“Venimos a realizarnos en el amor”
- Entrevista: Mario Martínez-
Su mayor sueño es que las personas se den cuenta de que todos somos iguales. Poner fin al dolor y enaltecer el amor por sobre todas las cosas representa el objetivo máximo en la vida de Gamal Abdul: “Que todos entiendan que es posible vivir en Amor. Que se nos permite terminar con el dolor. Que nosotros, las personas que vivimos en este mundo, podamos restituir vivir nuestra vida y recuperar la alegría. Hay tanto sufrimiento… Finalizar con este sufrimiento, ese es mi mayor sueño”. En marzo de este año Gamal visitará nuevamente España para ofrecer un taller y consulta en el Centro Mandala, en Madrid.
“Desde niño desarrolló habilidades espirituales y, viviendo durante algunos años en el Sinai, fue donde aprendió de los beduinos a ser un “sanador por amor”. Conocedor de la sabiduría del antiguo Egipto, Gamal Abdul trabaja con los siete aceites sagrados de los Faraones para activar los chakras del cuerpo, además de ser experto en la elaboración de perfumes y aceites de plantas. Creció y se crió en una zona adyacente a las Pirámides de Gizah en Egipto, y por tanto está familiarizado con sus secretos y profundamente conectado con las raíces de su país natal.”.
Gamal Abdul: Soy egipcio, nacido en Giza, junto a la gran pirámide y pertenezco a un linaje de campesinos beduinos, la quinta generación que mantiene vivo el conocimiento de los aceites esenciales. Soy alquimista, terapeuta y continúo transmitiendo el poder transformador que tienen los aceites esenciales.
M.M.B.: ¿Y de quién heredó esos dones?
G.A.: Soy egipcio, nacido en Giza, junto a la gran pirámide y pertenezco a un linaje de campesinos beduinos, la quinta generación que mantiene vivo el conocimiento de los aceites esenciales. Soy alquimista, terapeuta y continúo transmitiendo el poder transformador que tienen los aceites esenciales.
M.M.B.: ¿Y de quién heredó esos dones?
G.A.:Lo que sé hoy lo he aprendido de mi madre y de mi tío Hakim, que me enseñó cómo se trabaja en el nivel espiritual y como se puede regresar a vidas pasadas; él es muy bueno en este ámbito y me ha hecho comprender muchas cosas. Fue uno de los pocos que también había leído las recetas secretas de los aceites en los templos de Dendera y de Saqqarah.
M.M.B.: ¿Cuándo comenzó a trabajar como sanador?
G.A.: Hará unos veinticinco años aproximadamente. Mi familia era por aquel entonces -y lo son todavía una gran parte de ellos - campesinos beduinos, lo que implica que ellos mismos cultivan las plantas para la producción de aceites. Como yo tenía mucha intuición mis familiares llegaban a que les impusiera las manos cuando estaban enfermos, y se sentían muy aliviados. Recuerdo que uno de mis tíos (que era un hombre sabio), viendo que yo tenía este don, me introdujo en un Círculo al que él pertenecía, de místicos y esotéricos que se interesaban en profundidad por estos temas.
M.M.B.: ¿Qué ocurrió entonces? G.A.: Que en esos círculos mi tío era muy conocido; tuvo un grupo internacional de sanadores como invitados en su casa: alemanes, americanos, ingleses e hindúes. Ellos me observaron y opinaron que para mí sería importante aprender las reglas de la sanación, y así poder utilizar mi energía de forma adecuada. De ese modo fue como empecé a estudiar en profundidad sobre todo esto. M.M.B.: ¿Y cómo describiría su trabajo?
G.A.: Es difícil de describir. Soy perfumista, terapeuta, Maestro… Pero lo que más me gusta es ser un humano completo, dar lo mejor de mí, vivir por y para ayudar a los demás. Y mi familia me apoya en esto.
M.M.B.: ¿Cómo fue su experiencia con los beduinos del Sinai?
