Entrevista de Lisa Bonnice a Gregg Braden
Presentado en la Cumbre de Sanación Ancestral de abril de 2019
Lisa
Bonnice: El New York Times ha considerado a Gregg Braden cinco veces
uno de los autores más vendidos. Es un investigador, educador,
conferencista, docente reconocido internacionalmente como un pionero que
une la ciencia moderna, la sabiduría ancestral y el potencial humano.
De 1979 a 1990, Gregg trabajó como solucionador de problemas durante
momentos de crisis para compañías de Fortune 500. Él continúa
resolviendo problemas hoy en día al fusionar la ciencia moderna y la
sabiduría de nuestro pasado para revelar soluciones del mundo real a los
problemas que desafían nuestras vidas. Su investigación ha llevado a 12
libros premiados que ahora se publican en más de 40 idiomas. Gregg ha
presentado sus descubrimientos en más de 30 países en seis continentes y
ha sido invitado a hablar en las Naciones Unidas, las compañías de
Fortune 500 y las fuerzas armadas de los Estados Unidos.
El
Watkins Journal del Reino Unido incluye a Gregg entre las 100 mejores
"personas vivas con mayor influencia espiritual del mundo" por quinto
año consecutivo, y este año ha sido nominado para el prestigioso Premio
Templeton, establecido para honrar a "personas destacadas que han
dedicado su talento a expandir nuestra visión del propósito humano y la
realidad última".
Gregg Braden: Estamos inmersos en una historia
de quiénes somos, nuestros orígenes, nuestro potencial, nuestras
capacidades. James Scott Turrell dice que nos contamos historias sobre
nosotros mismos y luego las creemos. Estamos inmersos en la historia
como individuos, como familia, como comunidad, como sociedad. Creemos,
aceptamos la historia basada en la historia de la evolución de Darwin de
afirma que somos el producto de procesos aleatorios de ADN, mutaciones
genéticas al azar, de lo que algunos llaman simplemente una casualidad
de la biología que sucedió hace mucho tiempo. Pero la nueva ciencia ya
no sostiene esa historia por un lado, y por el otro, es una historia que
se enseña en nuestras aulas, en los libros de texto y que apoyan los
medios de comunicación tradicionales.
El lenguaje de la ciencia
es un lenguaje relativamente neutral. Podemos compartirlo en el lenguaje
de la espiritualidad, o en el lenguaje de la alquimia, o en el lenguaje
del chamanismo, y esos lenguajes a veces significan cosas diferentes
para distintas personas. La ciencia puede no tener todas las respuestas,
pero es un lenguaje neutral cuando se trata de compartir grandes ideas.
Voy a compartir estas grandes ideas que están en la primera parte de mi
libro Humanos por Diseño. No las canalicé, pero son válidas. La
conclusión es esta: Los humanos modernos aparecieron hace 200.000 años.
Los científicos no están de acuerdo con esto, hay controversia sobre el
momento. No sabemos de dónde venimos; se nos ha llevado a creer la
historia de que tenemos un camino evolutivo que conduce a nuestra
existencia. El problema es que durante los últimos 6, 8, 10 años, ahora
la tecnología nos permite hacer lo que solíamos llamar ciencia ficción.
Probablemente
estén familiarizados con la película Jurassic Park, donde los
científicos pudieron extraer el ADN de los restos fósiles de esas
antiguas formas de vida. En la película les devolvieron la vida. Según
mi conocimiento, aún no hemos llegado tan lejos, pero los científicos
pueden extraer el ADN de formas de vida fósiles, incluidas las formas de
vida pasadas que se nos dijo que eran nuestros antepasados. Ahí es
donde comenzó el problema, porque lo que el ADN nos dice es que no
descendemos de los neandertales, por ejemplo. Vivimos al mismo tiempo,
nos cruzamos con ellos, razón por la cual si hacemos una prueba de ADN
de ascendencia, dirá que tenemos algo de ADN de Neandertal porque se
cruzaban un poco en aquellos tiempos. Compartimos la tierra con ellos;
no podríamos haber descendido de ellos.
