jueves, 30 de octubre de 2014

Bayas de Goji: fuente de juventud

Desde tiempos antiguos una de las mayores preocupaciones de las personas es mantenerse jóvenes y saludables, es decir, vencer de algún modo al paso del tiempo y para ello no son pocos los remedios a los que históricamente se ha recurrido.
Hace ya unos años que es muy común en Occidente la comercialización de lo que se conoce como bayas de Goji, frutos procedentes del arbusto Licium Barbarum, también llamado popularmente arce negro o arce del Japón. La intención es, aprovechando su capacidad antioxidante y energizante, combatir el envejecimiento y otras situaciones asociadas a debilidad; de hecho, también son conocidas como las “Bayas Tibetanas de la Longevidad”.
En este sentido, la Medicina Tradicional China la comprende y clasifica junto a las plantas nutrientes de la Sangre, siendo concretamente indicada para situaciones que cursan con dolor lumbar y de rodillas, mareo, dolor abdominal moderado, impotencia, emisiones nocturnas o tos por sequedad, todo ello por falta de Sangre.
No obstante, la acción más destacada de las bayas de Goji es tratar afecciones oculares que se manifiestan con lagrimeo, sequedad ocular, visión borrosa o disminución de la agudeza visual, todo ello mediante la hidratación de los ojos y la eliminación de calor a nivel local.
Esta característica la convierte, junto al Crisantemo chino, en un componente de vital importancia a la hora de confeccionar fórmulas herbales que pretendan recuperar la nutrición y el buen estado de los ojos, solo apuntando como principal contraindicación su uso en caso de diarreas por debilidad digestiva. 
 


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