Evidentemente a medida que pasan los años el cuerpo va experimentado un deterioro, pero no a los 50 o 60 años y por supuesto NO a los 40, una edad que precisamente, según el Ayurveda, es de plenitud.
Si estas u otras dolencias fueran fruto de la edad, todos las tendríamos a los mismos años aproximadamente, así como a todas las personas nos salen los dientes en unos años concretos o dejamos de crecer.
Si fueran achaques de la edad, si fueran cambios que inevitablemente llegan con los años ¿Por qué hay personas que con 80 años pesan prácticamente lo mismo que con 20? ¿Por qué hay mujeres que nunca hay tenido sofocos, artrosis, osteoporosis…? ¿Por qué muchas personas con edades avanzadas no necesitan usar gafas ni audífonos? ¿Por qué hay ancianos con una memoria excepcional, que no tienen colesterol, están delgados o además tienen una gran vitalidad?
Esto nos indica que los años no pasan igual para todos y por lo tanto que los denominados “achaques” más que a la edad se deben a otros factores. Hay dos factores principales que hacen que los procesos de envejecimiento sean más o menos rápidos e importantes: la constitución personal de cada uno y los hábitos de vida.
Por un lado esta nuestra constitución personal o prakruti, que determina los puntos débiles que tenemos que cuidar cada uno especialmente. Por ejemplo, el aumento de peso en las personas kapha, procesos de degeneración ósea en los vata y las canas o calvicie prematura en las constituciones pitta.
Por otro lado, los verdaderos factores que marcan nuestra salud en general, o cómo vamos a envejecer en particular, son nuestros hábitos diarios, principalmente la alimentación, el ejercicio, el trabajo y la actitud mental.
Según Ayurveda la principal causa de las enfermedades y el deterior del cuerpo son las toxinas o ama. Cuando hablamos de toxinas nos referimos a todo tipo de sustancias que el cuerpo no puede digerir. Hay toxinas en los alimentos que ingerimos, en el aire que respiramos e, incluso, los pensamientos y emociones que tenemos pueden generar toxinas.
Lo que produce ciertos procesos de envejecimiento prematuros es un exceso de tóxicos que satura nuestro organismo.
Los “achaques” en una gran mayoría de casos no son por la edad, sino que se deben a los hábitos que año tras año han colapsado de forma prematura los distintos sistemas corporales.
En este tipo de situaciones, los distintos órganos y sistemas no pueden hacer bien sus funciones, se saturan, las toxinas van acumulándose en los tejidos, y el metabolismo en general se ralentiza. Como consecuencia aumenta el peso, los dolores articulares, el cansancio, la falta de memoria y concentración…
La buena noticia es que, como estos procesos no responden a un envejecimiento real, estos desequilibrios en gran medida pueden revertirse.
Para este fin, el Ayurveda nos ofrece múltiples soluciones, como las rutinas diarias, los masajes, la alimentación personalizada, las dietas desintoxicantes, los productos y plantas específicos…. No en vano ya desde sus primeros escritos, hace miles de años cuando se diferenciaron sus distintas ramas del saber, destaca una rama que recibe el nombre de Rasayana, que podemos traducir por Rejuveneciento. El Ayurveda, ya desde su creación, pone atención en estos procesos y nos ofrece potentes herramientas que han acompañado al ser humano a lo largo de cientos de años, para poder tener una vida larga y plena.
No en vano el Ayurveda es el arte de vivir.
http://www.almaayurveda.com
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