Pensamientos, juicios y críticas causan
estas dolencias que se manifiesta y padecen un porcentaje altísimo de la
población de la tierra.
Espalda (en general)
La espalda representa el sostén y el
soporte de la vida. Es el lugar que me protege si me siento impotente
frente a una persona o una situación (doy la espalda) en caso de
necesidad. Si mi peso es excesivo, si carezco de “respaldo” o si no me
siento bastante “respaldado” (afectivamente, monetariamente, etc.), mi
espalda reaccionará en consecuencia y ciertos dolores (agujetas) pueden
manifestarse. Puedo tener la espalda ancha y ser capaz de recibir o bien
inclinarme humildemente, a inclinarme por respeto o aceptación. Poco
importa el motivo, un dolor de espalda indica que quiero quizás salvarme
de algo colocándolo detrás mío, porque es con mi espalda que olvido las
experiencias que me causaron confusión o pena. Pongo todo lo que no
deseo ver o dejar de ver a los demás, jugando así al avestruz.
Estoy profundamente herido, incapaz
actualmente de expresar estas emociones bloqueadas. Rechazo ver lo que
me conviene. Acepto liberar ahora las energías retenidas en los lugares
que me duelen, una espalda flexible pero fuerte indica cierta
flexibilidad mental y una gran apertura mental contrariamente a la
rigidez dorsal que significa orgullo, poder y negación a ceder. Sentado
bien cómodamente, puedo tener la sensación de estar protegido, en total
seguridad. Sin embargo, aun cuando mi espalda sirva para soportar estas
cosas indeseables y jugar al “avestruz”, acepto ver lo que me molesta y
expresarlo. Actuando de este modo, me libero del peso que llevaba.
La postura adoptada da indicaciones
sobre lo que vivo y sobre mi modo de transigir con las situaciones de mi
vida: si estoy en reacción frente a la autoridad, si quiero tener razón
frente a alguien o a algo, voy a “tensar la espalda” por orgullo. Si,
al contrario, vivo sumisión, si tengo miedo, si me siento débil, voy a
“curvar la espalda” y cuantas más grandes sean mis preocupaciones, más
“me dolerá la espalda”. Ciertas personas integran más las dificultades
de la vida en la escritura, el diálogo o el intercambio. Elijo el medio
que mejor me conviene y dejo que la vida fluya en mí para aprender a
expresarme más y afirmarme cuando lo necesito. Acepto que la vida me
sostenga en cada instante y “levanto los hombros”, sabiendo que tengo la
fuerza necesaria para realizar todos mis proyectos.
Parte superior de la espalda (7 vértebras cervicales)
La parte superior de la espalda corresponde a la región del corazón y al centro energético cardíaco.
Los dolores de espalda se refieren a las
primeras fases de la concepción, a las necesidades de base y a la
estructura más fundamental del ser. Las 7 vértebras cervicales están
particularmente referidas en este sector. Se refieren a la comunicación y
a mi grado de apertura frente a la vida. Mi ingenuidad puede hacerme
vulnerable a este nivel. Si tengo la sensación que se me quiere juzgar,
criticarme o herirme, podré estar afectado en este plano y tendré
tendencia a encerrarme como una ostra. Las cervicales c1, c2, y c3 están
particularmente afectadas si me desvalorizo al nivel de mis capacidades
intelectuales y las cervicales inferiores reaccionarán a la injusticia
que puedo tener de la sensación de vivir en mi vida o a la que veo
alrededor mío y que me repugna. Además, cada vértebra me da las
informaciones adicionales sobre la fuente de mi malestar.
c1 = primera vértebra
cervical que se llama el atlas y que lleva el número c1, sirve de
soporte a la cabeza. Es un pilar que mantiene la cabeza en equilibrio;
si me preocupo demasiado ( me rompo la cabeza) frente a una situación o a
una persona, mi cabeza se hace más pesada hasta darme dolores de cabeza
y podrá tener dificultad en soportar la carga. Si manifiesto estrechez
mental, si rehuso mirar todas las facetas de una situación, si soy
rígido en mi modo de pensar, c1 reaccionará dejando sus actividades,
dejando de poder pivotar. Estará paralizada por mi miedo, mi
desesperación frente a la vida, mi negatividad, mi dificultad en
expresar mis emociones. Un mal estado de c1 se acompaña generalmente de
dolores que afectan la cabeza, el cerebro y el sistema nervioso, etc.
Debo aprender a escuchar mi interior, a guardar mi mente abierta, a
traer más calma en mi vida para disminuir mi actividad cerebral,
permitiéndome así ver la realidad bajo un día nuevo, con más confianza.
c2 = la segunda
vértebra cervical trabaja en estrecha colaboración con c1. Se la llama
axis. Es el pivote que permite a c1 moverse. c2 está conectada con los
principales órganos de los sentidos, es decir los ojos, la nariz, las
orejas, la boca (lengua). Por esto estarán afectados éstos cuando c2
tenga un malestar. Si soy rígido en mi modo de percibir la vida, si
rehúso soltar mis viejas ideas para dejar sitio a lo nuevo, si me
preocupo siempre por el día siguiente, c2 corre el gran riesgo de
volverse también rígida. Frecuentemente, mis lágrimas son secas porque
reprimo mis emociones y mis penas, mis decepciones, mis pesares quedan
hundidos dentro de mí. El “lubricante” (mis lágrimas de pena o de
alegría) siendo carente, c1 no se articulará sobre c2 tan fácilmente.