Otra cosa que está
mostrando el ADN es que nosotros, como humanos anatómicamente modernos,
aparecimos hace 200.000 años tal como somos físicamente en la actualidad
y no hemos cambiado en esos 200.000 años. Creo que hemos cambiado en
conciencia, que hubo una evolución en la percatación y la conciencia,
pero físicamente, si tomas el cuerpo de un humano moderno del pasado y
lo comparas con el de hoy, tiene las mismas proporciones corporales, las
mismas proporciones craneales, el mismo ADN, el mismo sistema nervioso.
Y todo esto es importante, porque cuando aparecimos hace 200.000
estábamos completamente capacitados, totalmente diagramados para
potenciales extraordinarios que apenas comenzamos a comprender,
potenciales extraordinarios que podemos creer que solo existen en
adeptos, yoguis, místicos, monjes, monjas y chamanes que viven alejados
de las principales civilizaciones en lo alto de la cima de la montaña o
en un monasterio en algún lugar.
Lo que ahora sabemos es que
esas personas están demostrando capacidades que llamamos
extraordinarias. Personalmente, creo que son normales y simplemente
hemos olvidado cómo aprovecharlas en nuestra vida cotidiana.
Como
científico, la evolución es un hecho y lo he visto en registros de
plantas, animales, vida marina, insectos, primates. La historia se
quiebra cuando se trata de los seres humanos. Algo pasó hace 200.000
años. No sabemos exactamente qué y la tecnología actual nos permite
trabajar retrospectivamente; podemos tomar el ADN que tenemos hoy y
trabajar hacia atrás para ver qué tuvo que pasar para que ocurriera lo
que nos dio el ADN que tenemos hoy, y esto es lo que está haciendo
alucinar a los científicos, porque lo que estamos encontrando son
fusiones de cromosomas, estamos encontrando modificaciones genéticas que
no pueden atribuirse a procesos naturales y no ocurrieron gradualmente a
lo largo del tiempo, sucedieron todas hace 200.000 años.
El
Instituto Max Plank está diciendo esto, nuestra investigación científica
en los Estados Unidos nos lo dice, por lo que ha abierto las puertas a
lo que ha sido territorio prohibido porque el ADN más puro que nos
brinda nuestra humanidad hace posible tener empatía, simpatía y
compasión y autorregular nuestra biología. Y ahí es a donde vamos ahora
con esta conversación: la autorregulación de nuestra biología, el ADN
que lo hace posible y parece estar formado con intención. Y esa palabra
es como una onda de choque que reverbera a través de la ciencia y la
comunidad, la antropología, la biología, la genealogía, todas estas
cosas. Cuando usamos la palabra intención, esa palabra implica
propósito, y la ciencia tal como está hoy en día no está preparada para
tratar con eso, pero ahí es donde está conduciendo la evidencia y los
científicos tienden a evitarla y no están viendo esa información.
Se
la ve muy poco, de modo que está en las revistas técnicas, pero no la
están viendo en lo que yo llamo la "ciencia popular", la ciencia que se
ve en las mesas redondas de la televisión convencional, donde traen a
sus expertos, y en revistas relucientes en los quioscos de los
aeropuertos. Esta es ciencia fundamental que cambia la forma en que
pensamos sobre nosotros mismos, nuestra relación con nuestro pasado,
nuestra relación con nuestros propios cuerpos y con nuestro propio
futuro.
Entonces, ¿a dónde vamos con esto? La primera parte del
libro identifica la ciencia, la segunda parte nos da las técnicas y las
aplicaciones de cómo podemos acceder y aplicar estas tecnologías
internas que autorregulan nuestro sistema inmunológico y longevidad para
cambiar literalmente los patrones genéticos dentro de nuestro cuerpo. Y
eso permite introducir un par de términos nuevos que me gustaría
presentar al principio de nuestra conversación. Muchos están
familiarizados con el término plasticidad neuronal. Significa que las
neuronas del cerebro son maleables, la forma en que se hacen las
conexiones son muy maleables, no son fijas, no están estáticas. Ahora
estamos hablando de la bioplasticidad, de la plasticidad genética y de
la capacidad para cambiar nuestra biología y la forma en que nuestro
ADN se expresa a través de nuestro cuerpo. El cambio lo determinan las
elecciones que hacemos y ahí es donde entra en juego la autorregulación.