G.A.: Pasé dos años con los Beduinos; he recorrido muchos lugares con ellos y en algunos sitios me he quedado más tiempo, aprendiendo mucho sobre sanación. Los Beduinos saben muchísimo porque viven en y de la naturaleza. Me han enseñado sobre los lugares de energía, todo lo que nos pueden proporcionar: seguridad, libertad y amor. Solo se tiene que saber cómo llegar a las plantas, uno se puede encontrar a sí mismo, sentir y comunicarse con el universo. Al regresar del Sinai comencé a buscar y también aquí logré un lugar para la comunicación. Un lugar en donde los sanadores de todo el mundo pudieran reunirse e intercambiar sus impresiones.
Los siete aceites sanadores
M.M.B.:¿Qué propiedades tienen los aceites sanadores?G.A.: La cualidad especial de "los aceites sanadores", en comparación con otros aceites con los que también se puede trabajar para sanar de forma natural, es que ellos combinan directamente los cuatro niveles de los sentidos entre sí. El físico con el emocional, con el mental y con el espiritual. Justamente por ese motivo, causan efecto más profundamente, mucho más rápido que todo lo demás que conocemos. La clave está en que nos proporcionan lo que necesitamos en cada nivel y alinean nuestro campo energético, lo que hace que nos sintamos más fuertes, más lúcidos. Las esencias se pueden utilizar de muy diversas maneras: en masajes, en la bañera, en quemador… Todo depende del trabajo que se quiera hacer.
M.M.B.:¿Cuál es la relación entre los chakras y el trabajo con aceites?
R.F.: Cuando se utilizan al mismo tiempo, por ejemplo cada uno sobre su chakra respectivo, producen un efecto muy agradable, un modo de disfrutar y relajarse, un sentimiento de estar a salvo y de seguridad. Pero al mismo tiempo abren y equilibran los chakras. Enraízan, mejoran su percepción y conciencia para todo lo que va sucediendo. Y si hay un problema con uno de ellos, el resto de los aceites tienen efecto equilibrante. Es muy importante trabajar con los siete aceites juntos. Una razón: no es recomendable trabajar solamente un chakra. Otra razón es que una persona que conoce y sabe para qué sirven estos aceites, puede trabajar independientemente con ellos cuando lo necesite, pudiendo llegar, inclusive, a ser su propio sanador. Y puede del mismo modo ayudar a otras personas que lo necesiten. Y como ya he dicho: los aceites tienen un efecto rápido, más rápido que otras cosas. Cuando se utilizan al mismo tiempo, por ejemplo cada uno sobre su chakra respectivo, producen un efecto de equilibrio y paz. Un modo de disfrutar y relajarse. Un sentimiento de estar a salvo y de seguridad, enraizado. Mejoran la percepción y conciencia para todo lo que va sucediendo. Y si hay un problema con uno de ellos, el resto de los aceites tienen efecto equilibrante. Como ya he mencionado, los aceites comunican los niveles entre sí. Por eso facilita el poder entender a los demás: las discusiones son causadas, a menudo, porque la gente se comunica entre sí en niveles diferentes. Cuando trabajes con los aceites sobre ti y les permitas ayudarte, tu vida cambiará. Permitirás que otra energía natural te ayude y no sólo tu entendimiento. Porque la razón tiene límites. El cuerpo físico, emocional y mental tiene fronteras. El cuerpo espiritual es el único que carece de ellas. Los centros energéticos del cuerpo se bloquean cuando falta energía. Y esta energía que falta las puede recibir el ser humano, de la energía de las piedras o de las esencias. Así las esencias dan al cuerpo la energía que está en déficit.
M.M.B.:¿Recomienda que las personas los usen por sí mismas o es necesaria la presencia de un sanador?
G.A.: Es mucho mejor cuando la persona aprende a usar las esencias; el mejor sanador es siempre la persona misma cuando conoce las propiedades de cada aceite y como poder usarla, eso es lo que se aprende en mis cursos. Los aceites trabajan a través de los sentidos, de nuestro sistema olfativo y por ello nos hacen efecto tan pronto. Una de sus cualidades especiales es su aroma. Es algo maravilloso como la naturaleza de la esencia nos regala su amor y nos muestra el nuestro, que es al final lo único que puede causar la sanación. La gente desea estos aceites, porque los encuentran agradables, no dañan o hieren a nadie. Es por esta razón que se les denomina aceites sagrados. Los siete aceites sagrados son: Ámbar rojo, Musk, Jazmín, Rosa, Ámbar kaschmir, Sándalo y Loto.
