Hoy
en día, y más en las vacaciones escolares, los juegos online acaparan el
tiempo de los chicos y chicas, ¿cuánto puede afectar a su salud mental
estar conectados a la red horas de horas? Varios estudios analizan los
posibles efectos que los adelantos tecnológicos pueden generar en los
adolescentes que disfrutan con ellos. Unos estudios detectaron que los
juegos de video pueden tener algunos riesgos para la salud. Aquí te
contamos más detalles sobre este hallazgo y cómo detectar cuando el
juego se está convirtiendo en una adicción.
La salud mental se deteriora por el uso desmedido de este tipo de
tecnología, pues, si no existen unos límites, puede intensificarse la
posibilidad de que los niños se enfrenten a un mayor aislamiento social.
La ansiedad, la irritabilidad y la ira son otros de los síntomas que
señalan una posible adicción al uso de los dispositivos electrónicos.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (JuntosBien). La tecnología brinda cada vez más opciones de entretenimiento, sobre todo para los adolescentes que suelen ser los usuarios apasionados de estos adelantos. Sin embargo, no todo es alegría y diversión en el mundo de los videojuegos. Este es un tema que ha generado incontables páginas de investigaciones y debates.
Un estudio reciente sobre el juego y la salud de los adolescentes, desarrollado por unos investigadores de la Escuela de Medicina de Yale, encontró que existen riesgos relacionados con la salud debidos al juego, particularmente en las adolescentes mujeres. Esto significa que si bien la mayoría de los adolescentes que juegan son varones, cuando se trata de relacionar el juego con la salud, son las mujeres jugadoras quienes tienden a ser más violentas, involucrarse en serios pleitos (peleas) y llevar armas a la escuela.
Los adolescentes son el grupo más vulnerable a la adicción a estos videojuegos, cuyas consecuencias pueden ser nefastas para sus vidas en todo sentido. Si no se les pone control desde un inicio, el riesgo puede ser que caigan en el círculo vicioso de la dependencia a los juegos y desarrollar la ludopatía.
En otras circunstancias, cuando hay una patología psiquiátrica asociada, los chicos y chicas pueden confundir la realidad con la fantasía del juego y presentar síntomas de agresividad, que en situaciones extremas puede tener desenlaces fatales.
Autoridades del Instituto Nacional de Salud Mental español exhortaron a los padres y madres de familia a supervisar los juegos que están en las computadoras de sus hijos e hijas y fijarles un límite de tiempo de uso como una forma de prevenir la adicción a este tipo de videojuegos.
Los ciberadictos o adictos al videojuego, pueden pasar largas horas en sus computadoras sin importarles el tiempo, o si se alimentaron o asearon. Esa adicción puede llevarles a estados de fatiga, incomodidad y falla en su devenir cotidiano, manteniéndoles en tensión constante que los puede llevar a cuadros depresivos y/o de ansiedad, tal como lo señalan los especialistas en la salud mental de las personas.
Además, ese modo de interactuar, solos o en comunidad online, puede ocasionarles trastornos de conducta (mentir, coger dinero) disminuir sus actividades académicas, faltar a clases, llegando en ocasiones a perder los estudios.
Los investigadores también detectaron que una pequeña porción de los adolescentes que adoran los juegos de video tienen problemas para dejar de jugar, una sensación irresistible de jugar o una tensión que sólo se alivia jugando. Y aunque la cantidad era realmente pequeña, los adolescentes que presentaban esta característica, tanto los hombres como las mujeres, tendían a tener otras conductas preocupantes como fumar regularmente, usar drogas o involucrarse en peleas.
Se estima que entre el 7% y 11% de los chicos que juegan con videojuegos tienen problemas reales al punto de ser considerados enfermizos, ya que afectan su desempeño en la vida escolar, social, familiar y psicológica. Así encontró otro estudio que se dio a conocer recientemente, desarrollado por investigadores de la Universidad Estatal de Iowa, en USA.
Tal como en la investigación realizada por científicos de Yale, en este caso también se demostró que el 10% de los jóvenes (una pequeña porción) que se divierten con los videojuegos sufren de depresión, de ansiedad, de fobias sociales y tiene un bajo rendimiento escolar, muchas de estas condiciones derivan de su conducta frente a este pasatiempo.
Por eso, los especialistas concluyeron que esta adicción es diferente a otras (ya que afecta varios aspectos de la vida), y encontraron que cuando los chicos logran superarla comienzan a disminuir la depresión, la ansiedad y las fobias sociales.
