jueves, 2 de julio de 2015

perdió una pierna, a causa del Síndrome del Shock Tóxico asociado al uso de tampones (SST)


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Amputada 

LAUREN WASSERL


A los 24 años, Lauren Wasserl lo tenía todo: su belleza natural se ajustaba a los parámetros exigidos por la sociedad y su carrera de modelo ascendente. Era una mujer vital, amante de los deportes. Y acababa de comprarse su vivienda propia. Pero, en octubre de 2012, la vida de esta bella modelo dio un giro inesperado. Lauren fue acostarse sintiendo un leve malestar -ella lo atribuyó a que su período menstrual había llegado-. Horas más tarde, estaba en una ambulancia, siendo la protagonista de una verdadera emergencia. A los 27 años, Lauren dicen que no tenía idea de que estaba poniendo en riesgo su vida por el solo hecho de usar tampones. Tuvo que aprenderlo por la fuerza y ahora quiere compartir su experiencia con el mundo entero. 

Lauren 
Wasserl: "He pasado mucho dolor y he tenido que crecer de repente. No se trata sólo de ser modelo y haber tenido TSS, se trata de tener una amputación y aceptar mi nueva vida. No puedo disfrutar de lujos tan simples como despertarme por la mañana y saltar a la ducha o poder correr en la playa. Por eso quiero intentar que todas las personas que están en mi situación entiendan que todo está bien. Una joven se puso en contacto conmigo para decirme que le inspiré a mostrarse tal como es después de haber ocultado su pierna durante años. De eso se trata, de poder influir e inspirar a otras personas."

CIUDAD DE BUENOS AIRES (JuntosBien). El caso de Lauren Wasser, la modelo que, según ha relatado a la prensa estadounidense, perdió una pierna, a causa del Síndrome del Shock Tóxico asociado al uso de tampones (SST)
ha puesto de actualidad este trastorno grave aunque muy infrecuente.
La joven de 27 años ha iniciado una batalla legal contra Kotex Natural Balance, el fabricante de tampones que utilizaba habitualmente, al que acusa de ser responsable del SST que, en 2012, le provocó una grave infección que derivó en la amputación de su pierna derecha.
LAURE WASSER 1

