El sanador no es realmente un sanador porque él no es quién actúa.
La
sanación sucede a través de él; él solamente tiene que desaparecer.
En
realidad, ser un sanador significa no ser. Cuanto menos eres, mejor es
la sanación. Cuanto más eres, más bloqueado está el vehículo.
Dios, o la
totalidad, o como prefieras llamarlo, es el sanador: el sanador es el
todo…Una persona enferma es aquella que ha desarrollado bloqueos entre
ella misma y el todo, y es por eso que está desconectado. La función del
sanador es volverle a conectar. Pero cuando digo que la función del
sanador es volverla a conectar no me refiero a que es el sanador quien
tiene que hacer algo.
El sanador es sólo un vehículo. Dios es el
sanador.El sanador está conectado con el todo, por eso puede convertirse
en un vehículo. El sanador toca el cuerpo de una persona enferma y se
convierte en un enlace entre el paciente y la fuente. Si es sanador es
una persona de conocimiento, que entiende el proceso, no sólo puede
ayudar al paciente a sanar, sino que además puede ayudarle a conectarse
con la fuente de donde procede la sanación.
OSHO
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