sábado, 12 de octubre de 2019

HÍGADO GRASO DE ORIGEN NO ALCOHÓLICO:

 CONTANDO MI PROPIO CASO.
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 Estimados amigos, con mucha frecuencia se presentan en consulta de medicina primaria pacientes que, de manera circunstancial (revisión anual), presentan unas enzimas hepáticas ligeramente elevadas al realizar un análisis de sangre y, posteriormente, la ecografía abdominal "sentencia" hígado graso (esteatosis hepática).
 El médico de primaria interroga sobre hábitos e ingesta de alcohol y, en muchas ocasiones, descubre que el afectado ni bebe alcohol, ni toma alimentos de mala calidad, incluso puede descubrir que es vegetariano, o que lleva una alimentación macrobiótica, con "0" ingesta de alcohol.
 Ese fue mi caso, precisamente, hace 20 años, cuando llevaba una alimentación sin alcohol, con muy poco o nada de origen animal, y con una ingesta diaria notable de cereales integrales ecológicos, legumbres ecológicas, además de abundantes frutas y verduras. 
¿Cómo era posible?. Hacía ejercicio físico diario, como siempre he hecho (sin extenuación), "me cuidaba mucho" y no bebía alcohol... 

Unos años después al investigar más a fondo el metabolismo hepático fui adaptando la alimentación, comprendiendo que la ingesta de azúcar en todas sus formas, disacáridos y polisacáridos (almidones) para muchas personas es la manera de favorecer la acumulación de grasa intrahepática, sobre todo si se ingiere por las noches (frutas, cereales, harinas en general, por muy ecológicas que sean)... Es decir, por la noche, el hígado no puede mantener mucho tiempo las reservas de glucosa, por lo que finalmente, todo el excedente lo trasformará en triglicéridos.
 A medida que cambiaba mi alimentación, bajando la ingesta de cereales, legumbres, frutas altas en fructosa e incrementaba la proteína y las grasas de calidad, observé mejoras cuantificables en muchos aspectos, por ejemplo, mi rendimiento físico aumento. 
Hoy es el día que raramente tomo cereales, una paella estupenda el fin de semana, y mis crackers de sarraceno de diario. 
Entreno cada mañana en ayunas con más energía que nunca, incluso los días que trabajo superseries, HIT y días de más peso.
 Pero ¿qué paso con la esteatosis, el hígado graso?... 
 Hace ya más de 15 años que las eco demuestran que no hay nada al respecto, tengo un colesterol de 210 (un poco bajo según mi criterio ), un HDL de 75 - 80 y unos Triglicéridos de 35 - 38.

 Durante estos años he llegado a la conclusión de que los cereales, antropológicamente hablando, no son un alimento adaptado, y aunque es "políticamente incorrecto" decirlo, estoy seguro de que con los años las pirámides alimentarias cambiarán. 
Cuento con miles de pacientes agradecidos, por haberles enseñado a usar solo "cereales salvajes" (sarraceno, quínoa, arroz...) con moderación, y en el momento indicado (mucho menos de lo habitual, ya vivimos en una sociedad "panarras" donde algunos se ufanan de no tomar dulces y sin embargo se atiborran a pan...

 ¿Y qué es el pan?... Para muchos adictivo por los gliadinomorfinatos que forman en cerebro). A todo esto, le sumamos este excelente estudio que ahora expongo y ya tenemos dos razones para explicar por qué el dulce, en todas sus formas, puede provocar hígado graso de origen no alcohólico. Aunque los investigadores no lo expongan, la proliferación de la bacteria causal está, inevitablemente, asociada a una disbiosis previa. 
 ¿Por qué?... Nuevamente, afirmo, por una alimentación equivocada, con demasiado consumo de azúcares, en todas sus formas. 
Feliz día amigos
. Felipe.

Las bacterias intestinales producen tanto alcohol que generan hígado graso.
Los investigadores relacionan la enfermedad del hígado graso no alcohólico con las bacterias intestinales que producen una gran cantidad de alcohol en el cuerpo, ya que las han hallado en más del 60 por ciento de los pacientes, según publican en la revista Cell Metabolism, lo que podría ayudar a desarrollar un método de detección para el diagnóstico temprano y el tratamiento de esta patología.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico consiste en la acumulación de grasa en el hígado debido a factores distintos al alcohol. Afecta aproximadamente a una cuarta parte de la población adulta a nivel mundial, pero su causa sigue siendo desconocida.

