DISFRUTA TUS ÚLTIMOS DÍAS DE LIBERTAD: PRONTO LLEVARÁS UN MICROCHIP
Hace aproximadamente un mes, subimos un artículo titulado: ¿Empieza la propaganda para implantarnos un microchip?
Bien, ahora subimos otro artículo que sigue ampliando información al
respecto y que demuestra que el tema está cada vez más candente.
¿Cuánto tiempo tardarán en hacernos publicidad de las bondades de ir chipeados en los telediarios?
No falta demasiado…

Miles de entusiastas de la tecnología utilizan una fantástica
aplicación, que les permite bloquear y desbloquear sus casas, coches ,
ordenadores y teléfonos móviles con un simple movimiento de la mano.
Solo hay un problema: deben llevar un microchip insertado en su cuerpo.
La idea puede parecer extraña y dolorosa, pero la implantación de
microchips en el cuerpo no solo atrae a estos entusiastas, que se
autodenominan biohackers, sino que también resulta de gran interés para
gobiernos, fuerzas policiales, autoridades médicas y empresas de
seguridad.
Se trata de utilizar una aguja hipodérmica para inyectar un chip RFID
(de identificación por radio frecuencia), del tamaño de un grano de
arroz, por lo general en la mano o en la muñeca de la persona.

El mismo tipo de chip que se implanta en muchas mascotas.

Los implantes envian un número de identificación único que se puede
utilizar para activar dispositivos como teléfonos y cerraduras y pueden
conectarse a bases de datos que contengan información ilimitada,
incluyendo detalles personales como nombres, direcciones y expedientes
sanitarios.
Pero en realidad, los chips RFID ya están en todas partes.
Básicamente, si usted tiene que pasar una tarjeta, su identificación
está codificada en la banda magnética. Incluso las últimas tarjetas de
crédito ya tienen tanto una banda magnética como un chip RFID.
El Dr. Mark Gasson, experto en cibernética de la Universidad de
Reading, en el Reino Unido, se convirtió en el primer ser humano en ser
infectado por un virus informático, después de que en 2009 se implantara
a sí mismo un microchip para controlar los dispositivos electrónicos en
su oficina.
El virus se replicó en las tarjetas identificativas del personal con
acceso a su edificio e infectó la base de datos de la universidad. No
obstante, Gasson y otros científicos dicen que un nuevo mundo con la
poblacion masivamente computarizada es inminente e inevitable.

“Tiene el potencial de cambiar la esencia misma de lo que es el ser humano”, afirma Gasson.
“No es posible interactuar en la sociedad actual de manera
significativa sin tener un teléfono móvil. Creo que los implantes de
chips en humanos recorrerán un camino similar. Será tal la desventaja de
no llevar el implante que esencialmente no será algo opcional”
El año pasado, la línea entre el hombre y la máquina se hizo aún más
borrosa, cuando la Universidad de Stanford anunció que sus científicos
habían creado el primer transistor puramente biológico creado
completamente a partir de material genético.

El Dr. Drew Endy, profesor de bioingeniería de Stanford, describió el
descubrimiento como el componente final necesario para que una
computadora biológica pueda operar dentro de las células vivas y
reprograme los sistemas vivos.

Kevin Warwick, profesor de cibernética en la Universidad de Reading,
lleva incorporado un dispositivo electrónico en su cuerpo que se conecta
con el sistema nervioso y su esposa lleva implantado en el brazo otro
dispositivo más simple. Señales rudimentarias entre los dos demostraron
que la comunicación puramente electrónica es posible entre dos sistemas
nerviosos humanos.

El chip implantado en el brazo de Warwick le permite, mediante un
enlace informático, controlar un brazo robot situado en otro continente.
El brazo robótico imitará cualquier movimiento que haga con su brazo o
con su mano naturales. Pero el vínculo con el sistema nervioso de su
esposa es tan rudimentario, que Warwick sólo puede limitarse a saber si
ella mueve el brazo.

El empresario de Internet y activista del software libre Jonathan
Oxer, se implantó a sí mismo un microchip en el año 2004, después de
obtener el mismo kit que usan los veterinarios con las mascotas. Su
cuenta de Twitter lo describe como un “cyborg en construcción”.

Oxer lo utiliza para hacer funcionar las cerraduras de la casa y su
ordenador y dice que después de una década llevándolo dentro de su
cuerpo, el implante no le ha causado ningún efecto negativo. “Ahora es como cualquier otra parte de mí. Ni siquiera pienso en ello”, dice.

