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Como vimos en un artículo anterior, el anisakis es un parásito que se encuentra cada vez con más frecuencia en el pescado y que puede provocar reacciones adversas en personas alérgicas y distintos problemas relacionados con el sistema digestivo (desde dolor, naúseas, vómitos o diarreas hasta perforación del estómago o del intestino). La ciguatera por su parte ni siquiera es un ser vivo. En realidad es el nombre que recibe la intoxicación causada por ciguatoxinas, unas neurotoxinas producidas por algunas especies de dinoflagelados (algas microscópicas) que pueden estar presentes en el pescado. Quizá no te suene mucho porque hasta hace poco era algo que se veía casi exclusivamente en zonas tropicales. Sin embargo cada vez es más frecuente en nuestras latitudes por lo que varias entidades están investigando sobre ello. Y es que todavía quedan muchas cosas por saber acerca de estas toxinas capaces de provocar síntomas muy variados y que pueden persistir durante años.
Puedes seguir leyendo sobre este tema en un artículo que escribí para El Comidista al que puedes acceder a través del siguiente enlace:
https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2017/07/02/articulo/1499014262_651907.html
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