Habrá irritación, calentamiento, igual como en mi vida cotidiana. Esto
se produce particularmente, en el caso de depresión, de una emotividad
excesiva (si por ejemplo, hay un conflicto familiar), de ira, de
revuelta, todo esto siendo generalmente causado por el miedo de ir hacia
delante, de cambiar, de tomar responsabilidades, de enjuiciamiento de
los demás y de sí – mismo, por la no estima, puede llevar a un deseo de
auto destrucción (suicidio). Debo aprender a tomar contacto con mis
emociones y asumirlas, a tomar mi lugar expresando lo que vivo para que
el flujo de energía empiece a circular en mi cuerpo y que c2 pueda
volver a funcionar en armonía con c1 y que todo “bañe en aceite”!
c3 = la tercera
vértebra cervical es una eterna solitaria. A causa de su posición, no
puede contar con nadie o trabajar en cooperación con otras vértebras. Si
mi c3 no se encuentra bien, también puedo tener la sensación de que
debo despabilarme solo. También puedo replegarme sobre mí mismo, vivir
“en mi burbuja” y evitar toda forma de comunicación (tanto oral como
sexual) con mi entorno. “¿para qué perder mi tiempo? de todos modos,
nunca se me hace caso y nunca se entienden mis ideas o mis estados de
ánimo”. Entonces se produce la rebelión, el desanimo, porque mi
sensibilidad está afectada en lo más hondo de mí. Incluso puede
apoderarse de mí la angustia. El desgaste del tiempo hace su labor y mis
sueños y mis deseos más queridos se desvanecen poco a poco. Me vuelvo
irritable, amargo con una persona o una situación que no consigo
digerir. La soledad puede tanto ser benéfica para recuperarme, hacer
balance, ver claro en mi vida, como puede ser un medio de huir de mis
emociones, la realidad hacía la cual vivo con mucha incomprensión. La
elección me incumbe! tomo nota de que una dolencia en c3 puede conllevar
daños en mi rostro (piel, huesos o nervios) así como en las orejas y
los dientes.
c4, c5, c6 = las
vértebras cuarta, quinta y sexta cervicales se ubican al nivel de la
tiroides y están en estrecha relación con ésta. Ésta juega un papel
mayor en el lenguaje, la voz, (cuerdas vocales) y cualquier desarmonía
en lo que a comunicación se refiere, tanto cuando me expreso, como
cuando otras personas me comunican, hará que reaccionen c4, c5 y c6.
Puede que me haya ofuscado con lo que haya oído, causando indignación e
ira. c4, c5 y c6 reaccionan aún más fuertes si además no expreso mis
opiniones, mis frustraciones. Mi porcentaje de agresividad corre el
riesgo de incrementarse, lo cual cierra los canales de comunicación al
nivel de estas 3 vértebras cervicales. Trago mal lo que a mí se me
presenta. Tengo tendencia a rumiar ciertos acontecimientos para un largo
período de tiempo. Frecuentemente aparecen dolencias y dolores que
afectan todo mi sistema de comunicación verbal: boca, lengua, cuerdas
vocales, faringe, etc. y todas las partes de mi cuerpo que se sitúan
entre el nivel de mi boca y de mis hombros pueden estar afectadas. Tengo
ventaja en aceptar, que cada experiencia es una oportunidad de crecer y
que hay una lección por sacar de todo. Debo dejar fluir en vez de
obstinarme y de estar enfadado con la vida, sino mi cabeza se pone a
“hervir” y me siento sobrecargado por todas las tareas que tengo que
realizar y que me parece no poder llegar a realizar. Necesito
expresarme, o bien por la palabra, la escritura, la música, la pintura, o
cualquier otra forma de expresión que me permita “volver a conectar”
con mi creatividad, mi belleza interior. Todos mis sentidos entonces
estarán estimulados, activados, lo cual activará mi tiroides y permitirá
que c4, c5 y c6 funcionen normalmente. Los dolores sentidos en esta
región podrán así desaparecer.
c7, la última vértebra
cervical está influenciada altamente por todo mi lado moral, mis
creencias y mi lado espiritual también. Si vivo en armonía con las leyes
de la naturaleza, si escucho los mensajes que mi cuerpo me manda y la
vida en general, c7 va a funcionar mejor. Al contrario, si vivo ira, si
estoy cerrado a las opiniones y a los modos de ver de las personas con
quienes me relaciono, si me elevo y me enfrento con otras ideologías
diferentes de la mía sin una mente abierta, c7 reaccionará fuertemente y
podrá afectar mis manos, codos y brazos que podrán inflamarse o tener
dificultades en moverse. El funcionamiento de mi tiroides estará
afectado. Del mismo modo, remordimientos de consciencia con relación a
una palabra dicha, un acto hecho o un pensamiento mandado hacía una
persona también van a afectar c7. Si vivo emociones intensas en mi vida,
si estoy decepcionado, si tengo miedo de ser rechazado, si me escondo
debajo de mi cama para evitar estar herido “otra vez”, c7 podrá estar
afectada. Debo aprender a discernir lo que es bueno para mí y lo que no
lo es. Debo respetar los puntos de vista de cada persona incluso si son
diferentes de los míos. Abriendo mis brazos a los demás es cómo voy a
aprender mejor y podré realizar mejor las elecciones que me permitirán
sentirme más libre
La parte central de la espalda (12 vértebras dorsales)
La parte central de la espalda
representa la gran región torácica del cuerpo comprendida entre el
corazón y las vértebras lumbares. Es una región de culpabilidad
emocional y afectiva. Las 12 vértebras dorsales se relacionan
principalmente con esta región:
d1 = la primera
vértebra dorsal puede reaccionar fuertemente cuando voy hasta mis
límites bien sea en mi trabajo, en el deporte, en todas las situaciones
en que voy hasta el final de mis fuerzas mentales, físicas o
emocionales. No aprecia tampoco un “dopaje” que sea bajo forma de
alcohol o de droga, la que sea. Su sensibilidad en ese momento estará a
flor de piel. Me construyo entonces medios de auto – protección para
protegerme de mi entorno y evitar estar herido. Esto puede manifestarse
sobre todo en mis gestos o en mis palabras: por ejemplo, tiendo a
apartar a los demás por mi frialdad o por palabras hirientes. esto puede
incluso manifestarse por una toma de peso importante, éste siendo mi
protección natural y física, porque quiero inconscientemente “ocupar más
sitio” y dejar menos a los demás. También esto puede esconder timidez
actual y con la cual tengo dificultad para transigir. Se pondrá aún más
en evidencia si temo perder el amor de la gente. Debo vigilar y evitar
acurrucarme sobre mí mismo rumiando negatividad constantemente, siendo
siempre fijo en las mismas ideas y frustraciones. Un mal estado de d1
puede traer dolencias en cualquier parte de mi cuerpo situada entre mis
codos y la punta de mis dedos así como dificultades respiratorias (tos,
asma, etc.)
