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¿Sabías que un problema emocional puede afectar tu digestión?Esto ocurre debido a que el sistema digestivo y nuestro cerebro están conectados.
La conexión se ha vuelto más evidente a raíz de que médicos comenzaron a notar que medicamentos para tratar la ansiedad, el insomnio y estrés, también ejercían efecto positivos en la digestión.
El cerebro que controla nuestro intestino
A grandes rasgos, el cerebro controla los intestinos y sistema digestivo a través del nervio vago, sin embargo, se cree que no hay un control específico por lo que la alteración de uno, puede afectar al otro. Se cree que por esta relación, las enfermedades que afecta el sistema digestivo, también afectan a nuestro cerebro, y pueden generar estrés, e incluso dolores de cabeza, aunque lo más evidente es cómo el estómago resulta afectado por las emociones.Las enfermedades que afectan al sistema digestivo, como la colitis, gastritis, y dolor abdominal, se ven agravadas cuando hay estrés, ansiedad, o algún factor de tipo emocional y también mejoran cuando estos factores son tratados.
Estómago y Emociones: Equilibrio mental
En los últimos años, muchas personas sufren de digestiones lentas, y trastornos digestivos diversos, este hecho ha preocupado a muchos profesionales de la salud y gracias a la observación, se ha encontrado que varios de estos casos tienen un origen emocional, más que una causa orgánica.La psiconeuroinmunología es precisamente el estudio del efecto que tienen las emociones y el estrés en los diferentes sistemas del cuerpo, así como las enfermedades que pueden derivarse de esta influencia, sorprendentemente la relación entre las emociones y la enfermedad se ha vuelto muy evidente.
A raíz de estos hallazgos, se está dando un mayor entendimiento de las enfermedades, y como estas pueden ser el reflejo de nuestro estado mental. Hoy en día se reconoce al estrés como la causa principal de distintos problemas de salud.
Se ha identificado que las personas que sufren de alexitimia, un trastorno que consiste en la incapacidad del sujeto de reconocer sus propias emociones y expresarlas, son más susceptibles a problemas digestivos, en estos casos en los que nuestros sistema digestivo se ve afectado por las emociones y el estrés, lo ideal es tratar de combatir la causa y no sólo tratar el síntoma.
Lograr un equilibrio mental, parece ser de gran ayuda para mejorar nuestra salud en general.
¿Cómo mejorar nuestra salud?
Se plantea que llevar una saludable dieta, favorece una buena digestión y por lo tanto, nuestra mente también esta despejada y en equilibrio.De la misma forma, se cree que los problemas emocionales, afectan nuestra digestión. Para mejorar nuestra salud, es necesario buscar un equilibrio mental.
Remedios naturales para nuestra mente y digestión
Afortunadamente podemos recurrir a varis alternativas y remedios naturales para encontrar un equilibrio y de esta forma eliminar síntomas digestivos.Masajes: Ayuda a calmar el dolor abdominal, gracias a que estimula las conexiones nerviosas. Se puede optar por reflexología o por un masaje tradicional en la zona del abdomen, son indicados especialmente en tránsito lento, estreñimiento, pero no se aconseja cuando hay dolor abdominal o distensión.
Acupuntura y digitopuntura: Son alternativas que pueden ayudar a mejorar los síntomas digestivos, además, favorecen la relajación, siendo útiles en casos de estrés y ansiedad.
Reiki: Consiste en una práctica de curación a través del manejo de energía universal que se puede canalizar con las manos, se considera una buena alternativa para quienes son víctimas del estrés y la ansiedad, además, también ha resultado útil para tratar la depresión y otros trastornos emocionales.
Dieta saludable: Una dieta balanceada favorece una mejor digestión, se recomienda evitar los alimentos procesados, ya que suelen ser ricos en hidratos de carbono y grasas poco saludables. Se recomienda también disminuir nuestro consumo de grasas, evitar los alimentos fritos y rebozados, procurar cocinar nuestros alimentos con poca grasa, por ejemplo, alimentos cocidos, a la plancha o al vapor.
Si existe intolerancia a la lactosa o antecedentes familiares de intolerancia a la lactosa y nos sentimos indigestos o con dolores abdominales con frecuencia y luego de consumir lácteos se deben evitar la leche y lácteos, si no notamos evidencia de mejoría podemos ingerirlos nuevamente.
Dormir bien: Nuestro cuerpo necesita descanso, el sueño ayuda que nos recuperemos, y la falta del mismo nos vuelve más sensibles a los efectos del estrés.
Técnicas de relajación: Los ejercicios de respiración pueden dar lugar a la relajación y este estado nos ayuda a mitigar el dolor, si se padece. También se han reportado beneficios, con la práctica de yoga, ya que esta disciplina se acompaña de ejercicios de respiración.
Terapia: La psicoterapia cognitiva-conductual, es clave para cambiar modificar la forma en que pensamos y así sentirnos mejor. Es ideal cuando el paciente demuestra ansiedad y se ve claramente afectado por el estrés. Además, nos ayuda a desarrollar habilidades de adaptación, y a mejorar nuestras relaciones.
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