Los microchips médicos implantados probablemente seran algo común en
2017 y serán capaces de inyectar medicamentos, incluyendo
anticonceptivos rutinarios, todo ello a través de comunciación
inalámbrica.
Pero no seran controlados por el usuario, sino controlados
remotamente “por profesionales de la medicina”, que sabran exactamente
qué medicamentos ha tomado y cuando, sin lugar a ningun tipo de
privacidad.
Además, la progestina y el estrógeno pueden ser liberados en el
cuerpo de una mujer para que actúe como un método de control de
natalidad.

Según el CEO de la compañía microCHIPS, desarrolladora de esta tecnología, Bradley Paddock:
“El dispositivo implantable microCHIPS de suministro de
fármacos es el mayor avance en el campo del suministro de medicinas
desde que se inventó la primera píldora de tableta en 1876″

La idea de los implantes electrónicos generalizados en los seres
humanos, preocupa a la Dra. Katina Michael, profesora asociada en la
Universidad de Wollongong, que se especializa en las implicaciones
socio- éticas de las tecnologías emergentes.

“Los microchips RFID son esencialmente un identificador único
incrustado en tu cuerpo, y como sabemos, los números pueden ser robados
y los datos pueden ser hackeados. Incorporar un problema informático
externo en el cuerpo humano está lleno de peligros”
“Además, los gobiernos o las grandes corporaciones podrían
hacer un seguimiento de todas las acciones y movimientos de las
personas, clasificarlos en diferentes grupos socio-económicos,
políticos, raciales, religiosos o de consumo y en última instancia
incluso controlarlos”
En 2007 la compañía VeriChip inyectó microchips a 200 pacientes de
Alzheimer, muchos de ellos discapacitados. Los pacientes fueron
ofrecidos por una residencia de ancianos de Florida, que se benefició
del patrocinio de la empresa.

El escándalo estalló cuando se descubrió que VeriChip realizó el
estudio sin obtener la aprobación requerida por la Junta de Revisión
Institucional de Florida, que supervisa la protección de sujetos humanos
en tareas de investigación.
El fiscal general de México y altos funcionarios de su personal han
recibido implantes de VeriChip que les da acceso a áreas seguras en su
cuartel general y los siguientes de la lista en ser chipeados, según se
informa, serán los militares y la policía del país.
El distribuidor de VeriChip, Solusat, también ha anunciado un acuerdo
con la Fundación Nacional para la Investigación de Niños Secuestrados y
Perdidos de México, para promover la implantación del microchip en los
niños del país.
Es incierto como estos chips implantados pueden ayudar a buscar niños perdidos, pues no disponen de tecnología de rastreo GPS.
Ahora la empresa VeriChip ha cambiado su nombre, tras un aluvión de
publicidad negativa y se ha convertido en un promotor de lo que llaman
“sistemas de detección biológica”, llamado PositiveID.

Otras compañías también están comercializando los implantes de
microchips y sus investigadores están trabajando para integrarlos con
tecnología GPS. Se pronostica que cuando lo consigan, los productos
ganaran un gran mercado internacional.

Los opositores a este tipo de tecnologías, sin embargo contraatacan. Lee Tien, de la Electronic Frontier Foundation, asegura:
“La tecnología de este tipo representa una intromisión
potencial en la vida privada. Además, si un niño es objeto de control,
¿querrás que otros realicen el seguimiento de tu hijo? Es una espada de
doble filo”
Pero sea como sea, parece que estas tecnologías acabarán siendo
aceptadas por el común de la sociedad y no es difícil imaginar como se
producirá este proceso.
Empezará con productos de consumo como las Google Glass.
Las generaciones más mayores quizás pueden rechazarlo, pero en un par
de años veremos a decenas de millones de niños, adolescentes y adultos
jóvenes vagando por las calles mientras navegan por la red y graban y
suben a ella todo lo que les rodea y sucede de forma instantánea.

A continuación, como ya estamos viendo en los primeros usuarios, los
chips RFID se implantaran voluntariamente bajo nuestra piel para todo,
desde el acceso a los edificios de alta seguridad, hasta las compras en
la tienda de comestibles de la esquina.
Y finalmente, una vez que el concepto sea generalmente aceptado por
la mayoría, se convertirá en el nuevo “número de la seguridad social”
Para acceder a los servicios oficiales, usted tendrá que ser “verificado”.
Sin la pertinente verificación ni siquiera será capaz de comprar una
lata de cerveza y mucho menos, por lo tanto, recibir atención médica o
sacarse el carnet de conducir.
En esencia, pronto viviremos en un mundo donde SIEMPRE ESTAREMOS VIGILADOS

fuentes: http://www.smh.com.au/digital-life/digital-life-news/human-microchipping-ive-got-you-under-my-skin-20140416-zqvho.html
http://www.infowars.com/the-mark-scientist-claims-human-microchip-implants-will-become-not-optional/
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