d2 = la segunda
vértebra dorsal reaccionará fácilmente cuando mi emotividad esté
afectada. Si acumulo y ahogo mis emociones, entonces d2 me mandará un
mensaje y aparecerá el “dolor de espalda”. Si tengo la sensación de que
no tengo mi lugar en la vida y en la sociedad, que la vida es “injusta” y
que me siento víctima de los acontecimientos, d2 estará afectada. Puedo
ser particularmente sensible a todo lo que toca a mi familia, y vivo
situaciones de conflicto o desarmonía de un modo intenso. Puedo haber
almacenado viejos rencores. También puedo remover constantemente
experiencias pasadas, recuerdos, queriendo fijar mi realidad en
acontecimientos pasados, en vez de mirar el porvenir con confianza y
viviendo intensamente el momento presente. Puedo contemplar una nueva
situación que me trae un miedo a lo desconocido. ¿Voy a tener demasiadas
responsabilidades? ¿Voy a estar sostenido o deberé despabilarme solo?
¿cómo va a reaccionar la gente alrededor mío? si dudo de mí, de mis
capacidades, podré reaccionar jugando el papel de los “duros de roer”
volviéndome muy autoritario; tendré así la sensación de controlar la
situación, sabiendo muy bien que tiemblo de miedo, yendo incluso hasta
tener angustia. También puedo volverme irritable frente a una persona o
un suceso y reacciono por saltos de humor. Una d2 en mal estado suele
estar acompañada de malestar y dolores en el corazón y los órganos que
se vinculan a ellos, así como a los pulmones. Aprendo a pedir y tener
confianza en mi capacidad de aceptar nuevos retos. Suelto mi pasado y me
giro hacía el futuro sabiendo que ahora soy capaz de tomar mi lugar en
armonía con mi entorno. Puedo también leer la sección referente al
corazón para tener otras pistas.
d3 = la tercera
vértebra dorsal está esencialmente relacionada con los pulmones y el
pecho. Puedo ir a consultar lo referente a estos dos temas para ver
cuáles son las causas que pueden afectarles y tendré una pista para
saber porqué d3 me manda también mensajes. Además, todo lo que puedo
percibir por mis sentidos y que no me conviene del todo hará reaccionar
d3. Ya que soy muy sensible a mi entorno, me he confeccionado un sistema
con el cual sé lo que está bien y lo que está mal, lo que es aceptable,
o no. puedo estar fijado y rígido en mi modo de pensar o ver las cosas.
Tengo tendencia a juzgar cualquier persona o situación que no entre en
mi definición de “correcto”. Puedo reaccionar fuertemente frente a lo
que considero ser una “injusticia”. Incluso puedo volverme colérico y
violento mientras no esté de acuerdo con lo que veo, percibo u oigo.
También puedo construirme un “escenario” en mi cabeza, disfrazando la
realidad, frecuentemente a causa de mi miedo a ver la realidad de frente
y también porque la realidad que me rodea me deprime. Entonces, tengo
menos gusto de vivir, ya no tengo el sentimiento de estar en seguridad.
Puede invadirme la tristeza. Ya no tengo el gusto de luchar. La
depresión se va apoderando de mí progresivamente, y querré cortarme de
este mundo que sólo me trae pena, frustración, ansiedad. Debo aprender a
ver la vida bajo un nuevo día. Aceptar que no pueda vivir en un mundo
perfecto y que cualquier situación es perfecta porque cada situación me
permite sacar una lección.
d4 = la cuarta vértebra
dorsal e refiere a los placeres, a los deseos, a las tentaciones
frecuentemente insatisfechos. A veces mis esperas son desmesuradas,
carecen incluso de realismo y me vuelvo irritable, colérico porque “mis
deseos” no están realizados. Estoy enfadado con la vida, mi entorno. En
el fondo, siento un vacío tan grande, generalmente afectivo, que tengo
tendencias depresivas y el único modo que conozco de equilibrar este
estado de ser y traer algo “picante” en mi vida será crear un estado de
excitación, bien sea naturalmente o artificialmente. Puedo practicar
deportes de emociones fuertes (paracaidismo, alpinismo, etc.) o puedo
tomar drogas para ponerme en un estado de éxtasis y de bienestar
temporal. Me refugio así en un mundo imaginario, protegido de todos. Sin
embargo, no estoy al albergue de las emociones que he inhibido y de las
cuales he intentado escapar. En apariencia puedo ser muy libre, pero en
realidad, estoy encarcelado en mi ira, mis penas, mis frustraciones, y
por mi miedo a estar asfixiado por el amor de los demás, porque nunca
supe reconocerlo y aceptarlo. Entonces, tengo tendencia a rechazar a los
demás. Me opongo, me mantengo distante y alimento esta cuneta con mi
mal humor, mi actitud depresiva. Es importante que reconozca y que
acepte mis emociones para poder integrarlas y permitirme vivir
plenamente mi vida. Cuando d4 está afectada, también puede seguir una
dificultad con la vesícula biliar.