Lauren perdió la mitad de su pierna derecha después de contraer el Síndrome del Choque Tóxico. Hoy utiliza su experiencia para inspirar a otras mujeres y se enfrenta a la industria del tampón.
"Siempre me había visto perfecta", dice Lauren Wasser sobre la época en la que su cuerpo se estaba desarrollando. Su madre había sido modelo durante más de 20 años -"en los años '90, con Stephanie Seymour y Cindy Crawford"- y Lauren siguió su ejemplo sin esfuerzo. Cuando era niña viajaba con ella para sus sesiones en París, Milán, Londres y Nueva York y en su primera editorial fue fotografiada por Patrick Demarchelier con tan sólo 2 meses de edad. Lo de dedicarse a ser modelo fue algo inevitable, incluso su padre lo había sido.
En 2012 el cuerpo de Lauren cambió de la noche a la mañana. El 3 de octubre se fue a dormir a su casa de Los Ángeles con un malestar que parecía una simple gripe. Tenía lamenstruación y llevaba puesto un tampón, pero en ningún momento se le pasó por la cabeza que eso tuviese algo que ver con sus síntomas. Lo último que recuerda es haber dado de comer a su perro y hablar con su madre por teléfono; lo siguiente fue despertar en una cama de hospital sin tener la menor idea de qué había pasado.
La enfermedad, de la que hablan los prospectos de la mayoría de marcas de tampones, puede estar causada por 2 tipos de bacterias, el Staphylococcus aureus y el Streptococcus pyogenes, algunas de cuyas cepas son capaces de producir una toxina con gran poder para desencadenar una sepsis. Pero no todas las infecciones por estos patógenos provocan un SST, sino que este sólo aparece en las personas cuyo sistema inmunitario no ha desarrollado anticuerpos para hacer frente a la acción de las citadas toxinas.
Lauren había contraído el Síndrome del Choque Tóxico (TSS, por sus siglas en inglés), una enfermedad bacteriana supuestamente causada por su tampón. Según contó la joven a VICE, llegó al borde de la muerte y le indujeron un coma médico. La infección se volvió gangrena y se vieron obligados a amputarle la pierna derecha por debajo de la rodilla. Aunque luchó por mantener su pierna izquierda, finalmente perdió los dedos del pie y el talón ha quedado muy dañado. Sin previo aviso su cuerpo y su futuro cambiaron radicalmente.
No se conoce a fondo por qué el uso de tampones se relaciona con la aparición del SST, aunque, tal y como explica José Ramón Yuste, especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra, la capacidad de absorción de estos productos y su colocación en el interior de la vagina, que permite una mayor concentración de oxígeno en la zona, favorece la producción de las toxinas. Por eso, se recomienda adecuar el nivel de absorción a la cantidad de flujo menstrual optando siempre por el menor grado de absorción y no se aconseja mantener un mismo tampón durante más de 8 horas.
Jennifer Rovero, fotógrafa y pareja de Lauren, comenzó a fotografiarla después de la amputación -en shorts, sentada en el baño,...- . Es algo que Jennifer ha denominado 'fototerapia' y que le ha ayudado a lidiar con lo que le ha sucedido a su cuerpo. Además se ha convertido en una verdadera campaña para crear conciencia sobre el TSS, una enfermedad que se toma -si es que se menciona, algo que sin duda no hacen los fabricantes de tampones- como una vaga amenaza mítica.
3 años después de salir de su coma, Lauren ha decidido utilizar su plataforma para enfrentarse a la industria de tampones, y también para inspirar a otras personas con amputaciones para estar cómodas con sus cuerpos.
Consejos
Aunque los primeros casos de SST que se describieron a finales de los años '70 estaban relacionados con el uso de tampones, el Síndrome del Shock Tóxico también puede afectar a niños, mujeres posmenopáusicas y hombres y se ha asociado con infecciones cutáneas, quemaduras y operaciones quirúrgicas. De hecho, según datos de los Institutos de Salud de USA (NIH), hoy en día menos de la mitad de los casos de STT están asociados al uso de tampones.
"No se puede transmitir la idea de que no es seguro usar tampones para la menstruación, porque no es cierto. Hay que recordar que es una enfermedad extremadamente infrecuente y que de forma más habitual se asocia con otras circunstancias, como la cirugía", apunta Jackie Calleja, ginecólogo del Hospital Quirón de Madrid.
lauren wasserl
Los síntomas más frecuentes que presentan las personas con SST son malestar general, confusión, fiebre alta, tensión arterial baja, náuseas, vómitos y diarrea o erupciones en la piel, entre otros. El trastorno puede generar complicaciones de forma rápida y provocar una insuficiencia renal, cardiaca o hepática e incluso conducir a la muerte. Por eso, los especialistas recomiendan retirar el tampón y acudir al médico si, durante la menstruación desarrollan síntomas como los mencionados anteriormente.