M.M.B.: ¿Cómo están elaborados?
G.A.: Los aceites son muy puros y de muy alta calidad. Para que el cuerpo humano pudiera tolerar la energía de los extractos puros, hemos tenido que diluirlos. Lo que quiere decir mezclarlo con aceite de Jojoba en un 25 – 75 por ciento. El aceite de Jojoba sirve al mismo tiempo como equilibrante porque el extracto puro después de un año se perdería. En cambio si les guardamos tal y como están ahora, en un lugar fresco y oscuro, pueden durar entre diez y quince años.
M.M.B.: ¿Esto es una tradición extendida en su país o sólo herencia de algunas familias? G.A.: Hay solamente cinco familias en Egipto que verdaderamente conocen los secretos de los aceites. Estas cinco familias están en continuo contacto, se apoyan entre sí para mantener la calidad, que está amenazada por la aparición de tantas tiendas en el área del turismo. La nuestra es una de estas cinco familias y lleva trabajando ciento ochenta años con los aceites, somos la quinta generación. Esto quiere decir que somos expertos a la hora de juzgar los aceites, de probarlos, de olerlos y de sentirlos. Una parte de nuestra familia se dedica a la plantación, tenemos muchos jardines en los alrededores de Saqqarah, en Ezzba, Fayoum, y en el Delta, éste último el mejor lugar para que crezcan las plantas debido a la calidad de la tierra. Otra parte de mi familia se dedica a la venta de los aceites como sustancia base en la producción de perfumes en todo el mundo y unos pocos trabajan con ellos como aceites sanadores.
M.M.B.: ¿Cómo explica el significado de los siete aceites sanadores en nuestros días?
G.A.: No se trata del significado en nuestros días. La pregunta sería ¿Por qué ahora? ¿Por qué aparecen ahora justamente los aceites en nuestro consciente? Yo creo que estos aceites deben de traer al mundo una nueva forma de paz, pueden unir a personas entre sí. Imagínate que gente de cualquier lugar, al mismo tiempo, meditaran con los aceites o hicieran trabajos de luz, lograrían una unión poderosa de amor y paz entre estos grupos. Así se origina una comunidad. Y las personas, la tierra y el universo velaran por esa comunidad.
M.M.B.: Cuéntenos algo más sobre el uso de aceites en meditación
G.A.: Todo depende de qué tipo de meditación que se quiera hacer. En una meditación para conseguir la paz interior hay que tener esencias a nivel emocional, por ejemplo, la rosa. Si lo que queremos hacer es comunicar espiritualmente, hay que tener esencias que trabajen a nivel espiritual, por ejemplo el loto. O para trabajar terapéuticamente hay que usar esencias a nivel mental, como el ámbar cachemir. Existen muchos tipos de meditaciones, todo depende de lo que queramos hacer.
Un desafío para sanadores
M.M.B.: ¿Cuál es su misión en el mundo?G.A.: Convencer a la gente de que el amor existe, que lo pongan en práctica. El mundo se cambia con amor, los aceites limpian, regulan energéticamente, protegen, te conectan con lo más profundo de tu ser, te ayudan a estar más en tu esencia, así el ser humano se reconoce en el AMOR. Mi mensaje para estos momentos difíciles en el planeta, mi Gran Sueño es que las personas se den cuenta de que todos somos una misma vibración, somos un solo cuerpo universal. Que para todos es posible vivir en amor, erradicar el sufrimiento que nos infringimos gratuitamente, ser compasivos con nuestros hermanos que están en condiciones inferiores, que podamos restituir la armonía, vivir nuestra vida y recuperar la alegría. Hay tanto sufrimiento… Finalizar con este sufrimiento, ese es mi mayor sueño.