Nacemos con la capacidad de tomar el programa genético que
tenemos al salir del vientre materno; todos tenemos lo que yo llamo los
presets (preajustes). Son como la configuración predeterminada de la
fábrica de la que venimos, y son suficientes para ayudarnos a prosperar
en la vida, nos ayudan a lidiar a nivel básico con la supervivencia,
cierta apariencia de relaciones humanas, de intimidad, de sentido de
propósito. Y si nunca vamos más allá de eso, tenemos lo básico que
necesitamos para arreglárnoslas en la vida. Y no hay nada de malo en
ello, no estoy juzgándolo. Sin embargo, ahora sabemos que tenemos la
capacidad de tomar esos aspectos básicos y mejorar esas capacidades y
esos potenciales de una manera que nunca se nos ha dicho en nuestra
moderna corriente principal de pensamiento.
Lisa: Entonces el ADN
puede variar. Se nos ha enseñado que lo que heredamos de nuestros
antepasados, como la tendencia a las enfermedades, los rasgos de
personalidad, el estrés post-traumático, la ansiedad, cosas con las que
estamos atrapados porque están en nuestro ADN. Pero tú dices que nacemos
con la capacidad, por ejemplo, de regular la sanación y desarrollar una
profunda intuición; en otras palabras, no estamos a merced de los
legados de nuestros antepasados. Me pregunto si puedes hablar de eso
específicamente.
Gregg: Tuve una experiencia reciente en enero de
2019. Cada mes de enero me hago un examen físico anual como control,
para ver qué está pasando en mi cuerpo y si hay algo que necesita mi
atención o debo encarar. Y todos los años, incluso si es un año más
tarde, me dan el mismo formulario para llenar solicitándome mi historia
familiar. Algunos de los espectadores saben que vengo de una familia
abusiva, alcohólica y muy disfuncional. Mi padre era el alcohólico y el
abusador: mi madre, mi hermano menor y yo llevábamos la peor parte y mi
padre abandonó a mi familia cuando yo tenía diez años y murió a una edad
temprana, probablemente debido a su estilo de vida. Una de las
preguntas del formulario médico es: ¿Su padre o su madre tienen alguna
de estas enfermedades? Tuve que marcar afecciones cardíacas, cáncer,
diabetes, asma, hipertensión, alta presión sanguínea, porque mi padre
tenía estas cosas, pero hice una anotación en el margen y agregué
"debido a su estilo de vida".
Mi médico siempre dice: "¿Qué
diablos significa eso? ¿Por qué me lo dice?" Y yo respondo: “Solo porque
mi padre tenía estas características no significa que las vaya a tener
yo”.
La epigenética nos dice eso. Mi querido amigo y hermano,
Bruce Lipton, ha estado trabajando en epigenética desde finales de los
años sesenta. Él estaba realizando algunos estudios validados por
expertos en los que seres idénticos se expresan de manera diferente
cuando los ubican en ambientes diferentes. Y de eso trata la
epigenética. Si nos ponen en un ambiente de alcohólicos, con el estrés
de ese ambiente y una mala alimentación, y mucho tabaco y nicotina, y
todas las cosas que lo acompañan, no es razonable esperar que su ADN
responda a la enfermedad de la manera en que lo hizo en mi vida, solo
porque tengo la misma conformación genética, las decisiones que tomé en
mi vida, y no estoy diciendo que lo tenga todo resuelto, soy un
estudiante, todavía estoy aprendiendo. Pero llegué a entender que si
honro mi cuerpo, no va a manifestar las enfermedades que manifestó mi
padre debido a sus elecciones de vida. Cuando se lo digo, mi médico
escribe algunas notas y dice “Está bien”.
No es del dominio
público; ni siquiera es pureza en la ciencia. No es algo que típicamente
se enseñe o haya enseñado en el pasado a nivel universitario. Mi amigo
Bruce Lipton dejó la Universidad porque lo que estaba descubriendo en el
laboratorio no coincidía con lo que se nos pidió que enseñáramos en el
aula a los estudiantes que se convertirían en médicos. Este conflicto lo
llevó a abandonar ese ambiente y dirigirse directamente al público en
general.
Entonces, ¿qué nos dice eso cuando hablamos de sanación
ancestral? Podemos estar hablando de sanación física, de sanación
emocional, de una combinación de muchas de estas cosas. Podríamos estar
hablando a nivel del ADN; también podríamos estar hablando a nivel
celular. Así que he sentado las bases de por qué el ADN puede cambiar.