d5 = la quinta vértebra
dorsal está tocada cuando me vuelvo a encontrar en una situación en que
tengo la sensación de perder el control. Me siento entonces
desestabilizado. Incluso puedo hallarme en un estado de pánico. Esto se
produce en particular en el plano afectivo con relación a mi cónyuge, un
miembro de mi familia, un amigo cercano, etc. este control se esconde a
veces bajo una apariencia de “querer ayudar a alguien”, “guiarlo”,
“ayudarle en sus dificultades”, pero en el fondo, ejerzo un control para
con esta persona, estando en posición de “fuerza” incluso
inconscientemente. Si las cosas no suceden como lo deseo, puedo volverme
frustrado, crítico, impaciente e incluso colérico, y d5 reaccionará
violentamente. Quiero darme una imagen de “duro de roer” que tiene la
“espalda ancha” y que “es capaz de cargar”. Pero, en el fondo, sé que
cargo demasiado los hombros, lo cual me lleva a estar inseguro,
angustiado, en rebelión contra mi entorno que hago responsable de mi
malestar. Tengo grandes ambiciones, lo cual me hace a veces apartarme de
mis valores profundos y actuar en contradicción con éstas. Entonces, me
echo en relaciones artificiales con la gente, viviendo decepción tras
decepción, porque el amor verdadero, sencillo, no es bastante presente.
Es importante que esté a la escucha de mi interior, que tome contacto
con mi esencia, con mis verdaderos valores para que vuelva la calma en
mi vida y que vea claro en los acontecimientos, desarrollándome y siendo
capaz de vivir el amor verdadero. Se debe observar que el mal estado de
d5 frecuentemente está acompañado de diversos malestares afectando mi
hígado y mi circulación sanguínea.
d6 = la sexta vértebra
dorsal, va a reaccionar cuando me critico y me juzgo severamente. Puedo
haber estado educado en un entorno muy estricto en el cual los valores y
las líneas de conducta debían seguirse al pie de la letra. Habiendo
crecido en este clima autoritario y no permisivo, ahora puedo tener
“casos de consciencia” en los cuales quisiera darme gusto, escoger
tiempo para mí pero juzgo que esto no es “correcto” y “que no me lo
merezco”. Me creo preocupaciones inútilmente porque no dejo de analizar
cada uno de mis gestos, cada una de mis palabras, cada uno de mis
pensamientos, para estar seguro de que “estoy correcto”. Me corroe la
culpabilidad por dentro. La angustia está muy presente y me auto –
castigo cortándome del mundo. Tengo dificultad en aceptarme. Me siento
víctima de la vida, impotente frente a los acontecimientos. Juzgo
severamente éstos sin querer aceptar que están aquí para hacerme crecer,
pero viéndoles preferentemente como castigos, injusticias. Vivo
entonces en la frustración y la incomprensión, el resentimiento,
envidioso y celoso de los demás. Por esto una d6 en mal estado se suele
acompañar de malestar al nivel del estómago. Tengo necesidad de estar
más flexible y permisivo para conmigo y aprendo a ver lo positivo en
cada acontecimiento, sabiendo que cada experiencia me lleva a conocerme
más y a volverme mejor.
d7 = la séptima
vértebra dorsal es una trabajadora de trabajos forzados. Si en mi vida,
me empujo al límite en las cosas que debo hacer, sin escuchar mi cuerpo
cuando necesita descansar o relajarse, d7 va a echar un grito de
socorro. Es posible que así quiera olvidar o huir de alguien o de una
situación cualquiera. Puede que quiera olvidar mis problemas
financieros, afectivos, etc. parándome, es muy posible que afloren el
desánimo y la insatisfacción frente a mi vida, cosa que no quiero.
Acumulo mucha ira y agresividad: todo ruge adentro mío porque “la vida
no tiene nada bueno para ofrecerme”. Me obstino, incluso me bloqueo
sobre ciertas ideas que me obsesionan. Debo aprender a apreciar lo que
tengo y lo que soy y ver toda la abundancia que es presente en mi vida.
Tengo el derecho de tomar tiempo para mí, tengo el derecho de vivir
emociones en vez de dejarlas hervir adentro mío. Me concedo el derecho
de vivir mi pena, mi decepción, mis miedos porque es así como podré
aceptarlos y cambiarlos en positivo. Puedo hacer mi limpieza interior a
medida dejando que d7 funcione normalmente. Es así como los males que
acompañan frecuentemente una d7 en mal estado y que tocan frecuentemente
el páncreas y el duodeno podrán también irse.
d8 y d9 = las octava y
novena vértebra dorsal que hallo a la altura del diafragma y que están
estrechamente vinculadas, se parecen en todo. Por esto, se tratan
juntas. Se afectan principalmente cuando vivo inseguridad debido a un
miedo que tengo de perder el control en una situación o con una persona.
Me siento más seguro de mí cuando dirijo perfectamente todos los
aspectos de mi vida, cuando orquesto perfectamente cualquier situación
para saber exactamente qué debo esperar. Me escondo en mi burbuja de
cristal, sin hacerme preguntas ni hacer esfuerzos para cambiar lo que
sea en mi vida. Vivo todas mis emociones “para dentro”. Pero este
“supuesto equilibrio” está trastornado, d8 y d9 asustadas reaccionan
fuertemente, acurrucándose de miedo. La desesperación puede tener lugar y
tengo el mal de vivir. Tengo dificultad en ver la luz al final del
túnel. Puedo sentir desprecio por la vida y me dirijo hacía un abismo
que sólo puedo vencer haciendo confianza en la vida y dejando ir el
control que ejerzo. Porque es soltando cuando gano el dominio de mi
vida. Tomo nota que una d8 lastimada puede acompañarse de dolores del
diafragma y el bazo (incluyendo los trastornos de la sangre) mientras
que d9 en mal estado estará acompañada de alergia o de un mal
funcionamiento de las glándulas suprarrenales o de urticaria.