M.M.B.: ¿Qué viene a hacer a España esta vez? G.A.: Esta vez voy a enseñar a las personas cómo ser sanadores por ellos mismos y voy a enseñar a terapeutas cómo se descubre la raíz del sufrimiento rápidamente. Tengo previsto ir para el mes de Mayo, aun no están definidos los días, mi gestora de los Cursos Zaida os irá informando con la publicidad en vuestra revista de los días que iría a Madrid, pero posiblemente sea para la Fiesta Madrileña de San Isidro; es un buen fin de semana en el que pasaré consulta privada dos días antes y el fin de semana el Curso de Formación.
M.M.B.: ¿Qué se trabaja en esas consultas?
G.A.: Se trata de guiar a la gente a su verdad, para que cada uno sepa su punto débil; corregir esa debilidad, y fortalecer los potenciales que tiene para desarrollar el trabajo que viene a hacer o la misión que tiene cada persona para estar en paz con su vida y que tenga sentido lo que hace. Todos quieren saber su futuro, realmente haces tu futuro sabiendo tu misión, y llevándola a cabo con amor. Es un aprendizaje en el que haciendo el camino adquieres la sabiduría, y aquí los aceites aportan una vibración adecuada para ir dando los pasos correctos.
M.M.B.: ¿Algún mensaje que quiera darle a las personas que no conocen su trabajo y nunca han tenido experiencia con los aceites?
G.A.: Primero que vean algún video mío en YouTube, y resuenen con el mensaje; que realmente les enamore trabajar con los aceites para ayudarse a sí mismos y luego ayudar a los demás. Esto es aplicable a todas las personas, y especialmente a todos los terapeutas. En mis Cursos nos implicamos todos, es un diálogo, y aprendemos a resolver nuestras inquietudes mediante correcciones energéticas con los aceites. También pongo en práctica mi videncia, y eso me permite hacer un trabajo profundo y efectivo. Como sugerencia: no hacer juicios de nada ni de nadie antes de conocer personalmente y en profundidad las cosas y a las personas.
M.M.B.: ¿Quiere agregar algo más?
G.A.: Que el amor existe, la vida está hecha para vivirla no para entenderla ni para sufrirla. Amarse a sí mismo y aceptarse tal como uno es, para que cada uno encuentre el amor en su camino. No debemos olvidar que hemos venido a REALIZARNOS EN EL AMOR.
ACERCA DE GAMAL ABDUL
Gamal Abdul Gamal Abdul (Giza, Egipto) es conocido en todo el mundo por sus dones de sanación y de visión. Sanador por Amor, Gran Maestro de Reiki Egipcio y Aromaterapia Egipcia, su saber le ha sido transmitido por el linaje de Maestros de la Tradición Oral Egipcia, de generación en generación, entre los que él mismo se encuentra. De ahí la importancia de su contacto directo con personas y grupos. La visión elevada de Gamal, el equilibrio, su gran fuerza y sabiduría, su profundo conocimiento de la psique, la humildad, el amor incondicional y la coherencia vital hacen de él un Gran Maestro. Parte de su enseñanza se basa en los secretos del Antiguo Egipto, así como en guiar a las personas a la solución de conflictos, y tener claridad mental en estos momentos que vivimos, de una manera práctica para alcanzar, fe y plenitud en este plano. Asesoría en negocios, familiar, personal, espiritual. Su Formación, es dinámica e interactiva, compartiendo y trasmitiendo lo mejor de si mismo. En sus Cursos además de darnos conocimiento nos ayuda en nuestros conflictos personales con su especial toque sanador, y la palabra, es un Sabio de Las Pirámides del desierto. Gamal participa activamente en labores sociales como el mantenimiento de los orfanatos de la Asociación Al-Ormán, asistencia al Hospital de niños con cáncer, además de realizar tareas de mediación y asesoramiento entre grupos sociales menos favorecidos.Es Periodista y Redactor de VerdeMente
Teraperuta de Yoga Tailandés de el Centro Mandala de Madrid
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