Al venir de una familia donde había mucho estrés, muchas críticas por
parte del abusador, la crítica se puede interpretar de maneras temibles,
puede desencadenar baja autoestima, crear perspectivas del mundo
basadas en el temor. Mi hermano menor y yo venimos del mismo entorno. Si
él estuviera en este programa, no sabrían que estamos emparentados, nos
vemos diferentes, nuestros cuerpos están construidos de manera
diferente, pensamos de manera diferente, y aunque ambos estuvimos en el
mismo entorno malsano, interpretamos ese entorno de maneras muy, pero
muy distintas.
Durante sus primeros años, él experimentó su
propia perspectiva, por lo que el miedo, la baja autoestima, la
depresión como resultado de ello, y las cosas del amor que van con eso,
son el resultado de sus percepciones de su entorno.
Yo provengo
del mismo entorno y fui sumamente bendecido por lo que llamo una
poderosa brújula del alma, por lo que todas las cosas que me dijeron de
mí no tenían sentido cuando me miré a mí mismo, no las creí. No acepté
las cosas que mi hermano hizo. Nuestros cuerpos ahora se manifiestan de
forma muy diferente en nuestros últimos años (ahora tengo 65) porque
nuestros cuerpos han desencadenado esos cambios a nivel genético, han
creado componentes básicos de respuesta inmunológica muy diferentes, de
equilibrio hormonal, y todo esto es parte de lo que trata nuestra
sanación ancestral. Podemos provenir de un origen poco saludable y es
cierto que podemos estar predispuestos a las condiciones de salud de
nuestros padres si en nuestra vida no hacemos nada distinto a lo que
ellos hicieron en las suyas. Si tenemos la misma dieta, los mismos
sistemas de creencias, los mismos temores, las mismas críticas y los
mismos niveles de autoestima, esas percepciones provocarán cambios
químicos en nuestro cuerpo.
Y debido a que tenemos esa
estructura genética, es muy posible que nuestro ADN se exprese a través
de las mismas condiciones de salud, y no tiene por qué ser así, porque
la epigenética nos dice que cuando asumimos la responsabilidad de
nuestras vidas y de este momento, significa que no tenemos que ser
definidos por las condiciones de las que venimos. Esto es algo de lo que
hablo con mi hermano.
Desde mi perspectiva, esto nos llevó al
punto en el que estamos ahora, así que no podemos decir que no funcionó,
y no tenemos que definir nuestro futuro por las condiciones de nuestro
pasado. Podemos, si elegimos ser víctimas. De ahí provienen nuestros
mayores niveles de maestría a medida que nos damos cuenta del potencial
que tenemos para esta plasticidad genética al comenzar a cambiar nuestra
perspectiva, y en su vida quizá les dijeron que no eran lo
suficientemente inteligentes como para ser matemáticos, pero de pronto
descubren que pueden sentarse y analizar el problema matemático y
resolverlo mentalmente más rápidamente que su vecino con una
calculadora, y dicen: "Saben, lo que escuché no es cierto". Y pueden ser
sinceros respecto a ustedes, a estas cosas. Así que ahí es donde el
movimiento de autoayuda puede, en algunas circunstancias, aclararnos
nuestras perspectivas. La advertencia es que no queremos que esas
técnicas de autoayuda se conviertan en muletas.
Si pueden
convertirse en una herramienta que nos lleve a un nivel más profundo de
conciencia, eso es asombroso. Si se convierten en muletas, reemplazamos
nuestro temor a nuestra autoestima con el de no tener nuestras
herramientas de autoayuda y entonces simplemente reemplazamos un temor
con otro. Entonces, aquí es donde la percepción puede cambiar la química
del ADN en el cuerpo.