d10 = cuando la décima
vértebra dorsal d10 está afectada, esto suele reflejar una profunda
inseguridad frente a la cual me siento sin armas, sin recursos. Mi
confianza está en su nivel más bajo y necesito “un pequeño tónico” para
ayudarme a darme más valor y olvidar mis preocupaciones. Frecuentemente,
esto puede llevar a un consumo más grande de alcohol o de droga que de
costumbre que me dará “un pequeño estímulo”. Sin embargo, cuando vuelvo a
mi estado normal, las inseguridades aún están presentes y mi vida se
oscurece porque sólo veo el lado negativo de las cosas. Lo veo todo en
negro, rechazando la vida, compadeciéndome de mi – mismo. Estoy
preocupado por pequeñeces y me enfado sin ser capaz de manifestarlo, lo
cual afecta mi sensibilidad que vuelve a flor de piel y que hace que me
irrite por futilidades. Una d10 en mal estado se acompaña frecuentemente
de dolores en los riñones, reconocidos como la sede del miedo. Aprendo a
hacerme de confianza y aprendo a ver la belleza alrededor mío y la que
existe dentro de mí. Tengo el valor de pedir ayuda.
d11 = las anomalías en
la onceava vértebra dorsal d11 se hallan también cuando mi sistema
nervioso tiene dificultad en funcionar. Mi gran sensibilidad a todos los
niveles hace que d11 se deforme porque también deformo la realidad para
sufrir menos. La cambio a voluntad para que sea como quiero. Me “corto”
voluntariamente de mi entorno. Pero esto sólo puede durar cierto tiempo
y debo pronto o tarde enfrentar la realidad. En ese momento, una
tensión interior se habrá instalado, y tendré dificultad en transigir
con ella. Esto puede volverse tan insoportable que incluso puedo tener
ideas de suicidio ya que vivo en la incomprensión y que tengo miedo del
porvenir porque me siento impotente en cambiar las cosas en mi vida. Me
considero “víctima”, herido en mis sentimientos. Rumio lo negativo y
hago pocos esfuerzos para sacarme de esta situación. Debo aprender a
moverme e ir hacia delante en vez de estancarme en un estado de ser
comatoso y complacerme en la pasividad. Las dolencias en la d11 se
acompañan frecuentemente de dolores en los riñones así como de
enfermedades de piel (eczema, acné, etc.) empiezo a creer también que es
posible cambiar cosas en mi vida pero que debo estar listo para
invertir esfuerzos y pedir ayuda.
d12 = la doceava
vértebra dorsal d12 está afectada sobre todo cuando vivo en un lugar
cerrado. tengo tendencia a criticar, juzgar, saltar fácilmente a
conclusiones, no porque haya comprobado sino solamente porque mis
observaciones pueden darme falsas impresiones y que las interpreto a mi
modo. esto me lleva a vivir mucha ira que me “roe interiormente”. mi
mental es muy activo. mi sensibilidad está “a flor de piel”. me
construyo castillos de arena. me invento todo tipo de escenarios. ya que
tengo dificultad en transigir con mi entorno, vivo mucha inseguridad.
puedo entretener ideas mórbidas, ya incapaz de absorber lo que sea de lo
que veo, siento o percibo y envidiando lo que tienen los demás. una
afección en el nivel de la d12 se acompaña frecuentemente de males
intestinales, dolores en las articulaciones, una circulación linfática
deficiente y así a veces afecciones en las trompas de falopio. aprendo a
comunicar, a ir a comprobar con las personas relacionadas para eliminar
la duda y la inseguridad que me habitan. así veo más claro en mi vida y
se establecen en mí la calma.
Tanto es así que los dolores en medio de
la espalda son la señal clara de una relación difícil con la vida y las
situaciones de mi existencia. esta región de la espalda corresponde
también al movimiento de exteriorización de la energía de vivir que
fluye por mí. esto significa que en período de madurez interior (cuando
adquiero experiencia), varias cualidades divinas tales como la
confianza, el amor, el desapego (es decir el libre albedrío) sobre todo
en el plano afectivo) están puestas a prueba. mis dolores de espalda e
incluso la espalda curvada pueden significar diversas cosas:
culpabilidad en unas situaciones en que no me he de sentir culpable,
amargura o una débil confianza en mí vinculada a una vida que siento muy
pesada por llevar.
Puedo tener la sensación de que “están
siempre pegados a mi espalda”. si tengo dolor de espalda, esto denota un
gran sentimiento de impotencia, frente a una situación presente difícil
de tratar y en la cual necesitaría ayuda. la desesperación puede
aparecer porque no me siento bastante apoyado en el plano afectivo y
padezco también inseguridad. tengo tendencia a retener mis emociones y
vivo mucho en el pasado. me quedo vinculado a dicho pasado. me siento
inestable y ansioso. el objetivo por alcanzar reside en una expresión
más activa de la energía divina. necesito ser transparente en todo,
conmigo mismo y los demás, dejando de transportar sentimientos de un
pasado cojo para dar paso a un aquí y abajo tranquilo y sereno. necesito
ayuda y ánimo, conectarme con mi ser interior que vela sin cesar sobre
mí. mi cuerpo me da señales importantes. no hay vergüenza ninguna en
pedir ayuda. al contrario, es un signo de inteligencia ya que esta ayuda
me permite ir hacía delante. veo importancia en mi propia identidad y
soy prudente con mi ego y mis miedos. aprendo a comunicar con mi ser
interior por la meditación y la contemplación; con él hallaré muchas
soluciones y respuestas. estar conectado con mi ser interior, es elegir
vivir mejor las situaciones de la vida.
Espalda (dolores de…) – parte inferior de la espalda.
