Seguridad interna y reforzar nuestro sistema inmunológico con amor: Parte 2
- El pacificador
Una y otra vez, nuestra investigación ha demostrado cómo, después de sólo cuatro días de abrir el corazón, sucede algo extraordinario (activando nuestro cuarto centro de energía, al sentir emociones elevadas centradas en el corazón). El cuerpo comienza a liberar naturalmente un anticuerpo fabricado por sus células inmunes (glóbulos blancos), llamado Inmunoglobulina A (IgA). Hemos sido testigos de ello y medimos científicamente cómo, en menos de una semana, podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico hasta en un 50%, sin el uso de ninguna sustancia exógena.
Imagínate: una de las mejores defensas naturales del cuerpo contra las bacterias y los virus es sentir emociones elevadas como el amor, la gratitud, el aprecio, la alegría de vivir, la conexión, la compasión, etc.
Como el cuerpo es tan objetivo, cuando sustituimos emociones relacionadas con la supervivencia como el miedo, la ira, el dolor y la tristeza, y en su lugar creamos y encarnamos emociones elevadas como el amor, la alegría y la gratitud, los sentimientos de amor y plenitud hacen que el cuerpo crea que está fuera de peligro. Cuando esto sucede, a pesar de las condiciones o amenazas del entorno exterior, el cuerpo cree que está lo bastante seguro como para emplear su energía en su crecimiento y reparación. Entonces, mediante la autorregulación intencional de emociones elevadas en nuestro mundo interno, el cuerpo cree que no existe una amenaza en la vida real del exterior.
Cuando sentimos amor, gratitud y otras emociones centradas en el corazón, el cuerpo puede desconectar el sistema nervioso simpático (el acelerador) y activar el sistema nervioso parasimpático (el freno). Por lo tanto, la señal que llega desde fuera de la célula (alegría, gratitud, etc.) está fortaleciendo el orden interno de nuestro sistema inmunológico.
Dado que el cuerpo no puede distinguir entre un evento de la vida real que nos hace sentir una emoción y cuando sentimos esa misma emoción a través del pensamiento, cuando cambiamos nuestro mundo interior, el cuerpo puede volver a sus proyectos de reconstrucción a largo plazo. A su vez, todos sus sistemas metabólicos se activan: el sistema inmunitario se fortalece, el sistema digestivo libera mejor las enzimas, el sistema cardiovascular se estabiliza, el sistema hormonal pasa a la homeostasis, y así sucesivamente.
- El diplomático
El cuarto centro tiene una glándula asociada, llamada glándula timo. Cuando nacemos, la glándula timo (que tiene forma de hoja de tomillo) es aproximadamente del tamaño de una mandarina. Con la llegada de la pubertad aumentan nuestras hormonas sexuales secundarias y comenzamos a crear nuestra propia identidad. Al hacerlo, la energía comienza a abandonar el corazón para pasar a los tres centros hormonales inferiores. Con el tiempo y a lo largo de nuestra vida adulta, la glándula timo se contrae hasta alcanzar aproximadamente al tamaño de un cacahuete, cuya mayor parte se convierte en grasa. Este es el centro responsable de la fabricación de células T. El timo es tan importante porque secreta una sustancia química llamada timosina, la hormona necesaria para el desarrollo y la producción de células T.
El timo tiene dos funciones principales: posee una función endocrinológica que crea la hormona del crecimiento (fuente de la juventud del cuerpo), y tiene una función inmunológica, que libera timosina. La timosina es el ingrediente activo que actúa como señal directa para inducir la proliferación y activación de las células T directamente dentro de la glándula del timo.
Como cualquier célula, las células T tienen receptores que reciben información o instrucciones del exterior de la célula. Una vez que las células T son estimuladas, se activan para atacar agentes extraños.
Todas las células (excepto los glóbulos rojos) producen proteínas, y para que una célula produzca una proteína, se debe regular un gen. Las proteínas son responsables de mantener la estructura y la función del cuerpo. Por lo tanto, una vez que se activan las células T, también lo hacen otros glóbulos blancos llamados células B. Las células B, junto con la ayuda de las células T, producen una proteína llamada IgA (inmunoglobulina A). Podríamos decir que esta es la vacuna natural contra la gripe que tiene nuestro cuerpo para protegernos de bacterias, virus y agentes extraños. Estas inmunoglobulinas en forma de “Y”, producidas por células B, actúan como escudos para bloquear el ataque de organismos microscópicos, como los virus. En consecuencia, nos volvemos más inmunes a las infecciones provenientes del exterior.
Tendría sentido entonces decir que si llevamos nuestra atención al corazón y sentimos esas emociones elevadas, nuestra respiración se ralentiza y se profundiza. Mientras lo hace, en realidad está mandando una señal al cuerpo para regular y fortalecer los genes, así como para activar y fabricar más células T y células B.
Del mismo modo, el bombardeo constante de hormonas de estrés al cuerpo, que lo someten a un estado de emergencia constante, inhibe el gen del crecimiento y funcionamiento de las células T y las células B. En ese momento deja de ser apto para la defensa interna porque es hora de defenderse del exterior. Cuando existen amenazas externas de la vida real que percibimos como peligro extremo, es más eficiente y más importante utilizar la energía del cuerpo para la supervivencia del mismo.
- La reconstrucción
No hay nada malo en reaccionar ante nuestros ex, nuestras finanzas o las noticias, pero si mantenemos esa reacción durante largos períodos de tiempo, estaremos accediendo a que algo del mundo exterior controle la forma en que pensamos, sentimos y actuamos. Y cualquier cosa del exterior que controle nuestros sentimientos y pensamientos nos convierte en víctimas del mundo exterior. Las personas que inconscientemente permiten que esto suceda, serán más susceptibles a su entorno y se convertirán en sus víctimas.
Pero si practicamos la inteligencia emocional, acortando el período refractario de nuestras emociones y permaneciendo en nuestro corazón, es lógico que fortalezcamos nuestro entorno interno y estemos más sanos y equilibrados.
Si abrir tu corazón durante cuatro días aumenta tu IgA en un 50%, imagina lo que puede suceder si lo haces durante el transcurso de todo el confinamiento.
por Joe Dispenza
24 de Abril 2020
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.
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