Quiero llevar esto un paso más allá y
luego lo redondearemos. Como autor de la editorial Hay House, tuve el
honor y el privilegio de conocer a una mujer en 2013, una médica
brillante. Su nombre era Dr. Candace Pert, y ahora muchos de nuestros
televidentes están familiarizados con su trabajo. Es conocida por varias
razones, pero quizás la contribución más poderosa que nos dejó hoy es
su libro Moléculas de la emoción. Ella fue la primera en identificar que
las emociones que tenemos en nuestro cuerpo tienen equivalentes
químicos llamados neuropéptidos. El nombre nos dice lo que está pasando:
neuro relacionado con las funciones neuronales y los péptidos a la
forma en que se unen químicamente en el cuerpo. Ella dijo que cada
emoción creará un neuropéptido, incluso nuestras alegrías más grandes y
nuestros picos de éxtasis crearán neuropéptidos. Rara vez nos
encontramos sumidos en la alegría por mucho tiempo. Simplemente no
escuchan a la gente decir "¡Oh, tengo tanta alegría en mi vida! ¿Puedo
amortiguarla un poco?"
Típicamente, eso no es un problema.
El
otro extremo del espectro es el trauma, y todos tenemos trauma en
nuestras vidas, algunos están conscientes de ello, algunos no, parte es
consciente y parte es inconsciente. Y si vienen de una familia
alcohólica, les aseguro que han experimentado un trauma de alguna manera
con la que pueden o no estar familiarizados. Eso es lo que Candace nos
dijo que es tan interesante. Si somos lo suficientemente conscientes
como para resolver el trauma cuando ocurre, el químico, el neuropéptido
se metaboliza fuera de nuestro cuerpo mediante procesos típicos como la
orina, la transpiración, la saliva, la respiración, y ese trauma deja de
ser un problema. Sin embargo, si no tenemos las herramientas para
resolver el trauma, nuestro cuerpo hace algo realmente interesante:
almacenará esa sustancia química en el tejido de un órgano específico y
mantendrá esa sustancia química, ese neuropéptido, en el tejido. El
cuerpo piensa que nos está haciendo un favor.
"Tengo 3 años, no
tengo las herramientas para lidiar con este trauma, así que almacenaré
la sustancia química de este trauma en un órgano hasta que tenga la
capacidad de regresar y sanar el trauma". No lo hacemos conscientemente;
Esto es algo que nuestro cuerpo hace naturalmente. Y lo que sucede
normalmente es que lo olvidamos porque lo almacenamos en el momento como
un mecanismo de supervivencia. Podríamos olvidarlo hasta que tengamos
cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta, ochenta años o más. Y en algún
momento, si este trauma no se ha resuelto de alguna manera, no es
infrecuente que el tejido les haga saber que ese trauma debe abordarse, y
llamaremos a eso enfermedad. Esta es una manera muy diferente de pensar
acerca de la enfermedad. No es lo que les dirá el médico. Él les dirá
que tienen una enfermedad en el tejido y lo bombardeará con productos
químicas o removerá el tejido. Y no creo que esté bien o mal, es una
elección muy personal, pero tenemos alternativas.
Esta forma de
pensar nos dice que el tejido se está alineando, pidiendo nuestra
atención. Y lo que Candace nos dice es que la resolución del trauma
libera a esa sustancia química para que se mueva por el torrente
sanguíneo y se metabolice a través del cuerpo. A eso lo llamamos
sanación. En última instancia, ¿qué es la sanación de la enfermedad del
cuerpo? Es la liberación del neuropéptido, permitirle moverse libremente
por la sangre y ser metabolizado porque ahora está libre de ese tejido.
¿Cómo sanamos los neuropéptidos? Existen muchas formas. Una de ellas es
al acceder a lo que se llama la Coherencia Corazón-Cerebro y observar
la experiencia que llevó a que ese neuropéptido se creara a partir de un
virus no polarizado. Hablaré de eso más tarde. Otra forma es oxigenar
el cuerpo. Existen técnicas de trabajo de respiración que parecen muy
benignas.
Comienzan usando técnicas de respiración muy
específicas y las personas dirán "¿por qué tanto escándalo? ¡No está
sucediendo nada! " Y de repente estas oleadas de emoción y las imágenes
del trauma surgen para ellas y dicen:" Oh, Dios mío, ¿qué está
ocurriendo?" Y el trauma no sabe la diferencia entre la experiencia que
sucedió minutos antes y lo que sucedió hace 60 años, porque ha estado
esperando esta sanación. Por eso cuando hablamos de sanación ancestral,
este es otro factor, no solo en el nivel del ADN sino en las sustancias
químicas que almacenamos en nuestros cuerpos y en la forma en que los
sistemas de creencias del trauma perpetúan esas sustancias químicas que
se almacenan.