Frecuentemente confundida con los riñones y comúnmente asociada al
dolor de riñones, esta área se sitúa entre la cintura y el coxis. es una
parte del sistema de sostenimiento. dolores en esta región manifiestan
la presencia de inseguridades materiales (trabajo, dinero, bienes) y
afectivas. “tengo miedo de carecer de…!” “nunca lo conseguiré!”, “ nunca
conseguiré realizar esto!” expresan bien los sentimientos interiores
vividos. estoy tan preocupado por todo lo material que siento tristeza
porque hay un vacío y este vacío me duele. incluso puedo fundar mi valor
personal en el número de bienes materiales que poseo. vivo una gran
dualidad, porque deseo tener tanto la “calidad” como la “cantidad”,
tanto en lo que a relaciones interpersonales se refiere como a lo que
poseo. tengo tendencia a tomar demasiadas cosas sobre mis hombros y
tengo tendencia a dispersar mis energías. intento hacerlo todo para ser
amado y me entretengo con la opinión que tienen de mí los demás. también
puede tratarse de una inquietud frente a una u otras personas. estoy
preocupado por ellas y quizás tengo tendencia en “coger los problemas de
los demás sobre la espalda” y querer salvarlos.
Mi impotencia frente a ciertas
situaciones de mi vida me vuelve amargo y rehuso someterme, pero tengo
miedo. este sentimiento de impotencia que puede llevarme hasta la
rebelión, podrá conducirme a un “lumbago” o un “dolor de cintura”. no me
siento sostenido en mis necesidades de base y mis necesidades
afectivas. tengo dificultad en hacer frente a los cambios y a la novedad
que se presentan a mí porque me gusta sentirme en seguridad en mi
rutina y mis viejas costumbres. esto revela frecuentemente que soy
inflexible y rígido y que quisiera ser sostenido a mi modo. si acepto ¯©
que los demás puedan ayudarme a su modo, voy a descubrir y tomar
consciencia de que tengo el apoyo que necesito. así me vuelvo más
autónomo y responsable. si se trata de un pinzamiento de los discos
lumbares, pongo probablemente demasiado presión sobre mí – mismo en
hacer cosas para que me amen. ya que se revela necesario un período de
reposo, aprovecho para mirar lo que está sucediendo en mi vida y volver a
definir mis prioridades. al no sentirme sostenido, me vuelvo rígido
(tieso) hacía los demás. ¿tiendo a culpar a los demás de mis
dificultades? ¿me tomo el tiempo de expresar mis necesidades? acepto ¯©
que me único sostén viene de mí – mismo. volviendo a tomar contacto con
mi ser interior, establezco un equilibrio en mis necesidades y reúno
todas las fuerzas del universo que están en mí. estas fuerzas me dan
confianza en mí y en la vida porque sé que me traen todo lo que
necesito: físico, emotivo, espiritual. estoy sostenido en todo momento!
las 5 vértebras lumbares se sitúan en esta área.
l1 = la primera
vértebra lumbar l1 está afectada cuando vivo un sentimiento de
impotencia frente a alguien o a algo que no me conviene y que tengo la
sensación de no poder cambiar, que he de soportar. entonces, me vuelvo
inerte, sin vida, gasto mucha energía con cosas frecuentemente menores
pero las aumento tanto que toman entonces proporciones catastróficas, lo
cual puede incluso hacer aparecer un sentimiento de desesperación.
puedo vivir inseguridad frente a aspectos de mi vida, pero no tiene
realmente razón de ser. quiero controlarlo todo, pero esto no es
humanamente posible. puedo también vivir conflictos interiores entre lo
que quiero hacer y que no me permito. esto hace subir en mí frustración,
agresividad e ira. estos sentimientos endurecen mi corazón si no me
libero y amargan mi vida. una vértebra l1 en mal estado puede traer
enfermedades relacionadas con las funciones de digestión (intestino y
colón) o eliminación (estreñimiento, disentería, etc.). tomo consciencia
del poder que tengo para cambiar el curso de mi vida, y sólo la mía!
vuelvo a establecer mis prioridades para canalizar bien mis energías.
l2 = el estado de la
segunda vértebra lumbar l2 depende mucho de mi flexibilidad frente a mí –
mismo y a los demás. la soledad y la amargura generalmente causadas por
una timidez pronunciada son también factores importantes que pueden
afectar l2. soy preso de mis emociones: al no saber como vivirlas y
expresarlas, y al ser éstas a veces vivas y explosivas, pongo máscaras
para protegerme y evitar que se pueda ver lo que sucede en mi interior.
mi malestar puede hacerse tan grande que quiero “adormecer” mi mal con
bebida, drogas, trabajo, etc. y l2 hará entonces una llamada de socorro.
tengo tendencia a ver las cosas en negativo y a vivir en un estado
depresivo que veo muy poco porque estoy en un papel de víctima que no me
obliga a pasar a la acción o a cambiar cosas en mi vida. igual como l1,
un sentimiento de impotencia y también mucha tristeza afectarán l2. soy
bastante amargo frente a la vida porque estaría supuestamente
disfrutando de los placeres de la vida pero, frecuentemente, no me
autorizo a ello a causa de mis obligaciones o por deber, para mostrar el
buen ejemplo. debo aprender que no he de ser perfecto. a veces puedo
sentirme incapaz o impotente frente a una situación. no he de culparme
por ello o estar enfadado; solo he de ser auténtico conmigo mismo y los
demás y expresar simplemente mis penas, mis alegrías, mis dudas, mis
incomprensiones, mis frustraciones para estar más abierto frente a los
demás y para que l2 recupere vida también. se debe recalcar que una
vértebra l2 en malas condiciones puede conllevar enfermedades del
abdomen, la apéndice o las piernas en donde podría ver aparecer varices.
