Los orígenes de nuestro planeta se encuentran en la masa incandescente formada por gases y materias en fusión que llamamos magma. Esta, en un proceso de enfriamiento que ha durado millones de años, y que todavía está ocurriendo, se ha ido solidificando, formando la corteza terrestre, la cual tiene un grosor relativamente delgado si tenemos en cuenta la totalidad del globo terráqueo. Así pues, la mayor parte de la Tierra sigue siendo una inmensa masa fluida que tiene una temperatura de miles grados Celsius y que se encuentra en perpetuo movimiento.
El constante desplazamiento de esta corteza junto con la acción de los volcanes que arrojan grandes cantidades de lava dan lugar a que esta masa interior se vaya enfriando, transformándose en los diferentes tipos de minerales y piedras preciosas que tanto nos fascinan.
Cabe distinguir entre piedras primarias o magmatitas, que se forman a partir de piedras y minerales que provienen directamente del magma fluido; minerales secundarios, que son aquellos en los que influyen factores externos, como el viento, la lluvia, etc. (meteorización) y el proceso de sedimentación, y debido a estas influencias, las piedras van descomponiéndose lentamente liberando partes o partículas de minerales, y minerales terciarios, que son aquellos que se forman a partir de minerales ya existentes, que se transforman por la acción de los movimientos de las distintas capas de la corteza terrestre.
Historias y leyendas
Las piedras preciosas se hallan presentes en todas las culturas y tradiciones de la Tierra, habiendo sido utilizadas tanto por los pueblos primitivos como por las civilizaciones clásicas no sólo como mero ornamento, sino también por las propiedades especiales que se creía que estas poseían. Ya sea usadas como medicina o como talismán, las piedras se han visto siempre rodeadas de una rica tradición.Han sido asociadas al poder y la riqueza, proporcionando a quienes las ostentaban, en forma de joyas o aplicadas en objetos o edificios, estatus social y distinción. Reyes, nobles, papas, clérigos o chamanes, todos ellos se han ataviado con ellas y han decorado sus templos y palacios con las gemas más hermosas, dando a conocer así su rango y posición.
En las tumbas de los faraones egipcios, se han encontrado numerosas piedras preciosas cuyo fin era hacer más soportable el paso hacia el mundo de los muertos y, por supuesto, el escarabajo sagrado, símbolo de la eternidad, estaba tallado normalmente a partir de Lapis Lázuli o Turquesa. Sus sacerdotisas y sacerdotes se adornaban y cubrían su cuerpo con Malaquita, la piedra preferida de los egipcios.
Otra curiosa historia la encontramos en el relato de Parsifal, de van Eschenbach. En este, el Grial sería un lapis exilis, o Esmeralda caída del cielo, de la corona de Lucifer. Y no olvidemos la famosa piedra filosofal, la base de la gran obra de los alquimistas.
El cristal de roca goza de gran consideración tanto entre los indios americanos como en la cultura tibetana, siendo este utilizado como protección y para favorecer la iluminación espiritual. Por otro lado, los indios reverencian la Turquesa y el Coral en especial. Curiosamente, también los tibetanos consideraban sagrada a la Turquesa como símbolo de la eternidad del mar y el cielo y el Coral como símbolo de la vida y la forma y consideran sagrados el oro como el rayo de luz dorado del Sol y la plata como la luz de la Luna.
Por otro lado, a las piedras preciosas, les
fueron asignadas las horas del día, los días de la semana, las
estaciones del año y los planetas con sus signos zodiacales.
Cómo funciona la gemoterapia
En Oriente, las piedras preciosas eran ya utilizadas hace más de 5.000 años por la medicina tradicional china, que las colocaba directamente sobre el cuerpo de la persona a la que se trataba. También la medicina tibetana hace uso de las mismas en forma de polvo, siendo estas uno de los múltiples componentes de sus llamadas “pastillas valiosas”. Para ello, se usan principalmente diamante, esmeralda, coral, zafiro, oro y plata.En el cultura occidental son numerosos los testimonios del uso terapéutico de las gemas. Por ejemplo Teofrasto, discípulo de Aristóteles, escribió en el año 300 a.C. la obra Acerca de las piedras, centrada básicamente en las propiedades del cristal.