El padre de una amiga muy querida me dijo que
moriría a la edad de 75 años. Estaba perfectamente sano y le dije:
"¿Cómo lo sabes?" Él respondió: "Bueno, mi padre murió a la edad de 75
años, su hermano murió a la edad de 75 años, y mi abuelo murió a la edad
de 75 años. Murieron en el curso de mi vida". Y yo dije: "Bueno, ¿cómo
te sientes al respecto?" Y él dijo: "En cierto modo es un alivio, porque
puedo dividir mi vida en 3 segmentos de 25 años. Los primeros 25 años
son para explorar, los siguientes 25 para desarrollar el negocio y
formar una familia y los otros 25 para cosechar los beneficios de mi
vida". A los 75 años estaba perfectamente sano. Hizo una reunión
familiar, todos vinieron a su cumpleaños. Dos semanas después, estaba
muerto.
Si no sabemos quiénes somos, si no tenemos un ancla
emocional, espiritual, para saber quiénes somos en este mundo, entonces
nos volvemos vulnerables a las percepciones de quienes están más cerca
de nosotros, quienes comparten nuestra vidas, incluida la iglesia,
incluida nuestra academia, universidad, todas estas cosas. Una vez que
nos aceptamos, sin importar lo que esté sucediendo en nuestras vidas,
una vez que aceptamos las verdades más profundas de nuestra existencia,
cómo nos originamos, no somos un accidente de la biología, hay una
intencionalidad subyacente en nuestra existencia. Estamos diseñados para
prosperar en tiempos extremos y somos bioelásticos, lo que significa
que no estamos atados a la biología que nos ayudó a comenzar la vida en
este mundo a través de nuestros padres. Nos sirvió, pero nos basamos en
eso para convertirnos en algo más de lo que éramos cuando llegamos y
aquí es donde encontramos nuestros mayores niveles de maestría, a esto
está referida la verdadera sanación ancestral.
Esta es la razón
por la cual es posible sanar en una generación la herida del
alcoholismo, por ejemplo, o las adicciones, las creencias que han
llevado a esto para que no haya miedo de pasárselo a nuestros hijos,
porque termina con nosotros, porque tenemos la sabiduría, la voluntad y
la capacidad de trascender, no solo de sanar, sino de llegar a ser más
grandes que las heridas que nos desafían en la vida. No estamos
definidos por nuestras circunstancias. Creo que ese es el poder de la
sanación ancestral.
Lisa: Dices que hay renuencia, incluso resistencia a compartir esta información. ¿Por qué?
Gregg:
Bueno, eso daría tema para toda una conferencia. Comenzaré mi respuesta
simplemente diciendo que se está librando una batalla. Todos la estamos
presenciando, incluso si no somos conscientes de ello en la corriente
predominante. Y es una batalla para sostener a toda costa el modelo
estándar cuando se trata de pensar quiénes somos, de dónde venimos y
cuál es nuestro potencial. Es una batalla que se está llevando a cabo en
una corporación, que está siendo representada por la iglesia, que se
está llevando a cabo en la academia, en la industria farmacéutica. Hay
personas que tienen intereses invertidos en perpetuar una historia de
impotencia, desamparo y la falta de valor de la vida humana. Hay
personas y entidades que se benefician de eso. Así que cuando tú me
preguntas por qué, puedo darte cuatro motivos: dinero, poder, ego y
hábito. Y ellos se reflejan en las entidades de las que estamos
hablando: las corporaciones, incluida la industria farmacéutica.
Lisa:
tiene mucho sentido De hecho, parece que la palabra víctimas ha
aparecido más de una vez en esta conversación. Básicamente es que cuando
sentimos que somos víctimas, continuamos con las enfermedades, las
cosas que nos han sucedido. Y aquellos que quieren que sigamos siendo
víctimas son los que se están beneficiando de esto.
