?!!
Tenemos, dos caminos a seguir.
El primero, y mientras nuestras
autoridades, no se decidan a cambiar de “desinfectante” y que en el siguiente
punto expondré, es LAVAR NUESTRA AGUA DE
GRIFO: con el uso en nuestros
hogares de equipos de osmosis inversa o
detiladoras de uso casero, para el agua de bebida y de cocina. Y el uso de
filtros de carbón activo y otros compuestos, que eliminan el cloro y también
metales pesados de nuestras duchas y baños
Actualmente, existen equipos de
osmosis muy económicos, que nos van a garantizar la eliminación, casi al 100%
de estos compuestos, como de otros muchos que en nuestras aguas públicas están
presentes.
Su instalación es fácil y
sencilla. Aunque su uso, suponga un pequeño coste en el gasto del agua,
(insignificante, comparado con la compra de las aguas embotelladas) por la
eliminación del agua residual. Tema que
podríamos minimizar bastante, si somos
precavidos, ya que podemos utilizar el agua residual de la osmosis inversa, para otros usos en el hogar.
Pero en cualquier caso, al menos
evitaremos la ingesta de este malvado producto en el agua de beber, de cocinar,
y del biberón o papillas y otros
preparados para nuestros pequeños, tan vulnerables y tan expuestos ya desde los
primeros días de su vida, a tales sustancias de perjudiciales resultados para
su salud.
Sobre los filtros de ducha, yo
siempre los aconsejo sobre todo para el baño del bebé, asi como para aquellas
personas de fragilidad respiratoria manifiesta y también para quienes tengan
problemas de piel: psoriasis, piel atópica, ezcemas, caspa, etc..
Y lo segundo y tal vez lo más
importante, la de exigir por medio de la denuncia pública, en escritos,
charlas, artículos, publicaciones, congresos, asociaciones, organismos de la
administración, ayuntamientos, etc… el cambio del Hipoclorito de Sodio (lejía)
como agente desinfectante y causante de los Trihalometanos, por el Dióxido de
Cloro, y/o combinarlos con otros sistemas de desinfección no residuales avanzados
como los rayos UV o carbón activo, entre otros, en lo que conocemos,
tratamientos globales del agua, para evitar la formación de estos compuestos
orgánicos cancerígenos.
Será esto posible?!!...
En países como Alemania, Austria, Suiza e incluso en
los propios USA, ya lo están haciendo. Aquí, mientras creamos que somos la
vanguardia científica de occidente, nos va a costar algo más.
Ironías a parte, creo que España,
es un país con el suficiente nivel socioeconómico, para poder resolver la
problemática de la prevención química de las aguas (principalmente de los THM)
y la garantía de calidad bactereológica que se exige.
Tal como expuse antes, las
alternativas son varias, y ya utilizadas en otros países de nuestro entorno con
éxito.
Como suelo decir, en mis clases y
en alguna que otra charla, ya desde más de 10 años sobre el tema de las aguas,
para nuestra desgracia y siempre en beneficio de nuestra salud, en el caso del agua
de uso público,… en el agua de nuestro grifo para beber… para hacer nuestras
sopas, para bañar a nuestro pequeño, para nuestra ducha reconfortante,… nos
vemos en la obligación de “lavar el agua”…para poder usarla!!.
Daniel Ortiz en http://www.escuela-estp.esn
Extraido y resumido del
capítulo “Agua y Piel” del libro a editar: “LA PIEL,…
NATURALMENTE” Daniel Ortiz ( ya
registrado y protegido intelectualmente).
Referencias:
(1) El
estudio, realizado por C.M. Villanueva a,b / M. Kogevinas a / J.O. Grimalt b,
fue publicado en enero de 2001 en la revista española Gaceta Sanitaria.
a. Institut Municipal
d’Investigació Mèdica (IMIM). Unitat de Recerca Respiratòria i Ambiental.
b. Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Instituto de Investigaciones
Químicas y Ambientales de Barcelona. Departamento de Química Ambiental
exlente aporte ... gracias.. me sirvio de mucho
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