El rey francés Luis XVI tomaba regularmente píldoras hechas a base de perlas y coral, prescritas por su médico.
El principio de la acción beneficiosa de las gemas se encuentra en las vibraciones que emiten sus campos magnéticos y en la influencia de los colores que equilibran el cuerpo y la mente. Actualmente la ciencia ha podido comprobar la presencia de estas vibraciones mínimas que varían según el color y el tipo de piedra. Sin ir más lejos, esto se ha aplicado a los actuales relojes que funcionan con cristal de cuarzo. Otro ejemplo interesante es el Rubí, utilizado en ciertos tratamientos médicos a base de láser.
Así, el uso de las piedras preciosas con fines terapéuticos está experimentando actualmente un resurgimiento junto con otras formas de medicina alternativa, como puede ser la Aromaterapia, la terapia de Colores o el Reiki. Normalmente, estas se emplean de forma complementaria, aplicándose directamente en los chakras correspondientes. También puede tomarse agua que ha sido “magnetizada” con alguna gema. Para ello, la piedra se coloca en un vaso de agua mineral y la dejamos reposar una hora al Sol. El agua se ingerirá por la mañana en ayunas o antes de las comidas. Otro sistema es disfrutar de un baño en el que previamente se han depositado algunas piedras enteras o pulverizadas. El agua deberá estar a 35 grados y el baño no durará más de 20 minutos.
En general, para limpiar las piedras preciosas, bastará con dejarlas durante unos 10 minutos bajo el grifo.
Una vez al mes es, en principio, suficiente. Asimismo, pueden cargarse de energía nuevamente bajo el Sol o bien frotándolas de vez en cuando con un trapo de franela. Se recomienda dejarlas “descansar” durante un tiempo si se han usado intensivamente.
Lo que nos ofrecen las piedras
Ágata
Su nombre proviene del río Achates en
Sicilia, donde se encontró por vez primera. Es una piedra originaria de
zonas volcánicas que se forma durante el enfriamiento de la lava. Sus
diferentes colores se deben a su combinación con diferentes metales,
como hierro, acero o cromo. Es una de las gemas más antiguas y
apreciadas, pues, tanto griegos como romanos la usaban como amuleto para
atraer prosperidad y protección.
Las de color rojizo activan el primer y segundo chakra, por lo que influyen en un buen embarazo y aumentan la energía vital. Las azules influencian la columna vertebral por medio del quinto chakra. También se utilizan para aumentar la confianza en uno mismo y la autoconciencia. Tienen un efecto calmante.
Aguamarina
Es una de las piedras más hermosas de la familia del berilo, formada, además, por aluminio y silicio. Su color pasa por casi toda la gama de azules.
La Aguamarina se asocia a los signos de Acuario y Géminis.
Se aplica en el quinto chakra, por lo que tiene buenos resultados en la zona de del cuello y para los problemas de la glándula tiroides, de la boca, de la dentadura y en las afecciones del aparato respiratorio. Asimismo, es aplicada en el sexto chakra, considerándose como la piedra de los místicos y personas de corazón puro y sensible. Tiene un efecto positivo para potenciar la autoconciencia y es también apropiada para personas mayores.
Amatista
Del griego amethystos, que significa
“no ebrio”, lo que indica que esta gema brinda protección contra las
tentaciones, proporcionando firmeza a quien la lleva, siendo su
influencia bien conocida por los primeros cristianos.
Pertenece a los cristales de cuarzo y se forma en burbujas de gas
volcánico. Su color violeta proviene del hierro que contienen, pasando
de los tonos muy pálidos a los más oscuros y transparentes. Es la piedra
de Piscis y de Sagitario.Se aplica en el séptimo chakra, que es el que nos une con todo lo espiritual. Tiene un efecto calmante y refuerza el corazón y los nervios. Es una piedra muy apropiada para la meditación, y además efectiva contra la migraña, el insomnio y el acné.
Carneola
Se aplica en el primer y segundo chakra.
Estimula la circulación y renovación de la sangre, ya que fortalece el bazo, por lo que tiene un efecto positivo para el sistema inmunológico. Es la gema de la vitalidad y el optimismo. También ayudará a quienes necesitan restablecer el contacto con la energía básica de la Tierra.