Generalmente, explica el Dr. Yuste, la enfermedad se trata con antibióticos (se suele optar por aquellos que actúan inhibiendo la síntesis de proteínas, precisamente para intentar frenar la producción de la toxina) y "con todos aquellos medicamentos dirigidos a recuperar las constantes vitales del paciente, como fármacos para tratar la hipotensión, terapia de soporte, recuperación de fluidos, etc". El uso de medidas como la diálisis o la aplicación de inmunoglobulinas también puede plantearse en función de la afectación sistémica.
Para prevenir la aparición de un Síndrome del Shock Tóxico asociado al uso de tampones, concluye el Dr. Calleja, se recomienda evitar el uso de tampones altamente absorbentes, cambiar los tampones con frecuencia (cada 4-8 horas) y al menos una vez al día durante la menstruación (por ejemplo durante la noche) recurrir a otras opciones higiénicas.
La entrevista
Lauren habló con la publicación i-D por teléfono desde California acerca de romper tabúes y empoderar a las mujeres.
-¿Tuviste una buena relación con tu cuerpo al crecer? ¿Qué influencia tuvo el hecho de ser modelo con ello?
-Ser modelo siempre estuvo presente en mi vida, mis padres eran modelos y cuando iba a las agencias me convencían para dedicarme a ello. Pero también hacía deporte y ejercité mi cuerpo bastante. Siempre estaba jugando al baloncesto y montado en bicicleta.
Laurn Wasserl
-¿Cómo cambió la relación con tu cuerpo en 2012?
-Cuando me desperté del coma pesaba 90 kg, tuvieron que bombearme 36 kilos de fluidos para deshacerse de todas las toxinas de mi cuerpo. Así que me sentí diferente desde que me desperté. No me reconocía; no podía ver mis piernas, ni mi vagina, ni nada. Antes de eso pesaba como 54 kilos así que despertar un día con 36 kilos de más fue impactante. También perdí el pelo: al tratar de salvarme la vida mi cabello se enredó tanto que tuvieron que afeitarme la cabeza. Perdí mi identidad repentinamente y creo que todavía no he asimilado la intensidad de todo lo ocurrido. Y continúa siendo una batalla; todavía siento mucho dolor. 
-¿Has vuelto a practicar deporte?
-Estoy en un punto en el que tengo que aprender a lidiar con el dolor, pero soy una chica fuerte y no quiero que la gente me tenga lástima. De hecho, me aseguré de no cojear y oculté mi pierna hasta el punto en el que nadie se daba cuenta a menos que se las enseñara. Ahora he vuelto a subirme a la bicicleta y soy entrenadora de un equipo de basquetball. Aunque ya no puedo jugar, quiero seguir formando parte de ello. 
-Pero ahora ya no intentas ocultar tu cuerpo...
-Cuando Jen empezó a fotografiarme me dijo: "Tienes que mostrarla, tienes que estar orgullosa de ella". Estaba realmente triste y necesitaba que mi cabeza asimilase que ésta es mi nueva vida y que no va a cambiar. Cuando empezamos a salir, usaba medias y sudaderas a 37ºC, hasta que me di cuenta de que si quería compartir mi historia con el mundo, tenía que sentirme bien conmigo misma y estar orgullosa de lo que soy ahora. Ver las fotos de Jen fue un momento crucial, descubrí que sigo siendo hermosa y todavía puedo ser modelo. 
-¿Cómo han reaccionado los demás ahora que estás más dispuesta a compartir tu historia?
-Es increíble la cantidad de apoyo y amor que estoy recibiendo, me hace muy feliz. En Facebook, hay chicas jóvenes, mujeres mayores y mujeres que han perdido a sus hijas que agradecen mi labor. No se trata solo de mí, sino de las mujeres que fueron olvidadas porque no tenían la voz que tengo yo.
-La menstruación sigue siendo un tema bastante tabú ¿es esa una de las causas de el desconocimiento del TSS?
-Creo que las empresas de tampones se han encargado de que nos sintamos mal por ser mujeres; nos hacen sentir vergüenza de algo natural y por eso intentamos ocultarlo a toda costa. Esa es la puerta que debe abrirse, yo estoy contenta y orgullosa de haberlo hecho. 
-¿Cuál es tu plan para continuar con la denuncia?
-Quiero seguir creando conciencia, en otoño (boreal) iré a Washington DC con la congresista Carolyn Maloney. Su proyecto de ley [para estudiar los efectos en la salud de los productos de higiene menstrual] ha sido rechazado 9 veces por el Congreso, pero esperemos que con todo este bullicio podamos lograr un cambio y no vuelva a ser ignorado. Esto lleva pasando desde hace mucho tiempo y las mujeres tenemos derechos que no deberían ser ignorados.
-¿Qué fue lo que te hizo querer hablar finalmente?
-He pasado mucho dolor y he tenido que crecer de repente. No se trata sólo de ser modelo y haber tenido TSS, se trata de tener una amputación y aceptar mi nueva vida. No puedo disfrutar de lujos tan simples como despertarme por la mañana y saltar a la ducha o poder correr en la playa. Por eso quiero intentar que todas las personas que están en mi situación entiendan que todo está bien. Una joven se puso en contacto conmigo para decirme que le inspiré a mostrarse tal como es después de haber ocultado su pierna durante años. De eso se trata, de poder influir e inspirar a otras personas.

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