Gregg: Aquí
es donde entra en juego el modelo estándar. Por lo tanto, voy a
retroceder a un panorama más amplio de lo que estamos hablando. Nuestros
espectadores saben que el mundo está cambiando; mi mundo está
cambiando, su mundo está cambiando. Nuestro mundo está cambiando de
maneras a las que no estamos acostumbrados, más rápido de lo que hemos
estado preparados para aceptar. Si no sabemos quiénes somos, si no
tenemos el ancla emocional y el ancla espiritual firme que nos dice
quiénes somos en este mundo, esos cambios externos pueden ser muy
dañinos. Así que somos haces de autorreferencia, estamos condicionados
para colocar nuestro sentido de bienestar en los acontecimientos del
mundo externo. Así que cuando el gobierno parece estar funcionando,
cuando parece que la industria financiera está yendo adelante bastante
bien, cuando los trabajos parecen estables, cuando las relaciones
parecen estables, cuando todo parece estar bien, entonces decimos: "Ah,
estoy bien".
Pero cuando esos haces de auto-referencia, cuando
esas cosas comienzan a cambiar, cuando decimos subconscientemente: "¿Qué
significa ese cambio para mí, esa parte de mi mundo en la que confié?”
La estabilidad de esa parte del mundo está cambiando. “¿Qué significa
para mí si no tenemos la respuesta?" Un ejemplo perfecto son los
jóvenes.
Los jóvenes en la escuela hoy en día son vulnerables a
las percepciones de sus compañeros a través de las redes sociales. Si
una persona joven en la escuela hoy no tiene esa ancla emocional sólida,
esa sólida ancla espiritual, eso les dice quiénes son, y esto todavía
se los dan sus familias. Entonces cuando sus compañeros comienzan a
ridiculizarlos y criticarlos, si no tienen el ancla para saber que no
son así, entonces su autoestima depende del entorno externo de sus
compañeros. No saben quiénes son, empezarán a creer lo que están
diciendo en las redes sociales hasta el punto en que los jóvenes se
están quitando la vida porque creen lo que han dicho sus compañeros, y
dijeron: "No vale la pena vivir en este mundo". Ese es un ejemplo de
cuán poderosa es esta conversación. Algunas personas dicen: "¿No es una
conversación filosófica?" Hay una filosofía involucrada; va directamente
a la esencia de lo que está sucediendo en nuestras vidas todos los
días.
Vivimos en un mundo que se está globalizando. Eso significa
que ocho millones de personas están reunidos a través de las barreras,
barreras culturales y barreras religiosas en la forma en que las mujeres
piensan de los hombres y la forma en que los hombres piensan de las
mujeres y todo eso es generacional. Así que las heridas generacionales
de nuestros antepasados se están alineando porque estamos siendo
reunidos y se nos pide que interpretemos las nuevas religiones
entrantes, no nuevas, sino religiones con las que no estamos
familiarizados; a través de los ojos de nuestras heridas ancestrales se
nos pide que interpretemos la sexualidad y la transexualidad a través de
los ojos de otra generación y estas son todas percepciones.
Y
cuando examinamos las grandes heridas, el odio por el color de la piel o
la orientación sexual o los puntos de vista religiosos, vemos las
atrocidades en el campo de batalla en todo el mundo, como resultado de
estas percepciones, recibimos el acoso cibernético, recibimos la
autodestrucción de las epidemias de drogas, la heroína, las
metanfetaminas, no solo en los Estados Unidos, está pasando en todo el
mundo Tan diferentes como son el uno del otro, el tema común, todos
están unidos. Un tema central, el único posible, por la forma en que se
nos ha enseñado a pensar. Y esa forma de pensar es generacional y
ancestral, y aparece no solo en los cuerpos, no solo en la enfermedad,
no solo a nivel del ADN, sino que se manifiesta socialmente de la manera
en que somos capaces de aceptar el cambio para poder aprobar leyes y
hacer que sea ilegal odiar, Obama dictó esa Ley de Prevención del Delito
09.
Es una hermosa ley contra el odio porque no cambia la forma
en que nos sentimos, solo hace que sea ilegal ejercer ese odio. En la
ONU, en 1949, tuvieron que acuñar el término para el nivel de matanza
que estaba ocurriendo. Se lo llamó genocidio. Tuvieron que acuñar la
palabra para poder hacer que ese nivel de matanza fuera ilegal. Y pueden
hacer que el genocidio sea ilegal, pero sabemos que eso no ha detenido
el genocidio. Entonces, en última instancia, lo que estamos diciendo es
la razón de que esta conversación sea tan importante.
