A veces nos sentimos victimas y esto casi siempre, nos causa mucha angustia.
El victimismo se basa en culpar a otros de los males de uno, “yo soy una pobre victima”.
En esta situación esta persona se siente protagonista
Ante una situación no esperada, la victima adopta un lenguaje y una actitud de culpa. “No puedo vivir así”, “la gente no me quiere”.
La víctima siente mucho dolor e impotencia. Pero con su comportamiento obtiene grandes beneficios secundarios. No hacerse responsable, le agrada, ya que ve a las otras personas como las que han de resolver su propio conflicto y responsables de lo que le sucede.
El Victimismo como actitud
Desde el punto de vista victimista siempre es el otro el que tiene el problema y él quien sufre las consecuencias.Esta situación de victimismo esconde vivencias pasadas no superadas. La víctima culpabiliza a todo y a todos para buscar atención y su sufrimiento, es también su protección.
Todos alguna vez nos auto culpamos por algunas cosas. Cuando nos pasa esto no es porque alguien nos culpa, sino que hay algo en nuestro interior que suele ser muy cruel y nos atormenta. En esos momentos preferimos ser víctima para no tener que afrontar este sentimiento de culpa interna.
Suponed una escena en la que ha pasado algo por nuestra culpa, entonces buscamos calmar esa sensación de culpa para estar en paz con nosotros mismos. Pensamos, fue mi culpa…y anteponemos alguna excusa, que nos alivia temporalmente y pasamos así ese mal trago.
Desde nuestro interior aparece la actitud de víctima, con ella nos protegemos porque nos vemos como inocentes y nos hace sentir bien. Ver que otro tiene la culpa nos produce satisfacción, y mejora nuestra autoestima que estaba afectada.
La víctima generalmente es una persona con una baja autoestima y un sentido crítico interno muy estricto, por eso busca protección.
Las personas somos libres cuando aprendemos a utilizar la mente en lugar de ser ella la que nos domine.
Caracteristicas de una persona victimista
La persona victimista:– No dice lo que quiere con claridad, se queja o sufre.
– Cuando no logra lo que quiere, se desespera y se queja explicando a todos sus penurias.
– A la víctima cree que le pasan muchas desgracias e injusticias.
– Cualquier contrariedad que le pasa, lo exagera disimulando la realidad, o perdiendo la noción de lo real.
– Es desconfiado y piensa mal de los demás.
– Aparenta debilidad y aislamiento para buscar protección en los demás, haciéndoles sentir mal si no consigue sus intenciones.
– Reprocha a los que no le dan la razón o apoyan.
– Siente que siempre se sacrifica y nunca es compensada.
– Justifica su actitud ofensiva para defenderse de los ataques que recibe.
– No acepta la crítica, se ofende y se enfada ante ellas, y sólo ve mala intención, en quien se las hace o cuando le intentan hacer entrar en razón.
– Rechaza cualquier autocrítica y no asume ninguna responsabilidad.
– Ante una discusión o crítica, se pone a la defensiva, porque cree que la intención de las otras personas no es solo una simple discusión o discrepancia. Cree que la atacan y que van contra ella.
Su actitud no está relacionada con alguna enfermedad, sino que es el resultado de un aprendizaje con diversas incapacidades y carencias que no se han tratado correctamente.
La víctima está parada en la mediocridad que quiere superar con el reconocimiento que sólo consigue, o que cree conseguir, con su papel.
Deforma la realidad, creyendo que es sólo una víctima del entorno o los demás, por lo que la culpa nunca es suya, siempre es del resto. Es pesimista ante la realidad, exagerando lo negativo, dudando de lo pasa a su alrededor y creyendo que los otros son injustos y la quieren dañar.
Su táctica no es en absoluto inocente, sino completamente consciente y con unas ganas de manipular, no escatimando en medios para conseguir lo que busca. Siempre mira para ella misma y no les importa mucho los daños colaterales que causan su actitud.
El victimismo es un mecanismo que utiliza la víctima en su beneficio, que alivia su dolor y malestar cuando puede causar daño a otros.
Esta actitud no expone lo que la persona quiere o trata de conseguir, sino que espera que los demás lo hagan. La queja se puede intentar entender, ya que expresa lo que la persona desea o necesita y hablando desde uno mismo, en primera persona, en vez de culpar se puede intentar solucionar el problema.
Esta actitud victimista no deja que la víctima vea el problema en toda su extensión y solo ve una pequeña parte de él, la parte negativa que no le deja ver las posibles soluciones.
Se aparta de la gente y no le deja solucionar sus problemas, porque está centrada en ella misma.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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