La depresión de estas fechas produce un sentimiento de soledad en donde nuestra autocritica se vuelve más exigente, rozando la crueldad. Nos sentimos inconformes con nuestro papel y vemos que los demás disfrutan y viven las fiestas de forma muy diferente a nosotros.
Se dice que estas fiestas gustan tanto, como disgustan, es la época del año en que más se experimenta la depresión.
Estas personas se ven abrumadas por toda esta avalancha de acontecimientos, escoger y comprar regalos, las comidas, los acontecimientos sociales con las consiguientes reuniones familiares y con amigos.
Causas de depresión en Navidad
Normalmente las personas que las viven con este estado negativo, es por alguna causa que les lleva a este estado:La ausencia de algún ser querido, en estas fechas se acentúan un poco más los recuerdos hacia estas personas.
Los recuerdos de fiestas anteriores que quizás no llegaron a cubrir las expectativas que pusieron en ellas, y en esto tiene mucho que ver tal como nos quieren hacer ver que son estas fiestas.
Otro factos que también influye es el estacional, en una parte del hemisferio se producen en invierno donde hace frío y hay menos horas de sol lo que afecta al estado de ánimo.
Los problemas económicos, falta de trabajo o malas relaciones con familiares o amigos son factores a tener en cuenta en ese desánimo.
A veces las personas queridas las tenemos lejos y no podemos reunirnos con ellas, pero hoy en día hay mucha tecnología que nos permite un contacto que aunque no sea físico nos acerca a ellas.
También puede suceder que no se dé ningún caso de los citados y sea simplemente por la negación a algo que la sociedad celebra y lo rechazan sin ningún motivo aparente.
Cómo superar el estado depresivo
Darnos cuenta de que entramos en una depresión en navidad es la mejor manera para poder actuar y dejarla de lado. Si sentimos cansancio y tristeza, irritabilidad, o incluso pensamientos muy negativos, éstos pueden ser avisos de que algo no acaba de funcionar en nuestra vida.Para superar estados depresivos, si no son por problemas serios y estos no son lo suficientemente fuertes hasta el punto de necesitar ayuda de un profesional, podemos intentar superarlos poniendo “algo” de nuestra parte. Todo en la vida pasa y lo hace con mejor talante si nos esforzamos un poco para superar esos momentos de bajón anímico.
En la vida, una actitud positiva es fundamental para lidiar los problemas del día a día, si somos positivos los problemas parecen menores y nuestra mente está más despierta para encontrar esa solución que en caso contrario se resiste.
Por mucho que nos quieran idealizar las fiestas, tenemos que ser realistas y saber cuáles son nuestras posibilidades y según ellas intentar vivirlas para nuestro beneficio e intentar transmitir esa energía a los que nos rodean para que también puedan beneficiarse de ella.
En las cosas sencillas esta la felicidad, no por gastar más en comida o regalos vamos a estar o sentirnos mejor, al contrario si sobrepasan nuestras posibilidades tendremos problemas que nos generaran más ansiedad.
Poder rodearnos de las personas que queremos y elijamos porque así nos sentiremos bien nosotros y lo notaran ellas.
Si no tenemos a nadie directo con quien unirnos, bien a nivel de voluntariado o de organizaciones sociales podemos lograr una compañía que evite que estemos solos y nos venza la tristeza y el desánimo.
Es importante hablar, no guardarnos esas impresiones que sentimos y menos si son negativas, al expresarlas es como si pasaran por un filtro y pueden llegar a suavizarse y perder mucha de la rabia que se genera al pensarlas.
Hay posibilidades, pero como he comentado anteriormente algo de nuestra parte tenemos que poner para que todo se mueva en sentido positivo y nos aparte de caer en este estado nada deseable.
Al coincidir con el final de año podemos hacer un balance del mismo, recordar lo bueno y lo malo. Remarquemos lo que queremos cambiar para bien y fijémonos metas realistas para el año nuevo.
También puede ser un buen momento para reconciliarnos con aquellas personas de las que nos hemos apartado, por el motivo que sea, esto produce cuando lo hacemos un bienestar interior que compensa con creces la dificultad que puede representar llevar a cabo este acto.
Algunos expertos llegan a decir que un cierto grado de depresión puede llegar a ser bueno para nuestro cuerpo porque activa sentimientos y emociones enfrentadas que nos obligan a actuar y estar alerta.
Con estas reflexiones deseo que paséis unas buenas fiestas de navidad y Año Nuevo.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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