Primera Parte
(Nota Especial: Este artículo no tiene ninguna intención de ser una crítica para la Medicina o la Asistencia Médica institucional. Más bien, es un estudio de las dinámicas de la sociedad a partir de la cual evolucionó nuestro Paradigma Médico actual, y adónde puede estar yendo a medida que la energía continúa elevándose en el planeta Tierra. Soy parte de esta “Institución” actual, y considero que muchos de mis amigos y colegas son personas brillantes y humanitarias.
La “sal de la Tierra” ha comenzado a acabarse. Ése no es el caso, porque ya no queda nada. Más bien, la sal se está acabando porque ya cumplió su propósito. Desde el principio hubo energías presentes en el planeta que sólo tenían una razón de ser. Esa razón era la preservación del orden establecido.
La sal, como esencia, siempre fue considerada un “conservante”. Sin ella, o algo similar a ella, las sustancias orgánicas (especialmente las proteínas) se pudrirían. Cuando se corta la carne, se la seca y se la envuelve en sal, se dice que está “curada”.
Las palabras son interesantes. Revelan muchísimo, especialmente cuando ustedes miden sus múltiples usos en cualquier cultura en particular. La palabra “cura” también tiene otros significados. Decimos que las enfermedades se “curan”. Decimos que algunas enfermedades son “incurables”. La palabra quiere decir “sacerdote” en español y si le agregan un acento en la “e”, también en francés.
Realmente, los médicos actuales se convirtieron en “sacerdotes” de una religión muy especial e importante. Pero, ¿cuál ES esa religión?
GUARDIANES DE LO NORMAL
La Era de la Tecnología es una era de estadísticas. Tenemos la maquinaria, actualmente en su lugar, para sacar “estadísticas” sobre casi cualquier tema en casi nada de tiempo. En una era donde el Déficit del Presupuesto y la Deuda Nacional son casi una obsesión americana, se enarcaron muchas cejas hace poco tiempo cuando el Congreso asignó 19 millones de dólares para estudiar las estadísticas sobre los efectos de las emisiones de metano del ganado (pedos del ganado) en la capa de ozono. ¡Las herramientas para hacerlo están presentes, las motivaciones son elevadas y estamos midiendo y catalogando activamente casi todo lo que está a la vista!
La palabra “normal” se usa muy a menudo cuando se congregan los médicos. Muchos pacientes, cuando el médico clínico les informa lo que encontró, tienden a SACARLE toda la jerga técnica y en cambio hacen esa pregunta del momento que todo lo invade: “Pero, doctor, ¿eso es NORMAL?
Bueno, ¿qué va a decir el Buen Doctor? Tiene que ser preciso. Debe ser SERIO RESPECTO A SU RELIGIÓN. Por lo tanto, los médicos otorgan grandes sumas de dinero, muchas horas de atención y cantidades increíbles de credibilidad a esa MERCADERÍA ALTAMENTE COMERCIABLE – LO NORMAL, o a eso que se denomina NORMAL.
Odio que me llamen “Normal” - ¿y ustedes? Tenderían a sentirse tan… tan... PROMEDIO. ¡Pero “el Normal” es un hombre muy popular, por cierto! Estudiamos duro en la escuela, practicamos deportes a diario, perseveramos en toda forma de organización personal y disciplina – todo para poder VENCERLO en todas las áreas de la vida. Pero vayan al Doctor, levántense la camisa y fallen en encontrarlo allí – y un hombre grande comenzará a sudar frío.
Entonces, los médicos deberían ser llamados los Sumos Sacerdotes de la Asistencia Médica y “Guardianes de lo Normal”. Si falta esa “Normalidad”, los pacientes quieres recuperarla. Naturalmente, donde hay un mercado pronto hay una mercadería para vender – se han desarrollado grandes líneas de productos y procedimientos para preservar, proteger y reinstalar eso que es normal en la función corporal humana.
UNA “NUEVA” MARCA DE JUICIO
Como la palabra “normal” es tan, tan ordinaria, pronto se hizo necesario darle un nuevo sabor a la vieja palabra. Ya que “cura” era usada corrientemente para la carne y las personas son mucho más que carne (¿no es cierto, Doctor?), se puso en juego la palabra “sanar”. El “término medio” para las condiciones aceptables de los cuerpos humanos se convirtió ahora en los que eran “sanados”, o los que eran saludables. (*)
Pronto, la nueva cara de lo “Normal” fue bien conocida por todos. Ahora, en lugar de polaridades como BUENO y MALO, los Sacerdotes de la Nueva Religión podían usar palabras tales como “saludable” y “no saludable”. Se instituyeron las nuevas prácticas de la asepsia y se le atribuyó la palabra LIMPIO a SALUDABLE y la palabra SUCIO (o “Impuro”, como se les decía a los leprosos) a lo que no llegaba a la altura de... ¿adivinan qué? ¡LO NORMAL!