l3 = la tercera
vértebra lumbar l3 se ve sobre todo afectada cuando vivo situaciones
familiares tensas o tormentosas. me impido decir o hacer cosas para no
herir y no molestar a los demás. pero al hacer esto, me hago daño a mí
mismo. juego el papel de “buen chico” o “buena chica” manifestando una
gran flexibilidad. pero me vuelvo “bonachón” lo cual me causa
frustración, sobre todo si debo poner mis deseos de lado. y quizás,
también, me ponga de lado, particularmente a causa de mi gran
sensibilidad, sin saber mucho como dichas emociones estarán recibidas.
me vuelvo “paralizado”, incluso impotente, en mis emociones, en mi
cuerpo, en mis pensamientos, lo cual impide que se manifieste mi
creatividad y todo lo vinculado a ella, en particular la comunicación y
la sexualidad que se quedan “rígidas” y “frígidas”. para superar el
desánimo, debo tender los brazos hacía los demás y atreverme a expresar
mis emociones para que mi pleno potencial creativo se despierte y se
manifieste. la mala condición de l3 puede conllevar dolencias en los
órganos genitales, en el útero (en la mujer), en la vejiga o en las
rodillas, tales como la artritis, la inflamación o dolores.
l4 = cuando la cuarta
vértebra lumbar l4 se rebela, es frecuentemente porque tengo dificultad
en transigir con la realidad de todos los días. puedo complacerme en un
mundo imaginario y esto puede llevarme a vivir en la pasividad, estando
un poco cansado de ver lo que ocurre alrededor mío. se instala cierta
dejadez. “¿porqué preocuparse de todos modos?” sufro los acontecimientos
y no los creo, lo cual me puede dejar un sabor amargo. igual como l4,
necesito protegerme cerrándome porque puedo fácilmente dejarme distraer o
influenciar por lo que me rodea, sobre todo por lo que la gente pueda
decir de mí, y mi sensibilidad puede estar altamente afectada. también
me rompo la cabeza exageradamente y mi discernimiento está a veces
erróneo o carente porque mi mental es muy rígido, lo cual me impide
tener una visión global de una situación y en consecuencia soluciones o
posibles vías frente a ella. entonces quiero controlar en vez de
escuchar mi voz interior. debo aprender a escuchar ésta para recuperar
el dominio de mi vida. recupero mi poder de crear mi vía como quiero y
recupero el gusto de realizar grandes cosas! se debe observar que una
vértebra l4 en mal estado puede conllevar dolores en la región de mi
nervio ciático y de la próstata en el hombre.
l5 = puedo preguntarme
lo que sucede en mi vida cuando la quinta vértebra lumbar l5 está
afectada. ¿tendría por casualidad una actitud de desprecio o de pereza
frente a una persona o una situación? puedo vivir un poco de celos,
disgusto, frustración, pero sin embargo ya tengo mucho, la vida me ha
mimado y tengo dificultad en reconocerlo. mi vida está teñida de lujuria
(en todos los niveles) y debo aprender a apreciar lo que tengo, y a
cultivar mis relaciones interpersonales: tengo dificultad sobre todo en
el plano afectivo a ser auténtico y a sentirme bien porque en el fondo
de mí, vivo una gran inseguridad y tengo dificultad en expresar lo que
vivo. por lo tanto, tendré tendencia a ser algo depresivo ya que pasaré
frecuentemente de un cónyuge a otro sin saber demasiado porqué sucede
esto, sintiéndome “correcto” dentro de lo que estoy viviendo. inventaré
toda clase de guiones y mi atención siempre estará centrada en los
pequeños detalles anodinos, lo cual me impedirá adelantar y pasar a otra
cosa. cierta amargura puede ensombrecer mi vida e impedirme disfrutar
de ésta. aprendo a saborear cada instante que pasa y a apreciar toda la
abundancia que forma parte de mi vida. un mal estado de l5 puede
ocasionarme dolores en las piernas, desde las rodillas hasta los dedos
de los pies.
La parte inferior de la espalda también
forma parte del sistema del centro del movimiento. si tengo dificultad
en transigir con la sociedad, tanto desde el punto de vista de las
orientaciones por tomar como del sostén que espero de ella, puedo vivir
frustración o resentimiento. no quiero “dealer” con ciertas personas o
ciertas situaciones. mis relaciones personales con mi entorno padecen de
ello. también puedo tener dificultad en aceptar ¯© que voy sumando
años. “me hago viejo” y debo amansar lentamente la noción de mortalidad.
finalmente, la parte inferior de la espalda está muy estrechamente
vinculada a los dos centros de energía inferiores, el coxis y el segundo
centro de energía que está vinculado más específicamente a la
sexualidad. si vivo conflictos interiores o exteriores para con ésta, si
he reprimido mi energía sexual, puede manifestarse un dolor de espalda.
las 4 vértebras sagradas y las 5 vértebras del coxis están relacionadas
con esta región. cuando las vértebras sagradas están afectadas, puedo
tener la sensación de que no tengo columna y que necesito a otra persona
para sostenerme. estoy constantemente “probado” por la vida para ver
cuál es mi nivel de integridad y de honradez. tengo un enorme potencial
pero ¿estoy listo para realizar los esfuerzos necesarios para cumplir
mis objetivos? las vértebras inferiores son las siguientes.
s1, s2, s3 = ya que las
3 primeras vértebras sagradas están soldadas juntas, se tratarán
juntas. constituyen un todo. reaccionan con la rigidez que manifiesto,
con mi estrechez mental en relación a ciertas situaciones o ciertas
personas, a mi mente cerrada que rehusa oír lo que los demás han de
decir. quiero tener el control para sentirme fuerte y en seguridad y, si
lo pierdo, voy a estar enfadado, furioso y puedo tener ganas de “pegar
una paliza” a alguien por estar tan frustrado y lleno de amargura. todos
estos sentimientos generalmente tienen su origen en mis relaciones
afectivas que no siempre van como lo deseo. la comunicación tanto verbal
como sexual, es deficiente, por no decir inexistente, y estoy
constantemente volviendo a plantear este tema. tengo la sensación de
tener que nadar a contra corriente y me siento en un callejón sin
salida. tengo interés en parar un momento y ver claro en mi vida, a
reflexionar sobre lo que quiero y edificar una base sólida.
