Meditar significa observar, contemplar sin juicio lo que sucede. En muchos lados se comprende superficialmente la meditación, se enseña a pensar “positivo”, y cuando nos esforzamos por pensar “solo lo que queremos”, la meditación ciertamente puede causar paz y equilibrio, pero la mayor parte de las veces esto es pasajero, la paz y armonía se va en el momento en que nos enfrentamos nuevamente a lo que nos duele, nos preocupa y no acabamos de sanar.
La meditación profunda es una de las mejores formas de empezar a cambiar de forma consciente y profunda nuestros patrones de pensamiento y a hacer conciencia sincera de lo que verdaderamente necesitamos, nos ayuda a colocar la mente en un estado óptimo para realmente iniciar una curación o la transformación de algo que nos limite o nos haga sentir carentes.
Así que vamos a la práctica. Si estás enfermo de algo, si no logras sanar, aprende a caminar nuevos cambios y date la oportunidad de ver a donde te llevan, total, nada pierdes sino la duda, diez minutos al día pueden empezar a hacer un cambio realmente significativo en tu vida.
Solo tienes que quererlo…
No importa cuál sea el problema o la enfermedad, puedes empezar ahora a dar el paso justo hacia las cosas que deseas manifestar. Recuerda que si realmente lo quieres, lo tendrás. La clave para lograr las cosas en esta vida es querer. No importa en que lugar te encuentres o que tan lejos te sientas de lo que deseas. El querer te llevara a encontrar las cosas que necesitas para manifestar lo que sueñas y deseas.
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