Bacterias productoras de alcohol
"Nos sorprendió que las bacterias puedan producir tanto alcohol –explica el autor principal Jing Yuan, del Capital Institute of Pediatrics, en China–. Cuando el cuerpo está sobrecargado y no puede descomponer el alcohol producido por estas bacterias puede desarrollar enfermedad del hígado graso, incluso si no se bebe".
Yuan y su equipo descubrieron el vínculo entre las bacterias intestinales y el hígado graso no alcohólico cuando se encontraron con un paciente con daño hepático severo y una condición rara llamada síndrome de autocervecería. Con este síndrome los pacientes se emborrachan después de comer alimentos sin alcohol y con alto contenido de azúcar. Se ha asociado con una infección por levaduras, que puede producir alcohol en el intestino y provocar intoxicación.
"Inicialmente pensamos que se debía a la levadura, pero el resultado de la prueba para este paciente fue negativo –recuerda Yuan–. "La medicina anti-levadura tampoco funcionó, por lo que sospechamos que su enfermedad podría ser causada por otra cosa".

Klebsiella pneumoniae
Al analizar las heces del paciente, el equipo descubrió que tenía varias cepas de la bacteria Klebsiella pneumoniae en su intestino que producían altos niveles de alcohol. Se trata de un tipo común de bacteria intestinal pero las cepas aisladas del intestino del paciente podían generar entre cuatro y seis veces más alcohol que las cepas encontradas en personas sanas.
Además, el equipo tomó muestras de la microbiota intestinal de 43 pacientes con hígado graso no alcohólico y 48 personas sanas.
 Descubrieron que alrededor del 60 por ciento de los pacientes con la enfermedad tenían K. pneumoniae alta y media, mientras que solo el 6 por ciento de los controles sanos portaban estas cepas.

Daño hepático a largo plazo
Para investigar si la K. pneumoniae causaría hígado graso, los investigadores alimentaron a ratones libres de gérmenes con la bacteria de alta producción de alcohol aislada del paciente con enfermedad del hígado graso no alcohólico durante tres meses.
Estos ratones comenzaron a desarrollar hígado graso después del primer mes. A los dos meses, sus hígados mostraron signos de cicatrización, lo que significa que se había producido daño hepático a largo plazo. La progresión de la enfermedad hepática en estos ratones fue comparable a la de los ratones alimentados con alcohol. Cuando el equipo administró a ratones alimentados con bacterias un antibiótico que mató a la K. pneumoniae su enfermedad se revirtió.

Causas del hígado graso no alcohólico
"El hígado graso no alcohólico es una enfermedad heterogénea y puede tener muchas causas –admite Yuan–. Nuestro estudio muestra que es muy probable que la K. pneumoniae sea una de ellas. Estas bacterias dañan el hígado al igual que el alcohol". Sin embargo, aún se desconoce por qué algunas personas tienen cepa de K. pneumoniae con alto contenido de alcohol en el intestino y otras no.
"Es probable que estas bacterias particulares entren al cuerpo de las personas a través de algunos transportadores del medio ambiente, como los alimentos –apunta el coautor Di Liu, de la Academia de Ciencias de China–. Pero no creo que los portadores sean prevalentes; de lo contrario, esperaríamos una tasa mucho más alta de la enfermedad. Además, algunas personas pueden tener un entorno intestinal más adecuado para el crecimiento y la colonización de K. pneumoniae que otros debido a su genética".
"No entendemos qué factores harían a alguien más susceptible a esta K. pneumoniae particular, y eso es lo que queremos descubrir a continuación", avanza.

Diagnóstico rápido del hígado graso
Este hallazgo también podría ayudar a diagnosticar y tratar el hígado graso no alcohólico relacionado con bacterias, prosigue Yuan. Debido a que esta bacteria produce alcohol usando azúcar, los pacientes que portan estas bacterias tendrían una cantidad detectable de alcohol en la sangre después de beber una solución de glucosa simple.
"En las primeras etapas, la enfermedad del hígado graso es reversible. Si podemos identificar la causa antes, podríamos tratar e incluso prevenir el daño hepático –destaca–. Tener estas bacterias en el intestino significa que su cuerpo está expuesto al alcohol constantemente. Entonces, ¿ser portador significa que tendrías una mayor tolerancia al alcohol? ¡Tengo curiosidad!", admite.

https://www.redaccionmedica.com/…/las-bacterias-intestinale…

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