s4, s5 = todos los
deseos tienen su origen en las vértebras sagradas cuarta y quinta. si
soy capaz de administrarlas bien, si tomo el tiempo de descansar y hacer
las cosas que me gustan, s4 y s5 funcionarán bien. sin embargo, si vivo
culpabilidad, tratándome de perezoso y confrontándome a mis deberes y
mi moralidad, juzgando mi conducta “no correcta”, s4 y s5 pueden
reaccionar fuertemente. tengo el derecho de hacer cosas para mí y a
veces evadirme pero debo evitar que esto se vuelva un medio de huida,
evitando que me enfrente con mis responsabilidades. en ese momento, la
pereza puede no estar benéfica: me mantiene en un estado pasivo de
cansancio que me impide ir hacía delante. por esto, en casos extremos,
también estarán afectados mis pies. el único modo de curar el sacro
quebrado o roto, es la inmovilidad física y el tiempo. el sacro está
vinculado al segundo centro energético que se sitúa al nivel de la
primera vértebra lumbar. un desequilibrio de este centro energético
puede aparecer en las dolencias físicas siguientes: referente a los
órganos genitales, puede haber infertilidad, frigidez o herpes; en
cuanto a los riñones: cistitis, cálculos; en lo referente a la digestión
y la eliminación: incontinencia, diarrea, estreñimiento, colitis, etc.
las desviaciones de la columna vertebral (escoliosis) nacen generalmente
a este nivel y conllevan con ellas dolores de espalda. el segundo
chakra o centro energético, influencia mis relaciones con mi entorno y
un malfuncionamiento de éste, que afecta mi sacro, será el signo de mi
estrés, mis angustias, mis miedos y mi tendencia depresiva que debo
aprender a administrar.
En cuanto al coxis, está vinculado al
primer chakra, o centro de energía, sede de la supervivencia. representa
el fundamento de mi sexualidad, la realización adecuada de mis
necesidades de base (sexualidad, alimento, protección, techo, amor[2],
etc.). el coxis está formado de cinco vértebras coxigianas que están
soldadas juntas. representa mi dependencia frente a la vida o a alguien
más. hay muchas probabilidades de que mi cuerpo me diga que tengo que
pararme cuando me duelo el coxis. es mi inseguridad la que se manifiesta
en relación con mis necesidades de base, de supervivencia, en
particular el hecho de tener un techo, alimento, vestidos, etc. el
alimento aquí se refiere a las necesidades físicas como emocionales y
sexuales. cualquier persona necesita amor en su vida. también necesita
comunicación mediante relaciones sexuales con uno o su pareja. estas
necesidades generalmente se niegan y reprimen, sobre todo a causa de mis
principios morales y religiosos, lo cual me lleva a estar insatisfecha.
puedo sentirme entonces impotente en todos los sentidos del término y
hay una ira incubando dentro mío. quiero huir cualquier situación que
hace daño a mi sensibilidad y frente a la cual puedo vivir culpabilidad.
debo poner mi orgullo de lado, es decir mis miedos.
Debo confiar en la vida y sobre todo
hacer confianza en mi capacidad por expresarme y asumirme. cuando siento
dificultades vinculadas con este aspecto de mí – mismo, compruebo
interiormente hasta qué punto estoy (quiero ser) dependiente de una
persona que, conscientemente o no, satisface ciertas necesidades de mi
vida. soy capaz de cumplir mis propias acciones, de ser autónomo. es
posible que las personas con las cuales me vinculo sean mucho más
dependientes afectivamente que yo y que tengan necesidad de este tipo de
relación. acepto ¯© ver hasta qué punto hago muestra de independencia y
vigor en mi vida. debo soltar cualquier sentimiento de inquietud frente
a mis necesidades de base y tomar consciencia ahora de las fuerzas que
me habitan y afirmar que soy la persona mejor colocada para garantizar
mi propia supervivencia. al estar vinculado el coxis con el primer
chakra, un desequilibrio al nivel de este centro de energía puede
conllevar desordenes físicos, los más corrientes tocando el ano o el
recto (hemorroides, irritaciones), la vejiga (trastornos urinarios,
incontinencia), la próstata. también se puede encontrar dolores en la
base de la columna vertebral, una toma o pérdida de peso considerable
(obesidad, anorexia) y una mala circulación sanguínea al nivel de las
piernas (flebitis), manos y pies. estos males me dan una indicación que
tengo necesidad de volver a equilibrar este centro de energía.
[1] vértebras dorsales: el modo de
identificar cada una de ellas es por la letra d que designa “dorsal”
seguida del número secuencial de la vértebra. otro modo también es usar
la letra t para designar las vértebras torácicas, y es lo mismo.
[2] amor: el amor aquí referido es como
el amor de una madre para su hijo. cuando está afectado mi coxis, puede
que viva el miedo a perder o no tener como mínimo un amor similar al que
un hijo está en derecho esperar de su madre. se trata aquí de este tipo
de amor y no de una relación amorosa entre adultos.
Extraido este material, de este
importante libro : El gran diccionario de las dolencias y enfermedades.
El diccionario más amplio sobre las causas de las dolencias y
enfermedades relacionadas con los pensamientos, sentimientos y
emociones.
de Jacques Martel.
editions quintessence.
Namaskar
Fuente: Un espacio para el Alma
TOMADO DE http://www.shurya.com
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