Se le encomendó a The Metropolitan Life Insurance Company que decidiese qué pesos del cuerpo físico son saludables y cuáles no. Se ganan trabajos, se pierden relaciones, se forman equipos de atletismo y se escriben las normas de los seguros de vida según los edictos de la Iglesia. Pronto, los nutricionistas comenzaron a decidir cuál era una “comida saludable”- basando sus decisiones en las “estadísticas” diseñadas para probar qué es BUENO y qué es MALO.
Por supuesto, ninguna lista sobre “absolutos” estaría completa sin mencionar estas dos palabras tan familiares: APTITUD FÍSICA. El absolutismo de esto hace como que uno VIBRE, ¿no es así? Algunas personas “encajan” y otras “no”. Algunos soldados son “aptos para el deber” y otros no lo son. Pronto, las personas comienzan a inclinar su energía (enfocarla) hasta encontrar “lo normal”. Algunos le dicen “disciplina” a esta práctica. El Espíritu la llama enfocar la voluntad. No hay nada malo en eso, pero a veces tiende a “encasillarlo a uno“.
CREANDO LA PROGRAMACIÓN
Con la Asistencia Médica tratada como un “negocio” y las Asociaciones Médicas presentándose a sí mismas como el Sacerdocio Sagrado, no es difícil figurarse adónde irá esto naturalmente. Los doctores comenzaron a establecer “pautas” de cómo deberían verse, sentirse, comer, caminar y dormir las personas. Cuanto más se interiorizaron esas “pautas”, más empezó a enfocarse la Mente Masiva en la búsqueda de esa “normalidad”.
El enfoque de la Mente Masiva en cualquier objetivo o definición de “ lo correcto” (tal como en el área de la “aptitud”) es lo que establece la DENSIDAD para ese “canal” en el televisor Multiversal. Si una cantidad suficiente de personas comienza a enfocarse en una meta o definición de “lo normal” o “lo correcto”, se forma una especie de MASA CRÍTICA que se convierte en la realidad básica para esa sociedad. Todo lo que esté fuera de esa “normalidad” comienza a sufrir.
En realidad, el “sufrimiento” de quienes están fuera de “lo normal” no es para nada producto de su “condición” particular. Más bien, sufren porque su mente consciente e inconsciente recibe continuamente el mensaje subliminal: NO PERTENECES AQUÍ. Finalmente, el cuerpo se rinde o se conforma, o se muere.
Dicho sea de paso, una de las razones por las que las personas sólo viven hasta los 70 años (promedio) hoy en día es porque reciben mensajes de todos los sectores de la sociedad diciéndoles que ya no se los necesita. La Sociedad Americana es LA JUVENTUD LOCA. Si su saco tiene una “arruga”, plánchelo – si la arruga no sale, TÍRELO. Algunos sujetos piensan que eso también es cierto para las personas. En otras partes del mundo, la gente vive mucho más y le es mucho más útil a los que pueden beneficiarse de su sabiduría.
CUIDANDO EL “STATUS QUO”
Si buscan la frase “status quo” en el diccionario, descubrirán que se la define como “la forma en que son las cosas” (traducción literal del término). El status quo es extremadamente importante para los Guardianes de lo Normal. Podríamos criticarlos duramente, razonando que ellos hacen todo por dinero, que se aprovechan de los miedos de la gente a la que sirven y seguir diciendo cosas. En realidad, muchas veces la Institución Médica simplemente responde a las señales que recibe de la sociedad en la que vive. Sí, ganan dinero con los tratamientos de quimioterapia y radiación. Sí, esas “pildoritas” que cuestan tanto son recetadas liberalmente a millones de pacientes ansiosos – personas que muchas veces necesitan mucho MÁS que una píldora. Pero no sólo los MÉDICOS son los responsables de todo eso. Todos nosotros jugamos un papel en el “status quo”. El punto de esta exposición es simplemente ayudarnos a ver cuán aterrorizados podemos estar todos ante la perspectiva del CAMBIO.
La mayoría odia el cambio, excepto cuando sus vidas se tornan completamente insoportables… sólo ENTONCES considerarán la búsqueda de algo nuevo.
Daniel Jacob - 2003
https://reconnections.net/
Título in inglés: The Cure – Part 1
Traducción: Susana Peralta
Sitio oficial de Daniel Jacob en español: www.manantialcaduceo.com.ar/
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