Las compañías diseñadoras de videojuegos son conscientes de que, al crear algo que contenga un elemento adictivo, sus ventas aumentan considerablemente. Los niños se dedican a intentar pasar de nivel y esto les hace interactuar de manera desmesurada con estos dispositivos.
Hay algunos casos en los que los niños han llegado a perder la dimensión de la realidad y del tiempo como consecuencia de tener los mandos en sus manos más de lo debido.
Las compañías diseñadoras de videojuegos son conscientes de que, al crear algo que contenga un elemento adictivo, sus ventas aumentan considerablemente. Los niños se dedican a intentar pasar de nivel y esto les hace interactuar de manera desmesurada con estos dispositivos.
Hay algunos casos en los que los niños han llegado a perder la dimensión de la realidad y del tiempo como consecuencia de tener los mandos en sus manos más de lo debido.
Pros y contras
Hay ventajas en el uso intensivo de los videojuegos. “Es cierto que las consolas pueden convertirse en una forma de entrenamiento para la mente, pero su uso excesivo puede conducir a graves problemas de salud que son fáciles de prevenir”, afirma la doctora Concepción Ruipérez Cebrián, pediatra del Hospital Quirón de Torrevieja (España).
“Las ventajas no son lo que más destacan en los videojuegos, pero es verdad que los niños pueden llegar a agudizar la actividad deductiva. Se estimula la lógica, la agudeza visual y se desarrolla también una mayor rapidez en los actos reflejos”, señala la pediatra.
Pero también hay desventajas: Según Concepción Ruipérez, “la adicción a los juegos virtuales hace que los niños desechen otro tipo de actividades, como es la actividad física, lo que más escasea entre la población infantil de la sociedad actual. Hay poca actividad física en los colegios, y menos aún en las casas. Ahora los niños no juegan en los parques y ya no hacen más de dos o tres horas semanales de ejercicio.”
La tendencia al sedentarismo y a la obesidad en la infancia es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los niños adictos a los videojuegos. Ellos evitan al máximo cualquier tipo de actividad al aire libre por su permanente interés en el juego.
Pueden estar constantemente frente a la pantalla y encontrar en la comida rápida una solución para no dejar de jugar. El riesgo de sufrir enfermedades de corazón como los altos niveles de colesterol o la hipertensión es latente en aquellos niños que tienen mayor afición por los videojuegos.
Consejo: Observa si tu hijo/a:
> No hace las tareas, tanto del hogar como del colegio, para jugar videojuegos. > Pasa más tiempo pensando en el juego o planificando sesiones de juego y prefiere jugar en la computadora o con los videojuegos, antes que salir o jugar con amigos.
> Se duerme en la clase y/o tiene malas calificaciones por estar jugando videojuegos.
> Siente una fuerte atracción y necesidad de jugar y usar las computadoras, y/o se enoja cuando no juega.
> Se aburre al participar en otras actividades.
> Juega para escapar de problemas o sentimientos negativos.
> Miente sobre el uso de los juegos de video.
> Roba dinero para comprar juegos.
> Demuestra desórdenes del sueño o trastornos con sus patrones para dormir: ojos secos, dolores de cabeza o problemas de higiene.
Si crees que los videojuegos son un problema en tu hogar o quieres prevenirlo, algunas cosas que puedes hacer incluyen:
** Establece reglas claras sobre cuándo jugar, dónde, durante cuánto tiempo y a qué tipo de juegos, tan pronto como tu hijo/a comienza a utilizar los videojuegos.
** Limita las horas de juego.
** Si no tiene límites, demuéstrale claramente e insiste sobre las consecuencias de esto.
** Asegúrate de que tu hijo o hija no están jugando por las noches.
** Pídele que termine las tareas antes de jugar.
** No permitas que tenga los videojuegos en su habitación.
** Trata de mejorar y fomentar una mejor comunicación con tu hijo o hija para detectar si el juego es el resultado de otras inseguridades, por ejemplo.
** Anímalo/a a que realice otras actividades y a que pruebe nuevas tareas que puedan resultar entretenidas.
Si tu hijo o hija no cooperan y sientes que esto no da resultado, o te preocupa que pueda ser o se esté volviendo una adicción, busca ayuda profesional. Puedes consultar con un psicólogo o con tu médico, él o ella te puede orientar. Los juegos de video son para entretener, pero no pueden convertirse en un modo de vida que causen problemas en la vida diaria y en el desarrollo social de los adolescentes.
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