Si vamos a
poner una venda temporal en las heridas más profundas de nuestra
sociedad y entre las naciones, tenemos que ir a la esencia de la herida,
y es la forma en que se nos ha enseñado a pensar. Ahí es donde creo que
los nuevos descubrimientos contendrán el mayor potencial y los
potenciales más unificadores a medida que ellos nos empiecen a vincular
con algo muy especial acerca de la vida humana, y eso es muy valioso y
muy sagrado. No somos las mutaciones aleatorias que ocurrieron por algún
accidente hace mucho tiempo y este nivel de pensamiento finalmente
sanará el odio. Tenemos que inculcarles eso a nuestros jóvenes y es de
lo que estamos hablando.
A medida que los jóvenes se den cuenta
de este extraordinario potencial que yo creo que es ordinario, y
empiecen a desarrollar esta intuición profunda autorreguladora en su
sistema inmunológico para volverse muy resilientes a los cambios que
tienen en sus vidas, para despertar sus enzimas de longevidad, y para
saber que hay mucho más en la vida de lo que los medios de comunicación
tradicionales les hacen creer, las desviaciones que los medios de
comunicación tradicionales los están llevando a creer, ahí es donde se
está produciendo el cambio y, en última instancia, creo que es a donde
básicamente debe ir esta conversación.
Lisa: ¡Absolutamente, bellamente expresado! Antes de continuar, me gustaría dar tu dirección web, que es
greggbraden.com, Gregg con dos g para aquellos que no conocen a Gregg.
Gregg:
Escrito con dos gs significa que no soy Gregory. Mi madre lo hizo
intencionalmente. Con una g es una abreviatura de Gregory, con dos gs es
Gregg.
Lisa: Antes de terminar, ¿hay algo de lo que no hayamos
hablado que le gustaría agregar? ¡Dijiste cosas tan maravillosas! ¿Te
queda algo por decir?
Gregg: Ante todo, quiero agradecerte, Lisa,
por la oportunidad. No he visto las otras entrevistas, no lo sé, rezo
para que esta conversación apoye el mensaje de la serie. No sé
exactamente a quién le sirve, pero estoy compartiendo lo que llegué a
entender respecto a quiénes somos y nuestra capacidad para cambiar
nuestras circunstancias y no ser definidos por las generaciones del
pasado y reconozco plenamente que para muchas personas esta es una forma
de pensar muy diferente; es muy diferente de lo que me enseñaron; y por
lo general, no verán esto en las aulas o libros de texto
convencionales. Eso significa que se necesita trabajo para aceptar
algunos de estos nuevos entendimientos y quiero decir que mi padre se
fue cuando yo tenía diez años, nuestra familia quedó destrozada, fue muy
traumático para todos nosotros, estábamos en una vivienda social para
personas de bajos ingresos, fue un desastre. Mi madre me regaló un libro
cuando mi padre se fue, escrito por un profeta del siglo XX.
Su
nombre era Khalil Gibran y el título de ese libro era El Profeta. Y
cada capítulo era un capítulo de contemplación. Cada idea tomaba una
página o una página y media. Y había un capítulo sobre el trabajo. Y lo
que leí cuando tenía 10 años me conmovió tanto que se convirtió en un
concepto esencial hasta el día de hoy. Lo que Khalil Gibran dijo fue:
"El trabajo es el amor hecho visible", por lo tanto, cuando pensamos en
la cantidad de trabajo para cambiar nuestra forma de pensar, la cantidad
de trabajo para cambiar la forma en que vivimos y para examinar
nuestras perspectivas, la pregunta es: "¿Valemos la pena?" Y esta es una
pregunta que cada uno de nosotros debe hacerse "¿Soy digno del trabajo
que se necesita para aceptar las verdades más profundas de mi
existencia?" Y la luz que vamos a dejar para nuestros hijos será la
respuesta a nuestra pregunta. Si nunca lo pensaron desde esa
perspectiva, el trabajo es el amor hecho visible, si lo piensan para
cada tarea cada día, eso cambiará su vida.
Así que muchas gracias. Agradezco la oportunidad de compartir eso.
https://ancestralhealingsummit.com/program/46Título en inglés: Healing the DNA and ancestral healing
Traducción: Susana Peralta