Crisólito
Era piedra de protección, tanto para
griegos como para romanos. También conocida como Peridoto y Olivenita
(por su color verde oliva), es un silicato de magnesio y hierro que
suele encontrarse entre las rocas volcánicas. El Crisólito es la gema de
los Leo, si bien este signo se reserva para sí las piedras y minerales
nobles como el diamante y el oro.
Se coloca en el cuarto chakra. Su acción es muy favorable para el
corazón, los pulmones y la glándula timo. Fortalece el corazón y el
sistema inmunitario. Indicada para niños y personas jóvenes. Otorga
optimismo y elimina sentimientos negativos como celos y odio.
Granate
Pertenece a la familia de los silicatos, la mayoría es de color oscuro, aunque puede llegar a ser también más o menos rosado transparente.
El Granate se asocia a los signos de Fuego, y en concreto, a Escorpión.
Activa el primer chakra, estando asociada con el fuego del Kundalini, la pasión y la sexualidad. Mejora la potencia y previene enfermedades sexuales. En momentos de crisis o depresión, nos proporcionará valor y ánimos. Favorece también la amistad y las relaciones.
Jade/Nefrita
Jade es el nombre colectivo que se da a la mezcla de nefrita y jedeita. Su color varía del verde claro al oscuro. El Jade se asocia a signos de Agua como Cáncer y Piscis, aunque también a los signos de Libra y Virgo.
Se coloca en el segundo chakra cuando se tratan problemas de riñón, para lo que está especialmente indicada. El Jade es la gema del equilibrio, da calma a personas nerviosas y energía para aquellos que carecen de ella.
Lapis Lázuli
Se forma durante la transformación del calcio en mármol y pertenece al grupo de los silicatos. Contiene diferentes minerales, de los que la pirita le proporciona sus característicos puntitos estrellados. El Lapis Lázuli corresponde al signo de Sagitario.
Funciona en el sexto y séptimo chakra, dado que potencia la razón y la intuición. Asimismo, es apropiado para el quinto chakra, el del corazón. Esta gema tiene un efecto muy fuerte en las diferentes glándulas del cuerpo. También está indicada para las enfermedades de la zona del cuello y de los pulmones. Actúa positivamente sobre la hipertensión, estados depresivos, miedos y nervios, por lo que tiene efectos positivos para las palpitaciones y el corazón en general.
Ónice
Su acción es posititva en todos los chakras. Actúa positivamente en los oídos; refuerza las uñas y el cabello. Sus efectos se refuerzan al combinarse con la Amatista. Aumenta la concentración y la conciencia.
Piedra Lunar
Pertenece al gran grupo de los feldespatos. Puede encontrarse también en tonalidades amarillentas y grisáceas, mostrando cambios de colorido según la luz. Corresponde al signo de Cáncer.
Se coloca en el segundo chakra, por lo que influye en la glándula suprarrenal y en los órganos reproductores de la mujer, favoreciendo el embarazo y siendo efectiva durante la menstruación y la menopausia. Fomenta la producción de leche durante la lactancia. Calma las emociones y potencia las cualidades femeninas como intuición y sensibilidad.
Rubí
Su color rojo se debe básicamente al cromo. El Rubí se asocia a los signos de Fuego, en especial a Leo.
Actúa en el cuarto chakra, el del corazón. Favorece la circulación y la renovación sanguínea, estimulando la producción de glóbulos rojos. Está recomendado también para evitar abortos y aliviar problemas de menopausia. Proporciona espontaneidad, pasión y valor, aportando nueva fuerza a personas carentes de dinamismo. Asimismo, favorece la sensibilidad y las relaciones amorosas.
Turquesa
Se aplica en el quinto chakra. Está muy indicada en problemas de cuello y boca así como de la glándula tiroides. Es reguladora del apetito.
Fuentes consultadas para la elaboración de este artículo:
Revista Vital núm. 27
Edelstenen en uw gezondheid (J. van Vlanderen)
Gids Geneeskrachtige stenen (Julia Labecher)
Heilen mit Edessteinen (Daya Sarai)
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